
Reaparición de la Teófilo Forero, ligada a muerte de Miguel Uribe
- Colombia
- agosto 18, 2025
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Una de las hipótesis que investiga la Policía sobre el magnicidio contra el precandidato presidencial Miguel Uribe Turbay le puso la lupa a una de las células terroristas más tenebrosas de todos los tiempos en Colombia: la columna móvil Teófilo Forero.
El fantasma de esta organización comenzó a rondar porque los investigadores de la Dijín están tras la pista de un personaje apodado “Daniel” o “David”, supuesto integrante de dicho grupo, quien habría contratado a Elder Arteaga (“el Costeño”) para que reclutara y coordinara a las personas que ejecutaron el atentado el pasado 7 de junio, en Bogotá.
Hasta el 2016 la Teófilo Forero fungió como el cuerpo élite de las antiguas Farc. Sus integrantes recibían un entrenamiento más exhaustivo, como de fuerzas especiales, incluyendo tácticas de asalto urbano, francotiro, manejo de explosivos y espionaje.
Solían vestir de negro y se encargaban de los atentados más tenebrosos que fraguaba el Secretariado de las Farc, como el carrobomba contra el club El Nogal, el 7 de febrero de 2003 en la capital, que dejó 36 muertos, 158 heridos, millonarios destrozos y un sentimiento de pavor que se apoderó de los colombianos (ver el recuadro).
Tras la desmovilización de la guerrilla, con el Acuerdo de Paz de La Habana, la célula se desmanteló aparentemente. Pero algunos de sus miembros, incluyendo a su jefe Hernán Darío Velásquez Saldarriaga (“el Paisa”), retomaron las armas bajo la bandera de la Segunda Marquetalia, la disidencia de las Farc que comanda, desde Venezuela, Luciano Marín Arango (“Iván Márquez”).
En su proyecto de refundar a las antiguas Farc, los rebeldes proyectaron reactivar a la Teófilo en su área tradicional de injerencia, es decir, los departamentos de Huila y Caquetá.
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El plan se retrasó debido al asesinato de “el Paisa” en 2021 en el estado venezolano de Apure, en un confuso incidente que las autoridades han atribuido a una disputa de los “marquetalianos” con otra disidencia de las Farc, conocida como Estado Mayor Central.
Tras la muerte de “el Paisa”, Luciano Marín no renunció a su obsesión de refundar la Teófilo, y le encomendó esa misión al comandante militar de la Segunda Marquetalia, José Aldinever Sierra Sabogal (“Zarco Aldinever”).
A principios de 2022, este hombre envió a Caquetá a Fabio González Clavijo (“Loco Ferney”) y le asignó un grupo de 25 combatientes para iniciar el montaje de la columna móvil.
Según un reporte de la Fiscalía, ese grupo se dedicaba a “acciones terroristas contra la Fuerza Pública y el reclutamiento, mediante engaños, de menores de edad en Florencia, La Montañita, El Doncello, Puerto Rico y San Vicente del Caguán (Caquetá)”.
“Loco Ferney” volvió a emplear los viejos emblemas de la Teófilo Forero, una marca criminal que aún provoca miedo en los lugareños, para llamar a los comerciantes, ganaderos y contratistas de las alcaldías, a quienes cada mes les cobraba una extorsión que él denominaba “contribuciones”.
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El encargo le duró poco, pues en mayo de 2022 fue capturado por un comando de militares y policías en Florencia. La Fiscalía le imputó cargos por concierto para delinquir agravado y tráfico de armas de uso privativo de las Fuerzas Armadas.
“Zarco Aldinever”, desde su guarida en Venezuela, volvió a enviar a otro delegado para que continuara la tarea de reestructurar la columna terrorista: Yeison Fabián Tovar Diosa, alias “Chilingo”.
Este cabecilla logró consolidar las redes de extorsión en el sur del Huila, según fuentes de Inteligencia Militar, en particular en los municipios de San Agustín, Isnos, Pitalito, Palestina y Acevedo, donde acumulaba cerca de $250 millones mensuales. También estableció una central de operaciones en la zona rural de Belén de los Andaquíes, un pueblo de Caquetá en la frontera con Huila.
Las FF.MM., conscientes de la gravedad que implica permitir la resurrección de esta célula, volvieron a atacarla por la cabeza. El 14 de abril de 2024 el Gaula Militar ejecutó una operación allá mismo en Belén de los Andaquíes, y en medio de un enfrentamiento mató a Tovar Diosa.
En su informe sobre esta operación, la institución castrense confirmó que “alias ‘Chilingo’ era uno de los cabecillas más cercanos al ‘Zarco Aldinever’, principal articulador de la Segunda Marquetalia en el sur del país, ya que se encargaba de suministrar recursos ilegales provenientes de la extorsión, secuestro y narcotráfico”.
El último enfrentamiento documentado contra esa estructura ocurrió el 18 de marzo de 2025 en la vereda La Holanda, en Florencia, donde los militares capturaron a cinco presuntos integrantes de la facción y mataron a uno más.
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Hoy no es claro quién dirige a la Teófilo Forero en el terreno, en especial tras confirmarse la muerte de “Zarco Aldinever” en una supuesta emboscada perpetrada por el ELN al otro lado de la frontera.
Aunque no hay cadáver como evidencia ni certeza del sitio exacto del ataque, se presume que ocurrió en la primera semana de agosto, según un comunicado de los “marquetalianos”, que días después fue corroborado por el Ministerio de Defensa.
Ahora los ojos de las autoridades están puestos en Belén de los Andaquíes, puntualmente en la vereda Los Ángeles, donde se cree que se esconde “Daniel” o “David”, el supuesto implicado en el plan contra Miguel Uribe, y donde al mismo tiempo se coordina el resurgimiento de la tenebrosa columna móvil Teófilo Forero.
– Magnicidio del congresista Diego Turbay Cote: perpetrado en el 2000 en Caquetá; en el hecho también murieron su madre y otras cinco personas.
– Secuestro de 12 diputados de la Asamblea del Valle: sucedió en 2002, cuando la célula terrorista incursionó en la sede de la corporación en Cali; 11 de los 12 secuestrados fueron asesinados en cautiverio.
– Secuestro del avión de Aires: en 2002 fue tomada la aeronave y obligada a aterrizar en Gigante (Huila); de los pasajeros, fue raptado el congresista Jorge Gechem, quien permaneció seis años en poder de las Farc.
– Carrobomba del club El Nogal en Bogotá: dejó 36 muertos y 158 heridos en 2003.
– Masacre del municipio de Rivera (Huila): en 2006, los terroristas irrumpieron en la sede del Concejo Municipal y acribillaron a nueve concejales.