¿RTVC usó historia de los hermanos Mucutuy para su beneficio? Así se acordó documental con NatGeo pese a que otros medios fueron bloqueados
- Colombia
- agosto 27, 2025
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El accidente y posterior rescate de los cuatro niños indígenas perdidos en la selva del Guaviare durante más de un mes fue uno de los episodios más importantes de los últimos años en Colombia. El siniestro aéreo ocurrió el 1 de mayo de 2023, cuando el piloto de una avioneta tipo Cessna avisó que tenía fallas en su motor y minutos después perdió la comunicación con la torre de control. Se estrelló contra la manigua: a bordo iban 7 personas, los cuatro niños, el piloto, un líder indígena y la madre de los menores.
Los cuatro adultos fallecieron después del impacto, mientras que los menores sobrevivieron y permanecieron desaparecidos. Para buscarlos se desarrolló la Operación Esperanza, una estrategia que reunió a 150 militares y 200 voluntarios de las comunidades indígenas. El 9 de junio de 2023, después de 40 días de búsqueda y de encontrar señales como pañales, botellas y huellas dactilares, los menores fueron hallados con vida. Cuando fueron rescatados, el Icbf puso la lupa sobre su condición y se enteró de que los niños eran víctimas de maltratos y abusos por parte de su padre.
De inmediato, decenas de medios de Colombia y el mundo vieron allí una gran historia, entre ellos Caracol Televisión, que quiso hacer un documental de la mano de Netflix, la BBC o periódicos como el Daily Mail y La Croix, entre muchos otros, que querían contar la epopeya en detalle. Todos querían reconstruir el drama humano detrás de las imágenes de los menores, el despliegue del Ejército y las jornadas de búsqueda.
Estos medios hicieron lo que cualquiera en un proyecto de tal magnitud haría: hablar con las fuentes, solicitar las imágenes oficiales del operativo y pedir la autorización para entrevistar a los niños ya sus familiares. En ese momento, los menores estaban bajo custodia del Instituto Colombiano de Bienestar Familiar (Icbf) y, por tanto, cualquier acercamiento debía pasar por esa institución. Al mismo tiempo, el Ejército de Colombia custodiaba el material audiovisual más valioso: las fotos y videos de los días de rescate.
El No rotundo
Sin embargo, EL COLOMBIANO tuvo acceso a documentos que demuestran que a los cuatro mencionados les negaron la información. A Caracol, por ejemplo, le contestaron que se trataba de “información reservada”.
Un reportaje de la BBC Mundo sobre la situación de los niños tiene una nota al pie que advierte que intentaron entrevistarlos, pero no fue posible. “BBC Mundo solicitó entrevistas con los menores, sus representantes legales y el personal del Icbf, pero no fue posible concertarlas”, se lee en uno de sus reportajes.
EL COLOMBIANO conoció que al Icbf llegaron al menos una docena de peticiones, varias de ellas documentadas. Un editor francés, por ejemplo, propuso escribir un libro en el que la protagonista sería Lesly, la mayor de los hermanos.
Aunque en principio obtuvo un concepto positivo, con el tiempo dejó de recibir información de la entidad, que en ese momento tenía la custodia de los niños. Por eso acudió a un periodista radicado en Bogotá que insistió ante el Icbf para recibir información. El argumento oficial era que las imágenes y testimonios estaban cobijados por reserva. Otro medio le reveló a EL COLOMBIANO que desde el Icbf recibieron una “respuesta confusa. Que no estaban seguros si los niños podían ser expuestos en ese a ese tipo de escenarios, de grabaciones, de preguntas e interrogatorios, que luego son estresantes y que no media mucho el efecto del trauma que había en esas reuniones”.
El concepto jurídico, en principio, tenía sentido. Se trataba de menores de edad indígenas, con una situación de violencia intrafamiliar compleja y víctimas de un accidente aéreo que puso en riesgo sus vidas. La exposición mediática, advertían los funcionarios, podía reabrir heridas y afectar la intimidad de los niños.
En ese punto, parecía que el acceso periodístico a los niños quedaría blindado, protegido bajo el rótulo de “reserva”. Pero la sorpresa llegó después cuando la regla no resultó ser igual para todos: el mismo material que se negó a varios medios fue entregado a una cadena internacional.
RTVC entró como socio
La historia dio un giro inesperado cuando apareció un nuevo interesado: National Geographic. Esta vez, la puerta que se había mantenido cerrada se abrió de par en par para una producción internacional. El proyecto, titulado Perdido en el Amazonas, no era menor.
Detrás estaban Little Monster Films, Lightbox, National Geographic y el canal público Señal Colombia, como representante de la RTVC, que entraba como socio local. La idea: narrar la odisea de los cuatro hermanos indígenas Mucutuy que sobrevivieron 39 días en la selva tras el accidente aéreo del 1 de mayo de 2023.
