Periodistas desnacionalizados de facto piden protección internacional – Nicaragua Investiga

Un grupo de al menos siete periodistas nicaragüenses en el exilio expusieron su situación de incertidumbre migratoria en una conferencia de prensa. Ellos denuncian que han sido desnacionalizados de facto por la dictadura de Daniel Ortega y Rosario Murillo, pero que al no haber una resolución judicial a como sucedió en el caso de los 222 y los 94 en febrero de 2023, no tienen forma de acogerse a los ofrecimientos de nacionalidad que hicieron países como España, México, Chile y Argentina.

«Nos condenan a una muerte civil sin reconocimiento legal», dijo el periodista Gerall Chávez, director de la plataforma informativa Nicaragua Actual.

Chávez también explicó que existen muchos otros periodistas en la misma situación, pero que por temor a más represalias contra ellos o sus familias prefieren no denunciar públicamente.  Aseguró que en la mayoría de los casos, o les retuvieron el pasaporte o les negaron su renovación, con lo cual se quedan sin posibilidad de identificarse en otro país, representando esto un vacío legal que vulnera sus derechos fundamentales.

«La privación del pasaporte, cédula de identidad y otros documentos esenciales para la vida civil nos somete a una exclusión social y jurídica extrema, impidiéndonos acceder a servicios de salud, empleo formal y educación», indicó el periodista.

Llamado internacional

«Instamos al Comité para la Protección de Periodistas, Reporteros sin Fronteras y la Red Centroamericana de Periodistas a pronunciarse públicamente sobre nuestros casos y solicitar a las naciones democráticas que han ofrecido la nacionalidad a más de 400 nicaragüenses desnacionalizados, entre ellos España, Argentina, Chile y México tomen medidas de protección para los periodistas nicaragüenses que también estamos desnacionalizados de facto», dice el comunicado que emitieron estos periodistas con el respaldo del Colectivo de derechos humanos Nicaragua Nunca Más, organización que asegura tiene años de documentar este tipo de apatridia.

«No tiene reconocimiento internacional», manifestó Gonzalo Carrión, miembro de este Colectivo de derechos humanos. Carrión dice que todo se trata de «pasada de cuentas por seguir contando la verdad».

Los periodistas han sido declarados enemigos de la dictadura. Frecuentemente Rosario Murillo, Daniel Ortega o sus funcionarios emiten discurso estigmatizantes y de odio en contra de la prensa no alineada de  Nicaragua, casi toda, en el exilio por persecución.

«son hechos sin precedentes, no hay comparación en el mundo», explica Carrión en relación a que este tipo de castigos, la desnacionalización y menos aun, la de facto, no había sido implementada antes por ninguna dictadura.

Incertidumbre y encierro en el país de refugio

Nayel Martínez, periodista del diario La Prensa relató las dificultades que tienen para ir al Consulado de Nicaragua en Costa Rica y hacer una solicitud de documentación oficial, ya que de acuerdo con las leyes costarricenses, ese territorio se entiende como nicaragüense.

«Si vas al consulado ponés en riesgo el refugio que te está dando Costa Rica, pero tampoco tenés tu documento, estás en un limbo», señaló. Y es que de acuerdo a las leyes de refugio, la persona solicitante, por estar en riesgo en su país, no puede ir a territorio nicaragüense, pero para tener un documento de viaje, se debe de haber autorizado ya el refugio y hay personas que pasan hasta 7 años esperando una respuesta definitiva.

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Gerall Chávez, relató que él se atrevió a ir al Consulado a solicitar su pasaporte, pagó el servicio y al final no le entregaron el documento.

Óscar Navarrete, fotógrafo del diario La Prensa, narró que a él lo dejaron apátrida un poco antes de exiliarse, cuando llegó a las oficinas de la Dirección General de Migración y Extranjería par renovar su pasaporte.  «La oficial de Migración agarró el documento de viaje y lo perforó, me dijo, venga la próxima semana durante tres meses y nunca me lo entregaron», explicó.

Desde 2018 la prensa independiente ha narrado a riesgo de cárcel y muerte la represión estatal impulsada por la dictadura, como consecuencia al menos 290 periodistas partieron al exilio y más de 60 medios han sido cerrados y confiscados.