¿Qué pasó en París? Pistas de la acusación del excanciller Leyva a Petro sobre supuesto consumo de drogas
- Colombia
- abril 24, 2025
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El exministro, quien fue gran defensor del Gobierno, publicó una carta en la que hace señalamientos inéditos hacia un presidente: que es drogadicto, que se “desapareció” en un viaje oficial y que está “secuestrado” por funcionarios.
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El sábado 24 de junio de 2023 el presidente Petro “desapareció” y nadie del Gobierno le daba razón a los periodistas, que además no habían sido notificados del cambio repentino Foto: Colprensa
No hay antecedente en la historia política reciente de Colombia de que algún alto funcionario de un gobierno, meses después de dejar su cargo, haya acusado públicamente al presidente de la República de tener “un problema de drogadicción”; tampoco de haber “desaparecido dos días en París durante una visita oficial” e incluso de estar “secuestrado” por un círculo de funcionarios calificados con toda clase de epítetos.
Así lo hizo Álvaro Leyva, exministro de Relaciones Exteriores del Gobierno Petro, quien publicó una carta de cuatro páginas este miércoles que aparece con un sello de radicación en Presidencia el día anterior. El excanciller, que salió por la puerta de atrás del Ejecutivo en mayo del año pasado, venía publicando desde hace meses una serie de cartas, a veces con mensajes cifrados, en las que criticaba a Petro y a algunos de sus poderosos aliados como el ministro Armando Benedetti o la canciller Laura Sarabia. Sin embargo, ninguna de esas misivas había sido tan reveladora y explícita como la que difundió este miércoles, alcanzando un cubrimiento internacional de medios como el periódico británico Financial Times.
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¿Qué hay detrás de las acusaciones y por qué Leyva lo hace hasta ahora? ¿Cómo pasó Leyva de decir “yo cuido al presidente Petro” a señalarlo de drogadicto?
Una fuente cercana a Leyva le dijo a EL COLOMBIANO bajo reserva que el excanciller “se inmoló por Petro cuando le dio la instrucción de terminar a como diera lugar la licitación de los pasaportes con Thomas Greg & Sons”, haciendo referencia al episodio que le costó al exministro un proceso disciplinario en la Procuraduría que lo inhabilitó por unos meses y luego condujo a su salida del gabinete. “Notifíqueme en la tumba, cuando salga el resultado de ese pleito, ya voy a estar muerto”, dijo Leyva, de 82 años, a la entonces directora de la Agencia Nacional de Defensa Jurídica del Estado, Martha Lucía Zamora Ávila, en 2023.
No está claro si esa fue su única motivación. Lo cierto es que el Gobierno Petro enfrenta otro episodio de “fuego amigo” en el que lo personal cobra relevancia pública por tratarse de asuntos de Estado: sea el paradero de un presidente en un país extranjero, su salud o la influencia de los funcionarios que lo rodean.
Estos son, analizados con matices, los puntos más relevantes de la carta de Leyva.
La “agenda privada” de Petro en París
El señalamiento que desató más polémica fue sobre un viaje del presidente Petro y un grupo de funcionarios, entre ellos el entonces canciller Leyva, a Francia. La visita oficial a París estaba prevista entre el 20 y 24 de junio de 2023, según el decreto 1003 de ese año; el mandatario colombiano se reunió con el presidente Emmanuel Macron y asistió a la Cumbre para un Nuevo Pacto Financiero Mundial. Pero el viernes 23, día del regreso a Colombia para llegar el 24, todo cambió. Modificaron de itinerario en la agenda presidencial para extender la estadía del jefe de Estado un día más, es decir, regresar el domingo 25.
A los periodistas que cubren Presidencia y que fueron a ese viaje se les dijo escuetamente que el cambio se debía a una supuesta reunión de alto nivel con delegados de la empresa Avions Marcel Dassault-Bréguet Aviation, que fabrica los aviones de guerra Rafale; el Gobierno estudiaba reemplazar la flota de Kfir israelíes y esa era una de las opciones junto a Estados Unidos y Suecia (que terminó quedándose con multimillonario contrato). Pero ese encuentro con la empresa francesa nunca ocurrió.
“(…) usted se desapareció dos días en París durante una visita oficial. Como si inteligencia francesa fuera incompetente como para no haber conocido su paradero. Momentos embarazosos para mi como persona y como su canciller. Y mucho más cuando supe en dónde había estado”, dice Leyva en su carta sin decir dónde. “Me apena decirlo hoy -tarde ciertamente-, pero por esa época ya tenía conocimiento de episodios suyos de similar comportamiento. Fue en París donde pude confirmar que usted tenía el problema de la drogadicción”, agrega.
