Ortega y Murillo entregan sistemas informáticos del Estado a la tecnocracia China

La dictadura sandinista de Daniel Ortega y Rosario Murillo, a través de su hijo, Laureano Ortega Murillo, firmó un convenio con la empresa China Mobile Ltd. para actualizar los servicios y modernizar los sistemas informáticos del Ministerio de Hacienda y Crédito Público del país, y con la empresa china Nutech para los Sistemas Informáticos de la Dirección General de Servicios Aduaneros (DGA).

Tanto Nutech como Mobile son empresas bajo estricto control del Estado chino, siendo la primera casi completamente estatal y la segunda controlada a través del Grupo de Comunicaciones Móviles de China (CMCC, por sus siglas en inglés).

El convenio fue firmado a principios de septiembre como parte de la visita de Laureano Ortega Murillo para afianzar la cooperación entre la China comunista y la dictadura en Nicaragua. Los medios oficialistas que reportaron el trato no ahondaron en la naturaleza del convenio.

Ortega Murillo se ha convertido, a través de las negociaciones con socios mayores como China y Rusiam, en un funcionario de alto nivel para la diplomacia sandinista. Su visita también incluyó discusiones de seguimiento sobre el proyecto del aeropuerto internacional de Punta Huete, que hace más de un año fue dado por iniciado pero que hasta la fecha no muestra progreso alguno, un asunto cada vez más similar al del fallido Gran Canal Interoceánico del empresario chino Wang Jing.

El aeropuerto está a cargo de la empresa china CAMC Engineering, la cual recibió un adelanto de 120 millones de dólares del erario público tan sólo para aperturar el proyecto. Según la propaganda sandinista, China ya habría aportado cerca de mil millones de dólares en cooperación, este monto no se ha visto reflejado en las cuentas nacionales.

La República Popular China, bajo la dictadura del Partido Comunista Chino (PCCh), es uno de los pocos aliados que el régimen sandinista mantiene en el escenario mundial. Sin embargo, la cooperación de este régimen para con Nicaragua se ha limitado a gestos superficiales, al contrario de las grandes obras realizadas con su contrincante geopolítico, la República de China en Taiwán, con quien el régimen sandinista rompió relaciones en 2021 tras décadas de apoyo.