
«Nos quitan una propiedad que es nuestra»: Pastor tunero denuncia intento de desalojo
- Cuba
- marzo 20, 2025
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MIAMI, Estados Unidos. – Autoridades del régimen cubano informaron esta semana al pastor Jorge Travieso, líder del Ministerio Viento Recio en Las Tunas, que la vivienda utilizada por su congregación será decomisada y entregada a otra persona debido a supuestas necesidades sociales. La medida fue comunicada directamente al pastor por dos funcionarios de Vivienda en lo que Travieso calificó como una resolución “macabra” e “inaceptable”.
“Hoy nos están quitando la casa”, expresó el pastor en declaraciones al programa radial Cubano Confesante. Explicó que la propiedad, adquirida inicialmente mediante una compra ilegal en 2002, luego fue pagada en mensualidades al Gobierno durante más de 20 años en calidad de usufructo. Sin embargo, cuando se aprobó la ley que entregaba títulos de propiedad a usufructuarios, esta propiedad fue la única que no recibió la documentación correspondiente en su área, de acuerdo con el entrevistado.
“Los únicos que no recibimos la propiedad e hicimos toda la documentación requerida fuimos nosotros”, afirmó Travieso. Asimismo, añadió que la vivienda actualmente “está bastante deteriorada”, ya que el Ministerio Viento Recio nunca pudo repararla adecuadamente debido al constante litigio.
El pastor aclaró que la vivienda no se encuentra habitada permanentemente debido a sus malas condiciones estructurales, aunque sí se utiliza de manera regular para actividades religiosas infantiles los domingos. Actualmente, solo permanece en ella una persona encargada de cuidarla y proteger algunos bienes del ministerio.
Ante la intención gubernamental de desalojar al grupo religioso, Travieso manifestó: “Definitivamente no íbamos a entregar la casa. (…) Esa casa es nuestra y, si ellos [las autoridades] quieren darle a algún necesitado una propiedad, que la construyan, porque es muy fácil regalar lo que no es de uno”. También subrayó que esta actitud por parte del Gobierno cubano “es lo que siempre ha hecho”.
El pastor Travieso detalló que la conversación con los funcionarios gubernamentales fue “una discusión civilizada” en la cual ambas partes presentaron sus argumentos. No obstante, reiteró que su postura es irreversible: “No vamos a entregar y no vamos a salir a ver qué pasa, porque definitivamente la persona que está cuidando no va a salir de ahí”.
Travieso agregó que la iglesia ha pagado en dos ocasiones por la propiedad: primero al propietario original y después al propio Gobierno cubano.
“Solamente nos quitan la casa de una manera arbitraria, violando la propia ley que pusieron ellos, en la cual no dejaron que nos dieran la propiedad”, declaró.
El pastor afirmó que ha movilizado a su congregación para resistir pacíficamente: “Tengo movilizada a la iglesia porque si van a hacer algo, pues voy a llamar a la iglesia para que toda la iglesia acuda, firme, vea cómo se desaloja a una persona o cómo nos quitan una propiedad que es nuestra”.
Travieso pidió públicamente apoyo a otros pastores y creyentes y solicitó especialmente sus oraciones frente a esta crisis. Insistió en la naturaleza pacífica de su resistencia: “No somos violentos, somos pacificadores, pero somos hijos de Dios, que somos sencillos como palomas, pero también prudentes como serpientes. No vamos a fajarnos con nadie, pero sí vamos a reclamar nuestros derechos, porque realmente lo tenemos”.
Finalmente, el pastor expresó confianza en que la situación cambiará pronto en Cuba y subrayó el papel clave que desempeña la iglesia en este proceso. “Nuestra nación será libre. (…) Y nosotros tenemos un papel muy importante como iglesia en nuestras oraciones, en nuestra postura, en nuestra firmeza”, concluyó Travieso.
“Estamos plantados en que no vamos a entregar nuestra propiedad y orándole al señor para que nos ayude, para que los niños puedan estar ahí el domingo próximo y los otros que vienen hasta que el señor quiera”, agregó el pastor, quien aseguró mantener una postura de resistencia pacífica hasta que el Gobierno retroceda en su intención de desalojo.