En efecto, el sábado 24 el presidente Petro “desapareció” y nadie del Gobierno le daba razón a los periodistas, que además no habían sido notificados del cambio repentino y tuvieron que buscar hotel a última hora e incluso pernoctar en la embajada de Colombia en Francia.
EL COLOMBIANO conversó con una periodista que asistió a ese viaje, quien recuerda así el episodio: “La última declaración del presidente fue el viernes 23 a las 5:12 p.m. hora París, se suponía que íbamos al aeropuerto y fue cuando nos devolvieron a la residencia del embajador”, dice bajo reserva.
Según narra la reportera, un grupo de altos funcionarios se reunió para intentar justificar cómo podían extender el decreto que finalmente quedó: “(…) por un cambio en la agenda del señor presidente y por razones de orden técnico-aeroportuarias, se hizo necesario posponer el vuelo presidencial, de tal manera que el presidente de la República regresará a Colombia el 25 de junio de 2023”. Entre los funcionarios estaban Carlos Ramón González (ex director Dapre), Alfonso Prada (actual embajador en Francia), Germán Gómez (exjefe de prensa de Palacio) y el excanciller Álvaro Leyva.
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“Estaban en una mesa buscando qué hacer para extender el decreto (…) un funcionario colombiano me mostró por dónde se había salido el presidente Petro, una puerta blanca pequeña por donde salía el mayordomo de la residencia del embajador”, agrega la periodista.
De hecho, tras hacerse pública la carta este miércoles, el embajador Prada recordó el suceso y dijo que “hubo un cumplimiento total de la agenda programada”, pero reconoció que el sábado “él (Petro) sí tuvo una agenda privada en la que a nosotros, quienes estábamos acompañándolo, nos confirmó que le había dedicado el tiempo a su familia”, dijo en Red Más Noticias.
Horas antes, el mandatario publicó un primer mensaje en la red social X defendiéndose: “¿Es que París no tiene parques, museos, librerías, más interesantes que el escritor (Leyva), para pasar dos días? Casi todo en París es más interesante. ¿Es que acaso no tengo hijas y nietas en París, muchísimo más interesantes que el escritor?”. Luego publicó otro tuit: “Se me volvió pecado estar con mi familia. Por vivir varios de mis hijos y mi madre en el extranjero, por la persecución que sufrimos, tengo muy pocas oportunidades de verla. No creí que ese hecho desatara suspicacias atroces en personas a las que les he dado la mano”.
Su hija Andrea Petro lo secundó: “En Francia, mi papá encontró algo raro en Colombia: tiempo en familia, privacidad, calma. Su pasatiempo favorito fue estar con mis hijas, ser abuelo sin distracciones. ¿Culpable de desconectarlo un poco? Lo asumo. Solo buscábamos una paz que allá no permiten”.
Durante el miércoles, el mandatario hizo otras referencias de la carta que calificó como una calumnia e incluso en un evento público de la sanción de una ley de protección animal dijo: “Somos adictos al amor (…) lo que pasa el escritor ya no puede no puede hacer eso”. Y sobre las adicciones señaló: “(…) no puedo emborracharme desgraciadamente (…) me ponen esos tragos y me va a ardiendo hasta el alma. No es porque no quiera sino porque no puedo”.
Pero los señalamientos sobre un supuesto consumo de alcohol y drogas del presidente Petro no son de ahora. Desde 2023 varias columnas periodísticas, por ejemplo de María Jimena Duzán, han mencionado el tema citando fuentes bajo reserva del Gobierno, pero sin adjuntar ninguna prueba que lo demuestre. El jefe de Estado ha dicho desde ese momento que solo es adicto al café y que en Palacio “nadie se toma una sola gota de alcohol”. Es curioso que cuando al presidente lo han cuestionado por el supuesto consumo de drogas este responde solo sobre el alcohol.
Sin embargo, Leyva agrega en la carta que las “desapariciones, llegadas tarde, inaceptables incumplimientos, viajes carentes de sentido, frases incoherentes, cuestionadas compañías según algunos y otros descuidos suyos se han registrado y se siguen registrando señor presidente”.
Benedetti, Sarabia y Roa tienen “secuestrado” a Petro: Leyva
A las acusaciones de consumo de drogas y “desaparición” en un viaje oficial, el segundo punto relevante de la carta tiene que ver con las referencias que el exministro Leyva hizo de tres polémicos personajes del círculo cercano del presidente Petro.
