¿Vendieron la Isla para experimento social?
- Cuba
- octubre 28, 2025
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¿Será que vendieron la Isla a los chinos, a los rusos, o incluso a los extraterrestres, para un experimento social?
LA HABANA.- Con el dólar a 500 pesos cubanos en el mercado informal, regresan los perfiles falsos y sus publicaciones con ese tufo ya familiar a chapucería de ciberclarias, para hacernos creer que, en un país dolarizado, donde más del 90 por ciento de los habitantes ganan sus salarios en pesos cubanos —una moneda carente de valor— es imposible que se dispare así. Obvian que casi el ciento por ciento de los productos de primera necesidad se comercializan en divisas y donde, para colmo, no termina de implementarse un mercado cambiario formal y realista. Están contradiciendo ese triunfalismo de fantasía con que ha inflado su equipaje el Primer ministro Manuel Marrero Cruz para usarlo como disfraz en su gira por Asia.
Una campaña a la que los “mipymeros” les gusta sumarse, mientras evitan enfrentar a quienes en realidad los asfixian con impuestos y trabas, con topes de precios y campañas demonizadoras. Les hacen un favor al hacerlos pasar por víctimas, por “héroes de la economía” que llegaron para salvarla y no para hacer fortuna en complicidad con la dictadura. Son tan oportunistas que buscan aprovechar un fugaz boicot, un ligero descenso artificial en el mercado de divisas para coger mangos bajitos y más tarde, cuando el dólar retome su ascenso, subir precios “justificadamente”.
No dudo que, a la par de ciberclarias y mercaderes astutos de la “continuidad”, ya el régimen, como hiciera solapadamente durante la campaña anterior, haya soltado a unos cuantos de sus especuladores de oficio a vender dólares baratos por ahí para crear la sensación de que están bajando y desatar el pánico entre algunos tontos que no aprendieron de la experiencia anterior.
Sacaron buen provecho en aquella ocasión, se fueron con los bolsillos llenos y ahora regresan a cosechar para, quizás tan pronto como en diciembre, ir a por los 600 por 1. Quizás con la meta de llegar hasta los 1000, si fuese necesario. Hoy no es secreto para nadie que el “mercado informal de divisas” está dominado por los mismos que han dilatado demasiado el establecimiento de un verdadero mercado formal con esa tasa flotante, que de tanto flotar ha quedado a la deriva.
Muchos revendedores han alertado sobre la realidad de un mercado “ilegal” operado desde el poder, y que, más allá de las condiciones económicas que generan el alza de la divisa, pudiera estar usando el incremento del dólar —que es la moneda en la que se sostienen obligatoriamente las empresas— para forzar el cierre de todas aquellas mipymes y negocios que les resultan molestos, ahora que han descubierto en las ayudas externas ese filón de oro que alguna vez imaginaron obtener jugando a las “iniciativas privadas” en un contexto de deshielo con los Estados Unidos.
Aquello les salió muy mal no solo porque los dólares volvían a salir por donde mismo entraron, a causa del natural flujo entre dueños y proveedores —en su mayoría establecidos fuera de Cuba y que operan sus negocios mediante testaferros a los que pagan con una mínima parte de las ganancias— sino porque la apertura económica implicaba, a la larga, una apertura política que no estaban dispuestos a permitir.
Hoy les resulta más rentable— en cuestión de acaparar las millonarias ayudas externas que los gobiernos, organismos internacionales y ONGs ofrecen por ahí— proyectar la imagen de un país arruinado por la crisis, un país víctima de un “bloqueo”, con una población diezmada por el hambre y las enfermedades. Y las mipymes son el elemento distorsionante, ruidoso que, importando tantas toneladas de alimentos, medicamentos, autos, más un largo etcétera de mercancías desde los Estados Unidos, desmontan con su propia dinámica ese discurso. Un discurso que le permite al régimen cubano colocarse el disfraz de mendicantes, e incrementar en las cuentas de GAESA esos millones que no sacan ni en una situación extrema como la actual, donde en unos días se unirán de modo letal la emergencia sanitaria, con la enérgica y la meteorólogica.
Una potencial situación de catástrofe que no les preocupa, porque de ella emergerán los mercaderes de la “continuidad” con más ayudas externas y donaciones, con más dólares. Y de paso con menos mipymes, porque se trata de matar varios pájaros con un solo tiro, y hacer de la improductividad, los fracasos y el “bloqueo” el producto nacional más rentable.
Cuando uno proyecta la nueva campaña contra el escenario caótico actual, plagado de crisis internas en todas las dimensiones, es imposible no darse cuenta de que no hay intenciones de mejorar nada, que cada cosa que llega “de arriba” lo hace para complicar más nuestras vidas a corto o largo plazos. ¿Para exterminarnos?
¿Será que vendieron la Isla a los chinos, a los rusos, o incluso a los extraterrestres, para un experimento social? ¿Será que son ellos mismos, los comunistas o la élite militar dueña del país, quienes juegan a martirizar a los conejillos de Indias en que nos han convertido a los cubanos, tanto a los de afuera como a los de adentro? Porque no de otro modo pueden ser explicados tantos obstáculos, bloqueos, leyes mordaza, desinformación, “errores”, paquetazos económicos impopulares, burlas, indiferencias y abandonos institucionales. Demasiada mediocridad acumulándose como “estrategias” para “construir un socialismo” en el que ni ellos mismos quieren vivir.
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