«Tendría que cambiar el gobierno» para evitar colapso del INSS
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- diciembre 4, 2025
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El economista nicaragüense Enrique Sáenz alertó sobre la inminente crisis que el Instituto Nicaragüense de Seguridad Social (INSS) sufrirá bajo la gestión de la dictadura sandinista de Daniel Ortega y Rosario Murillo. Así lo dijo en entrevista con Nicaragua Actual este jueves, 4 de noviembre.
“Un enfermo hospitalizado con una enfermedad aparentemente incurable“, así describó el economista a la institución regidora de la Seguridad Social en el país, sostenida, según su análisis, apenas por paliativos temporales que no resuelven sus problemas de fondo, como la transferencia de propiedades confiscadas a opositores.
“Y entonces (al enfermo) le ponen cada cierto tiempo una dosis de suero y una dosis de sangre“. Sáenz precisó que es el modelo económico impuesto por la dictadura, así como la corrupción rampante y el despilfarro administrativo, lo que genera una crisis estructural.
“La economía de Nicaragua, el modelo económico que se ha impuesto, a pesar de los pregones triunfales de los paniaguados de la dictadura dinástica, no genera suficientes empleos para que el INSS dé nuevas cotizaciones a partir de nuevos afiliados“, detalló.
“Pero por la misma naturaleza de la economía también los salarios no aumentan y en consecuencia tampoco pueden aumentar por esa vía los ingresos del INSS“, enfatizó.
Según el experto, los gastos en pensiones crecen inexorablemente debido al envejecimiento poblacional a la vez que el número de afiliados se reduce por estos mismos factores. Entre agosto y septiembre de este año, por ejemplo, el INSS perdió 14 mil afiliados.
Sáenz recordó que, al asumir Ortega el poder en 2007, el instituto registraba superávit y reservas invertidas que generaban rendimientos. Sin embargo, el economista señaló que los liderazgos sandinistas “se banquetearon las reservas del INSS con actos flagrantes de corrupción“, lo que eliminó esos ingresos complementarios legados por la administración Bolaños
“El INSS carece de los fondos líquidos mes a mes, año a año, para enfrentar los gastos operativos y los gastos que se generan en las pensiones y en las prestaciones“, reiteró Sáenz.
También advirtió que el colapso del INSS sería catastrófico.
La caída de la Seguridad Social afectaría directamente a unos 800 mil cotizantes y más de 300 mil pensionados, e indirectamente golpearía a más de 3 millones de personas. “Cerrar al INSS tendría un efecto demoledor en la economía del país“, afirmó.
“Tendría que cambiar el gobierno para que pudieran empezar las soluciones reales, combatir la corrupción, combatir el despilfarro y promover un modelo económico dinámico que genere empleos [y] actividades económicas que sean remuneradoras para los trabajadores“, sentenció finalmente.