“Presidente, desvincule a quienes han abusado de usted, que se han aprovechado de su complejísima situación y que le han hecho y continúan haciéndole terrible daño. (…) El presidente de Ecopetrol (Ricardo Roa), (Armando) Benedetti y la señora (Laura) Sarabia. Dícese de ellos que lo tienen secuestrado”, asegura Leyva. No es la primera vez que el excanciller critica a Benedetti y Sarabia, dos de los funcionarios más poderosos del Gobierno, que además tienen una guerra declarada entre ellos dos.
En esta nueva carta, Leyva dice sobre Benedetti que le correspondió nombrarlo como embajador en Venezuela: “Me dijo usted que hablara con él. Lo cité a mi apartamento. No quería aceptar la designación. Aspiraba a trabajar en una posición importante en Colombia. Quizá como un eventual ministro. Como si yo estuviera al tanto de sus problemas personales me manifestó que el doctor Miguel Bettín ya lo tenía al otro lado. Lo comentamos. Comprendí por todo lo que manifestaba que estaba adicto a las drogas (…) De mi entrevista con Benedetti concluí que se trataba de un enfermo. Sigue igual señor presidente (sic)”.
¿Qué hay detrás de la fractura de Leyva con Petro?
La carta cuestiona también el estilo de liderazgo del presidente: “(…) me sorprendió desde un comienzo que no nos pudiéramos sentar en ningún momento para trazar la política exterior del Estado”, confesó Leyva, algo que también han dicho otros ministros que salieron del gabinete.
Sin embargo, a finales de 2023, en medio del pleito entre la Cancillería y la firma Thomas Greg & Sons, el exministro no decía lo mismo. Hay registro de varios videos en los que exalta la figura del mandatario por “su transparencia” frente a las críticas por su forma de gobernar. Incluso, el periodista Daniel Coronell reveló en su momento el citado episodio de “notifíqueme en la tumba” en el que Leyva habría dicho, entre gritos, que él sí cuidaba al presidente. Lo que significaba que no le importaba las advertencias jurídicas con tal de cumplir las instrucciones del mandatario.
¿Qué pasó entonces? La carta da algunas pistas que coinciden con lo que indagó este diario. “Yo en ningún momento le fallé, presidente. Me jugué entero por usted y la causa. Ni un solo reclamo me puede hacer. Más, sin embargo, fueron surgiendo discrepancias y hechos de fondo que me fueron alejando. Sin traición alguna de mi parte, porque en mi formación y en mi carácter no cabe esa palabra”.
Esas discrepancias y hechos, no lo dice Leyva, también tuvieron que ver con su desempeño como canciller. Varios medios demostraron el poder que tenía su hijo mayor, Jorge Leyva, en esa cartera con la presunta influencia en nombramientos y contratos. Pero si nos vamos más atrás, Leyva también carga con otros cuestionamientos. Se trata de un político de origen conservador que, sin embargo, tuvo estrechas relaciones con líderes guerrilleros para adelantar supuestas gestiones en diálogos de paz. Incluso, en 2004, la Procuraduría consideró que existían “pruebas suficientes” para determinar que presuntamente el exministro Leyva Durán recibió dineros de casas de cambio propiedad del cartel de Cali: “tenía pleno conocimiento del origen de los dineros” a través de empresas fachadas, según el Ministerio Público en esa época.
Lo cierto es que como un mal recuerdo para el presidente Petro quedará aquel 25 de junio de 2022, día en que anunció el primer nombre para integrar su gabinete: “Alvaro Leyva Durán será nuestro ministro de relaciones exteriores. Será una Cancillería de la Paz. Colombia aportará al mundo todo su esfuerzo para superar la crisis climática y del mundo esperamos todo el esfuerzo para superar nuestra violencia endémica”. El anuncio fue recibido con júbilo por el petrismo en medio de la victoria —“Gran decisión, muy merecido”, dijo entonces Gustavo Bolívar—, pero casi tres años después aquellas palabras se esfumaron.
Lo inquietante de esta carta, más allá de todas las acusaciones, a las que no se les puede dar el 100 % de credibilidad, es que durante su mandato, Gustavo Petro ha recibido los ataques más duros de sus propios aliados. Aquellos enemigos que cita con frecuencia, como la oposición, los jueces o los medios, no le han hecho tanto daño al Gobierno como aquellos que “lo cuidaban”, empezando por él mismo. Todavía quedan 15 meses en los que este presidente ha demostrado que entre la espada y la pared, a veces se puede elegir la espada.
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