
Rigoberto Ferrera: «La censura me ha seguido por todo el país»
- Cuba
- abril 25, 2025
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MIAMI, Estados Unidos. – El humorista cubano Rigoberto Ferrera, conocido por sus actuaciones teatrales y su participación en dramatizados, denunció abiertamente los efectos de la censura oficial en su carrera artística, en particular su exclusión de la Televisión Cubana (estatal) desde hace más de 15 años.
Al ser preguntado durante una entrevista con la plataforma de YouTube “Familia Cubana TV”, Ferrera aceptó que la censura es la causa por la cual hoy no se le ve en la Televisión Cubana. Según explicó, su alejamiento de los medios estatales no fue resultado de un incidente aislado, sino de un patrón constante de exclusiones arbitrarias.
El comediante relató varios episodios en los que fue vetado o limitado en su labor artística. Uno de los más llamativos ocurrió en Santiago de Cuba, donde fue declarado “persona no grata” en el Teatro Heredia. “Yo estaba actuando y me dijeron ‘Tienes que tener cuidado porque en el público hay un militar’. Yo dije: ‘Voy a decir aquí lo mismo que hago en La Habana y en todos los lados’”, narró.
Ferrera reconoció que la censura también ha impactado su trabajo en otras áreas del país. “Yo he tenido censura en todo el país”, afirmó. Pese a las restricciones institucionales, ha continuado su carrera en escenarios alternativos, como bares privados, donde organiza espectáculos e impulsa espacios para otros humoristas.
“Yo me he dedicado a establecer en los bares un espectáculo que a mí me gusta. Abro puertas para los humoristas que quedan, para que puedan tener trabajo”, explicó.
El actor subrayó que las redes sociales se han convertido en su principal vía de expresión artística y canal de comunicación con su público. “Las redes sociales me han brindado la independencia de no estar atado a un medio como la televisión cubana que es del Estado”, dijo. Añadió que estas plataformas no solo le han permitido promover sus espectáculos, sino también hacer denuncias sobre “lo mal hecho” sin el filtro de la censura.
Además de su testimonio sobre la censura, Ferrera habló sobre su decisión de rechazar proyectos televisivos como telenovelas, debido a las condiciones de producción. También compartió cómo su vida profesional ha sido influida por su salud —padece de dermatitis atópica— y por su responsabilidad como cuidador de su madre discapacitada, lo que también le ha impedido emigrar.
Al igual que Ferrera, muchos artistas en Cuba han denunciado limitaciones a la libertad de expresión y restricciones institucionales que condicionan la creación y difusión de contenido crítico o independiente. Uno de los casos más conocidos es el del popular programa Vivir del cuento, víctima de la censura institucional.
En los últimos tiempos, el humorista ha usado sus perfiles en redes sociales para hacer críticas a la situación de la Isla. “Algo peor que un político corrupto es un ciudadano que los defienda, dijo. En otro video publicado a finales de diciembre de 2023, desea feliz año nuevo a los cubanos desde un basurero en la intersección de las calles Infanta y 25, en La Habana.
También a finales de 2022, en medio de una grave crisis que no ha dejado de empeorar, el actor se refirió a la represión y la miseria en la Isla, señalando al régimen como único culpable.
Aunque el público lo conoce fundamentalmente por sus trabajos humorísticos, Ferrera es graduado de la Facultad de Artes Escénicas del Instituto Superior de Arte (ISA). Uno de los rasgos más atractivos de sus shows es que procura mezclar la comedia con recursos técnicos y otras formas de expresión, como el canto y la música.
A través del choteo y la sátira, el artista hace reflexionar sobre lo cotidiano popular. Algunos de sus espectáculos memorables son Cuando Rigo suena, Échale la culpa a Rigo, Sabor bohemio y Rigoberto.com. En Échale la culpa a Rigo, el actor recrea pasajes autobiográficos mediante canciones, audiovisuales y monólogos.
A la par de su carrera como humorista, Ferrera ha actuado en filmes, teleplays y cortometrajes. Uno muy recordado es Motos, del realizador Ian Padrón, donde compartió protagónico con Herón Vega. También trabajó en el documental Buena onda (1999), escrito y dirigido por el hoy defenestrado director Miguel Coyula; en el filme animado Más vampiros en La Habana, de Juan Padrón; y en el recordado largometraje Habanastation, de Ian Padrón.