
Reaparece en televisión Jorge Luis Perdomo Di-Lella
- Cuba
- mayo 23, 2025
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LA HABANA, Cuba. – Fueron menos de dos segundos en pantalla, debido a un fugaz pase de cámara del Sistema Informativo de la TV cubana, pero allí estaba Jorge Luis Perdomo Di-Lella. Sin dudas era él, pero no ya como el viceprimer ministro que fuera hasta finales de octubre de 2024 —cuando fue destituido de modo exprés— sino como parte del público que asistió al taller “Transformando decisiones”, convocado por la Empresa de Tecnologías de la Información (ETI), de BioCubaFarma, y que aconteció entre el 20 y 21 de mayo en el Hotel Meliá Habana.
Solo fue un par de segundos en una noticia más del Noticiero del Mediodía de este jueves 22 de mayo, pero fue también el tiempo suficiente para reconocer su rostro —más regordete que cuando fue echado de la Plaza de la Revolución por “errores en el desempeño de sus funciones”— y así confirmar que los rumores eran ciertos, que no hubo proceso investigativo, que el castigo —si en verdad lo hubo— no pasó de la nalgada, que el “plan pijama” fue como unas vacaciones y que, bajo el régimen comunista, no todos somos iguales ante la ley. Y si no, que les pregunten a Roberto Robaina, a Carlos Lage, a Felipe Pérez Roque, que aunque ya no disfrutan de las “mieles del poder”, el haberlas probado los hizo inmunes al castigo.
No sé si habrá sido un error de los autores del reportaje, o si fue de esas filtraciones intencionales para iniciar una rehabilitación (ahora que están escasos de “cuadros presidenciables”) o para darnos un norte en medio de tanta desinformación, secretismo y silencio en los medios de prensa oficiales, pero lo cierto es que la nota no reapareció en el Noticiero de las 8:00 p.m. (aunque tampoco era nada relevante) y ningún medio la replicó, es más, ni siquiera en las redes sociales alguien ha salido a gritar que vio al fantasma de Di-Lella, ni se hicieron capturas de pantalla, y es que fue tan breve la aparición, tan inesperada, tan intrascendente el contenido noticioso que, al parecer, nadie tuvo oportunidad para hacerse con la foto que no dejaría dudas sobre la existencia de este abominable hombre de la “Continuidad”.
Pero sí estuvo en la pantalla este jueves 22, y fue su primera vez después de casi siete meses en la oscuridad mediática y, si de verdad lo hizo por un despiste de alguien en la televisión, del censor que no lo reconoció al nublársele la vista por no haber almorzado, entonces ya no volveremos a verlo en mucho tiempo (aunque tampoco es algo que entusiasme a la mayoría, ni siquiera a los que teníamos la curiosidad de saber cuál había sido el destino del “castigado”).
Y para cerciorarme de que no estaba equivocado, que era ciertamente Perdomo Di-Lella ese gordito escondido entre el público en el salón de conferencias del Meliá Habana, me fui a investigar un poco si guardaba alguna relación reciente con BioCubaFarma, y en especial con su Empresa de Tecnologías de la Información (ETI), y así descubrí que actualmente trabaja allí, y que hasta es miembro del Comité Científico encargado de evaluar y seleccionar las ponencias que se presentarán a la 5ta. Edición del Encuentro sobre Sistemas de Gestión para las Tecnologías de la Información y la Comunicación, SIGESTIC 2025, que sesionará entre los días 15 y 19 de septiembre de este año en Varadero.

En la página en internet de Sigestic encontrarán su nombre listado en medio de la convocatoria al evento que, por cierto, no es gratis, hay que pagar por asistir, y los precios están a tono con la inflación y la dolarización parcial: 50.000 pesos (o 150 dólares) para los estudiantes, y entre 60.000 y 65.000 (o 250 y 300 dólares) para ponentes y delegados; de modo que si alguien desea una fe de vida, ahí tendrá la oportunidad, aunque quizás el camarógrafo del Noticiero del Mediodía, con su indiscreción, le haya frustrado los planes de viajar a Varadero, y a Di-Lella lo regresen a la gaveta donde lo archivaron.
Más allá de que la defenestración de Perdomo Di-Lella trajo como consecuencia la desarticulación de TuAmbia, la empresa de envíos a Cuba a nombre del hermano, y que esto pudiera ser visto como un castigo, la realidad es que nadie ha sido castigado, ni se ha dicho cuáles fueron esos “errores en el desempeño de sus funciones”, que condujeron a la caída abrupta del viceprimer ministro solo unos meses después de que CubaNet revelara el vínculo no solo entre Joel y Jorge Luis, sino del negocio “privado” con el Grupo Palco, perteneciente al Consejo de Estado.
Quizás, de no haber sido por nuestra “indiscreción” periodística, el actual asesor científico de BioCubaFarma aún conservaría su puesto en el régimen, así como Alejandro Gil mantendría el suyo de no haber salido a la luz —por otra revelación de la prensa independiente y de los servicios de aduana de Estados Unidos—, su presunta conexión con la mipyme de Ciego de Ávila y, aún peor, con los dólares que fluían de La Habana a Miami. Pero, por el “error” o el despiste de la TV cubana, y por la casualidad de haber estado frente al televisor en el momento preciso, ya sabemos que algunos gatos de la Plaza de la Revolución tienen más de siete vidas y que siempre caen de pie.