Régimen de Daniel Ortega emprende operativos contra la familia Baltodano – Nicaragua Investiga

Régimen de Daniel Ortega emprende operativos contra la familia Baltodano – Nicaragua Investiga

El régimen de Daniel Ortega y Rosario Murillo ha ordenado un operativo policial en contra de la familia Baltodano. El lunes 21 de julio fue arrestado en el departamento de Rivas el empresario Álvaro Baltodano Monroy, hijo del general de brigada en retiro Álvaro Baltodano Cantarero, según una información revelada por el medio digital Confidencial.

«La captura de Baltodano Monroy, de nacionalidad nicaragüense-mexicana, se produjo cerca de las 11 p. m. del lunes 21 de julio de 2025 en la carretera Nandaime-Rivas, en un retén policial en la zona de Ochomogo, donde fue detenido el vehículo en que viajaba en dirección a Managua» según dijeron fuentes a Confidencial.

Ortega se va contra sus aliados antiguos

La captura policial de Baltodano Monroy, hijo del histórico general sandinista Álvaro Baltodano, marca un nuevo capítulo en el descenso autoritario de Daniel Ortega, quien ha transformado Nicaragua en un estado depredador que ya no distingue entre enemigos y aliados históricos. Esta detención representa mucho más que un caso aislado: es el símbolo de una dictadura que ha perdido toda conexión con la realidad.

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De acuerdo al citado medio, «a la misma hora que se produjo la detención de Álvaro Baltodano Monroy, la Policía allanó su casa de habitación en el reparto Las Colinas, en Managua».

«Los agentes entraron con violencia, rompiendo las puertas, y después salieron cargando varias computadoras y equipos, y se quedó en control del inmueble» contaron vecinos del sector.

La traición a la sangre sandinista

El general Álvaro Baltodano fue uno de los comandantes históricos que luchó codo a codo con Ortega para derrocar a la dinastía de Somoza. Que su hijo sea ahora víctima de la maquinaria represiva del régimen expone la naturaleza corrosiva del poder absoluto, que convierte a antiguos camaradas en amenazas potenciales.

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Esta captura se inscribe en una estrategia de terror más amplia. Según informes recientes, al menos 25 simpatizantes sandinistas se encuentran actualmente en prisión por el simple hecho de expresar críticas privadas contra el régimen. La paranoia del poder ha llevado a Ortega a construir un aparato de vigilancia que penetra hasta las conversaciones más íntimas de quienes alguna vez fueron considerados leales.

La purga de los inconformes

El caso Baltodano Monroy no es un incidente aislado en la sistemática depuración que caracteriza al régimen orteguista. La dictadura ha desarrollado una sofisticada maquinaria de persecución que alcanza incluso a su círculo más cercano. El ejemplo más emblemático es lo que ocurrió con Humberto Ortega, hermano del dictador, quien fue puesto bajo virtual arresto domiciliario tras expresar críticas moderadas al gobierno y luego falleció bajo el «cuidado» del régimen.

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Esta dinámica revela una característica fundamental de los regímenes autoritarios: la incapacidad de tolerar cualquier forma de disenso, sin importar la lealtad histórica o los lazos familiares.

La persecución en contra de los empresarios continúa

Paralelamente a la persecución política, el régimen de Ortega ha implementado una sistemática campaña de confiscación de propiedades que ha afectado gravemente al sector empresarial nicaragüense. Esta moderna «piñata» ha permitido al Estado apropiarse de bienes valuados en más de 250 millones de dólares, según investigaciones recientes.

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El empresario Piero Coen Ubilla, considerado uno de los hombres más poderosos del país, vio cómo sus propiedades fueron confiscadas sin proceso legal alguno. Su caso ilustra la vulnerabilidad de un sector empresarial que durante años coexistió con el régimen bajo la figura del «diálogo y consenso», pero que ahora enfrenta la voracidad de una dictadura que no reconoce límites ni garantías legales.

Estas confiscaciones no son actos aislados de corrupción, sino una política sistemática de Estado diseñada para consolidar el control económico del régimen. La apropiación de propiedades de ONG, medios de comunicación y empresarios responde a una lógica de supervivencia política que requiere recursos económicos para mantener la maquinaria represiva y comprar lealtades.

La traición como nuevo método de represión

La captura de Álvaro Baltodano Monroy es parte de la traición definitiva de Daniel Ortega a sus antiguos camaradas. El caudillo se ha convertido en el tirano que persigue a los hijos de sus antiguos compañeros de lucha. Esta transformación no es solo una tragedia personal, sino una lección histórica sobre cómo el poder absoluto corrompe desde adentro.

La Nicaragua de hoy es un país donde nadie está a salvo, donde los apellidos históricos no otorgan protección y donde la revolución ha devorado a sus propios aliados. El régimen de Ortega ha creado un sistema de terror que trasciende las divisiones tradicionales entre oficialismo y oposición, convirtiendo a todos los nicaragüenses en rehenes de una dictadura que ya no tiene límites ni escrúpulos.

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