
Prensa oficial cubana admite auge del «químico»: una droga barata, adictiva y letal
- Cuba
- mayo 12, 2025
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MIAMI, Estados Unidos. — El medio oficial Cubadebate publicó este lunes un extenso reportaje que reconoce abiertamente la rápida expansión del “químico”, un cannabinoide sintético altamente adictivo que se consume masivamente en varias provincias cubanas y cuya circulación ya ha provocado hospitalizaciones, procesos judiciales y al menos una condena a siete años de prisión.
Aunque el Ministerio del Interior (MININT) asegura que el fenómeno “está bajo control”, la publicación oficial da cuenta de una presencia creciente de esta droga entre adolescentes y jóvenes, particularmente en barrios empobrecidos de Sancti Spíritus, como La Ranfla, en el consejo popular Kilo-12.
“Se trata apenas de un puñado de gramos, pero suficientes para envenenar a decenas”, dijo a Cubadebate el teniente coronel Iván Ruiz Mata, jefe provincial de la Unidad de Enfrentamiento Especializado Antidrogas (UEEA). El funcionario reconoció que, desde hace dos años, el químico “ha ganado en auge” debido a su bajo precio y facilidad de distribución.
Una droga para los pobres
Como alertó CubaNet en un reportaje anterior, el “químico” se ha convertido en la sustancia de consumo más accesible en la Isla. Una dosis cuesta entre 150 y 300 pesos cubanos, es decir, menos que una libra de azúcar, y su efecto —de entre 10 y 40 minutos— lleva a los consumidores a repetir con frecuencia el consumo, generando adicción en corto tiempo.
“El químico es lo que queda para los pobres”, explicó Josué, un joven habanero de 23 años entrevistado por este medio en enero de 2024. “Con lo que compras una bolsita diminuta de marihuana puedes pagar casi 20 químicos”, añadió.
El reportaje de Cubadebate admite ahora lo que durante fue minimizado durante meses: que esta droga circula con facilidad, se produce fuera del país y se transporta hacia el interior de la Isla usando rutas interprovinciales y mecanismos improvisados. “La droga que hoy entra a Sancti Spíritus proviene casi toda de la capital del país”, confirmó Ruiz Mata.
Por primera vez, la prensa oficial incluye testimonios de consumidores y familiares afectados. Javier, de 24 años, relató que el químico le robó un año de vida: “Me dejó sin dinero, sin dignidad. Me volví violento con mi esposa. Mi felicidad dependía del químico. Si no lo tenía, me volvía loco”.
Kenia, de 23 años, detenida con más de 400 porciones del estupefaciente, fue condenada en marzo a siete años de cárcel. “Mi madre terminó hospitalizada, mi padre rozó un preinfarto. Nadie imaginó que su hija estaría tras unas rejas por un delito tan grave”, contó al medio desde prisión.
Las autoridades reconocen que el 90% de quienes consumen esta droga por primera vez acaban repitiendo. “En el país y en la provincia ya tenemos reportes de personas hospitalizadas por sobredosis”, confirmó la capitana Leidy Laura Aragón Hernández, perito del Laboratorio de Criminalística.
Según detalló, “una dosis de apenas 0.5 cm² de papel impregnado puede causar taquicardias intensas, hipertensión, crisis psicóticas y conductas desinhibidas, como desnudarse en la vía pública”.
El químico contiene una mezcla de sustancias peligrosas, entre ellas carbamazepina, benzodiacepinas, formol, anestésicos para animales, fentanilo y fenobarbital, disueltas en orégano o aplicadas sobre papel. No hay estándares de preparación, por lo que cada lote puede ser más tóxico que el anterior.
Procesos penales en aumento
El fiscal jefe de Procesos Penales en Sancti Spíritus, Yoan Leonel Pereira Bernal, informó que en el primer trimestre de 2025 se iniciaron cinco procesos judiciales por tráfico de drogas, frente a solo uno en igual período de 2024. “La mayoría de los implicados tienen entre 18 y 35 años”, dijo.
Pereira aclaró que el mero consumo no es punible, pero alertó sobre el “consumo compartido”, donde quienes reparten la droga entre amigos pueden ser procesados por tráfico.
Las penas por tráfico, producción o introducción de drogas oscilan entre cuatro y 30 años de prisión. Los casos más graves, o con participación de menores, agravan la situación penal de los acusados.
Aunque las autoridades del sector educativo niegan la existencia de consumo en las escuelas, sí reconocen que varios menores están vinculados a este fenómeno fuera del aula. “Hemos tenido casos en secundaria básica vinculados al consumo de drogas”, admitió Andrei Armas Bravo, director provincial de Educación.
El Ministerio de Educación ha activado la Resolución 15/2019 para reforzar la prevención con talleres, actividades comunitarias y participación de las familias. Aun así, Armas Bravo insistió: “No podemos confiarnos. El trabajo con los padres es clave”.
Con su reportaje, Cubadebate admite por primera vez el impacto real y creciente del “químico”, una droga cuyos efectos ya son visibles en barrios, hospitales y tribunales del país. En contraste con su habitual retórica triunfalista, el medio reconoce que el fenómeno está lejos de ser marginal y que incluso involucra a sectores jóvenes que hasta hace poco eran ajenos al consumo de estupefacientes.
El artículo también implica, de forma indirecta, un fracaso de las políticas de prevención, en un contexto de crisis económica, migratoria y social.