
Rick Davies, otro intérprete del ‘soundtrack’ de mi generación que se va
- Cuba
- septiembre 10, 2025
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Autor de la mayoría de las canciones de la época dorada de Supertramp, Davies marcó a una generación con álbumes como ‘Crime of the Century y ‘Breakfast in America’.
LA HABANA, Cuba.- La última noche de 1979, en la mayoría de las fiestas en La Habana se despidió el año al compás de “La Conga de Jalisco”, “Me lo dijo Adela” y aquel popurrí de boleros —como “Reloj, no marques las horas, porque voy a enloquecer”, de Roberto Cantoral— que eran inmisericordemente, más que deconstruidos, desguazados y pasados por agua por el grupo español La Pequeña Compañía.
Pero nuestro grupo de amigos pasó la Nochevieja con un casete de Supertramp. Felices hasta donde era posible estarlo —en realidad, nunca fuimos felices, no podíamos serlo, ser jóvenes era lo único que teníamos a nuestro favor—, no sospechábamos que esa sería la última vez que estaríamos juntos: para el éxodo de Mariel que nos separaría, faltaban menos de cuatro meses.
Adivinaron: el casete de Supertramp era Breakfast in America, que aburridos como estábamos de los Bee Gees y la música disco, nos tenía locos por aquellos días.
El casete lo había traído, casi acabado de salir a la venta, un pariente de alguien del grupo que había venido de Miami en los recién inaugurados viajes de “la comunidad cubana en el exterior”, como los mandamases castristas habían rebautizado a los que hasta entonces llamaban apátridas y gusanos.
Fascinados con aquella música, a ratos melancólica y que por entonces nos sonaba sofisticada sin caer en densidades ni pedanterías, como solía pasar en cierto rock progresivo, nos preguntábamos a qué se parecía, y como no se parecía a ningún otro grupo conocido, más nos deleitaba.

Si me he puesto nostálgico y evoco aquella última noche de 1979, y a los amigos y amores que ya no están, es porque este 7 de septiembre falleció el cantante, pianista y compositor británico Rick Davies, el fundador, junto a Roger Hodgson, de Supertramp.
Rick Davies fue el autor de la mayoría de las canciones de Supertramp de la segunda mitad de la década de 1970 y principios de la de 1980 —la época de oro del grupo— contenidas en los discos Crime of the century, Crisis? What crisis?, Even in the quietest moments, Breakfast in America y Famous last words.
Breakfast in America vendió millones de discos y colocó tres hits bien arriba en las listas internacionales (“The logical song”, “Goodbye stranger” y “Take the long way home”). Es un disco imprescindible en la música pop. En cierta forma, junto a The Stranger y 52nd Street, ambos de Billy Joel, de 1977 y 1978 respectivamente, se anticiparon a su época y penetraron por adelantado en la sonoridad de la década de los 80.
Hace poco fueron Brian Wilson, Sly Stone, Ozzy Osbourne. Ahora Rick Davies. Y los que faltan. Los de mi generación no acabamos de resignarnos al triste papel de testigos de cómo, uno a uno, se van yendo del mundo de los vivos los intérpretes que conformaron la banda sonora de nuestras vidas.
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