Extrañamente, se levantó la reserva, se puso a un lado todas las consideraciones de que se trataba de menores víctimas y le dieron vía libre a la producción. Entrevistas exclusivas con los cuatro hermanos. Uso de la imagen de los menores y su familia, autorizado mediante contratos legales. Derechos sobre el material del Ejército, incluidas imágenes oficiales del rescate. Acompañamiento de asesores legales para blindar cada paso del proceso.
El relato de supervivencia
Esta vez, la voz de Lesly Mucutuy, la mayor de los hermanos, quedaría registrada en una producción internacional. En presencia de psicólogos, la niña relataría cómo, tras el accidente que le costó la vida a su madre, asumió el rol de cuidadora. Con apenas 13 años, alimentó a sus hermanos con frutas de la selva, improvisó curaciones y mantuvo la calma en medio de serpientes y tapires.
El documental, cuyo estreno está previsto para los próximos días, reconstruiría no solo la hazaña de supervivencia, sino también el trabajo conjunto de militares e indígenas en la Operación Esperanza, que culminó el 9 de junio de 2023 con el hallazgo de los menores por un Black Hawk del Ejército.
El proyecto lleva la firma de los documentalistas. Chai Vasarhelyi y Chin ganadores de Óscar con Free Solo. A ellos se suma el colombiano. Juan Camilo Cruz, director de Hijos de los talibanes y En sus manos: Una alcaldesa en Afganistán. La presencia de estos nombres le otorgó legitimidad internacional y aseguró su distribución en National Geographic y plataformas como Disney+/Hulu.
Según destacaron cuando anunciaron la producción, estaban encantados de poder acceder en exclusiva y sin precedentes a los cuatro niños Lesly y Soleiny Jacobombaire Mucutuy, y Tien y Cristin Ranoque Mucutuy: “Perdido en el Amazonas Compartirá por primera vez la historia de cómo, tras un aterrador accidente de avión y la trágica muerte de su madre, sobrevivieron durante 40 días en la profundidad de la selva amazónica utilizando sus conocimientos autóctonos. A través de relatos de primera mano, el documental traza el asombroso viaje de los hermanos”.
El acuerdo económico y legal
El 22 de junio de 2023, el presidente Gustavo Petro sorprendió al anunciar, a través de su cuenta de X la producción de un documental sobre el rescate de los cuatro niños indígenas en la selva del Guaviare. En la foto publicada apareció junto al productor británico Simón Chinn, dos veces ganador del Óscar, y Hollman Morris, entonces subgerente de RTVC. La pieza sería liderada por Chinn en coproducción con el sistema de medios públicos.
La noticia generó rechazo inmediato entre organizaciones indígenas. La Opiac (Organización Nacional de los Pueblos Indígenas de la Amazonía Colombiana) expresó en un comunicado su inconformidad, denunciando que la iniciativa no había sido concertada con las comunidades ni con los familiares de los menores. “Desde la Opiac rechazamos las recientes declaraciones del presidente (…) pues la decisión sobre su realización es tomada de manera unilateral por el Gobierno Nacional”, señaló el texto firmado por Julio César López Jamioy.
La organización exigió espacios de consulta previa y advirtió que cualquier producción audiovisual sobre los niños debía reconocer el papel protagónico de los rescatistas indígenas y familiares, quienes iniciaron la búsqueda incluso antes de la llegada del Ejército. También alertaron sobre la necesidad de autorización para rodar en territorios amazónicos.
El episodio puso en el centro del debate a Hollman Morris y al propio sistema de medios públicos. Mientras medios nacionales e internacionales recibían negativas bajo el argumento de “información reservada”, el Gobierno impulsaba su propia producción documental en alianza con una figura internacional de prestigio. La paradoja fue evidente: el argumento del interés superior de protección de los niños, quedó sometido a la narrativa oficial que buscaba posicionarse en las pantallas globales.
En mayo del 2024, desde el Icbf le confirmaron a La W que se firmó un contrato con el padre de las dos niñas mayores. La emisora supo que la institución, que estuvo de acuerdo con el contrato, actuó como intermediaria y que el dinero se depositaría en una fiducia.
Más adelante, Simon Chinn y Jonathan Chinn, de Lightbox, se mostraron emocionados de contar esta historia: «De Lost in the Amazon es una muestra de valor, fuerza y resistencia de cuatro niños extraordinarios. Estamos increíblemente orgullosos de asociarnos con Pacha Films para conseguir un acceso sin precedentes a los propios niños, para que cuenten por primera vez su historia definitiva e inspiradora».
La elección de esta plataforma tiene un peso, por su puesto. Desde su fundación en 2017, Películas documentales de National Geographic se ha consolidado como una de las productoras más prestigiosas en el ámbito internacional gracias a su capacidad para narrar historias de gran impacto, actualidad y relevancia global.
La polémica que se ha planteado no es por la calidad de National Geographic, de la cual nadie duda, sino de la discriminación que sufrieron los otros medios interesados con el acceso a la información.
E incluso no está claro en qué medida pudo haber un interés de parte del director de RTVC, Holman Morris, en poner su nombre al lado de una productora de renombre, para lo cual hizo a un lado el derecho a la intimidad de los niños.
Consultada por EL COLOMBIANO, la abogada que representa los derechos de los Mucutuy aseguró que ella no participó en el acuerdo y por eso desconoce los alcances de las condiciones. Explicó que fueron los padres de los menores quienes firmaron el convenio con una “empresa americana” que a su vez hizo el acuerdo con el sistema de medios públicos.
Interés de otros medios
Como también lo informó El País, al menos 13 productoras internacionales enviaron representantes a Colombia para negociar directamente con la familia Mucutuy. Una primera oferta contractual ya habría sido rechazada por los abuelos de los menores, pues exigía la cesión perpetua y exclusiva de los derechos de la historia.
Las compañías audiovisuales, conscientes del interés mundial, apuntaban a construir la narrativa desde la voz de Lesly, la niña de 13 años que logró mantener con vida a sus hermanos de 1, 5 y 9 años. Algunas propuestas incluso plantean beneficios directos para la comunidad Aracuara, en coherencia con la jurisdicción indígena a la que pertenecen. Mientras tanto,TMZ se adelantó con la serie Los niños milagrosos de la Amazonía. (Los niños milagro del Amazonas), estrenada en Hulu y Fox News, construida a partir de testimonios de familiares, rescatistas indígenas y militares que participaron en la Operación Esperanza. A este panorama se sumaron los anuncios de proyectos en desarrollo por parte de Netflix y National Geographic.
La historia de los hermanos Mucutuy también llegó a la pantalla internacional con Los niños perdidos, documental estrenado el 14 de noviembre de 2024 en Netflix. La producción fue dirigida por Orlando von Einsiedel, ganador del Óscar por Los cascos blancos y reconocido por Virunga, junto al colombiano Jorge Durán y la británica-peruana Lali Houghton. El documental, una coproducción entre Grain Media, Imagine Documentaries, Teletigre y Caracol Televisión, narra en detalle la odisea de los cuatro niños indígenas —de 13, 9, 4 años y 11 meses—. Con testimonios de rescatistas indígenas, del Ejército colombiano y de familiares, la producción enfatiza tanto la resistencia de los menores como la improbable alianza entre militares e indígenas en el operativo de búsqueda. Sin embargo, aunque la pieza audiovisual alcanzó audiencias globales, su limitación más notoria fue la ausencia de la voz directa de los menores, cuya versión permanecía bajo reserva institucional. La coproducción, además, fue apoyada por el incentivo CINA otorgado por el Gobierno, que cubrió el 35% del gasto audiovisual en el país.
El diseño de los documentales y series dependió, en gran medida, de la definición sobre la custodia de los cuatro menores, quienes permanecían bajo protección del Icbf en un hospital militar. Entre las opciones de custodia se encontraron los abuelos maternos; el padre de dos de los menores, Manuel Ranoque —quien fue condenado en julio por cometer acto sexual abusivo contra su hijastra— o, como último escenario, que quedarán en manos del Estado.
El contrato y beneficios legales
Lo paradójico es que así como inicialmente el Icbf tomó la decisión de bloquear el acceso a los niños para protegerlos y no sacar provecho económico de la situación, alegando riesgo de revictimización y la necesidad de un acompañamiento psicológico especializado, finalmente se llegó a un acuerdo revestido de legalidad y beneficios: Los padres firmaron la cesión de derechos. Se creó una fiducia para que las ganancias se destinaran al bienestar de los niños. Las leyes locales de protección a la infancia se usaron como marco de respaldo, no como obstáculo.
Algunos de los medios que fueron “bloqueados” han estado inconformes con el cambio de argumento. Y no es para menos. El sistema de medios públicos RTVC atraviesa una de sus etapas más críticas desde que Hollman Morris adquirió como gerente. Funcionarios han hecho denuncias públicas de censura, vetos políticos, precariedad laboral y un ambiente hostil.
Los niños, la ley y la reserva.
La historia de los cuatro hermanos indígenas Mucutuy no solo fue una odisea de supervivencia. También se convierte en un caso de estudio sobre cómo se maneja la información en Colombia cuando involucra a menores de edad.
La Ley de Infancia y Adolescencia (Ley 1098 de 2006) establece que los niños son sujetos de especial protección. Cualquier decisión sobre su imagen y testimonio debe garantizar el principio de interés superior, es decir, que todo se orienta hacia su bienestar.
Las autoridades han reiterado que la prioridad siempre fue el bienestar de los niños y que, en este caso, se cumplieron todos los requisitos legales: consentimiento informado de los padres, supervisión psicológica y un esquema fiduciario que garantiza beneficios económicos.
Pero la paradoja persiste: lo que para medios de Colombia y del mundo se tachó de imposible, para un gigante extranjero se volvió un hecho. El Icbf y el Ejército decían que se podía poner en riesgo la intimidad y el bienestar de los niños Mucutuy. Al menos hasta que llegó NatGeo y Holman Morris.