
«Nos fuimos a dormir con hambre»: Turistas rusos se quejan de sus vacaciones en Cuba
- Cuba
- marzo 26, 2025
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MIAMI, Estados Unidos. – Una familia de turistas rusos procedente de Barnaúl que visitó Cuba durante dos semanas lamentó en conversación con el medio NGS22.RU las profundas carencias económicas en la Isla, que también les afectaron.
Aunque la familia esperaba encontrar un destino exótico lleno de confort, la realidad la sorprendió con severas limitaciones materiales y un servicio hotelero “sin variedad ni lujo”, dijo Daria Shevchenko, la miembro de la familia que ofreció declaraciones a la prensa. “En el hotel todo estaba ordenado, pero sin exquisiteces; las habitaciones eran estándar, sin muebles nuevos ni lujos”, agregó.
Uno de los aspectos más impactantes fue la escasez de alimentos y productos básicos en tiendas y hoteles. “Nuestro primer día fue bastante decepcionante. Una compañera incluso lloró porque no sabía qué comer de lo ofrecido. Algunos nos fuimos a dormir con hambre”, explicó Shevchenko.
Sin embargo, la situación mejoró ligeramente durante su estancia al adaptarse a la limitada oferta gastronómica: “Nos acostumbramos a la comida local y entendimos que no nos quedaríamos hambrientos”.
En contraste con la precariedad económica, la familia destacó la belleza de las playas cubanas en Varadero. También resaltaron la amplitud y tranquilidad de las playas, particularmente en febrero, cuando la afluencia turística es baja.
La grave crisis económica que atraviesa la Isla también fue evidente para los turistas rusos: “Muchas edificaciones están deterioradas, algunas parecen verdaderas ruinas. Hay personas viviendo en condiciones que podrían calificarse de tugurios”, afirmó Shevchenko.
Según la turista rusa, la situación económica se refleja claramente en la vida cotidiana de los cubanos, quienes dependen en gran medida de las tarjetas de racionamiento para obtener productos básicos: “Las estanterías de las tiendas están prácticamente vacías. A lo sumo puedes encontrar algunas latas o salchichas distribuidas mediante tarjetas de racionamiento. La gente hace colas con la esperanza de obtener algo con qué alimentar a sus familias”.
Shevchenko destacó además que ciertos artículos esenciales como medicamentos, productos de higiene femenina y ropa interior eran extremadamente difíciles de conseguir y “se valoran como oro”.
Por otra parte, la familia resaltó la amabilidad y hospitalidad de los cubanos como uno de los aspectos positivos del viaje. “Los cubanos son abiertos y amables, verdaderos guardianes del color local. No están acostumbrados a los lujos, pero encuentran alegría en cosas simples”, añadió Shevchenko.
No obstante, Shevchenko también mencionó los problemas causados por los mosquitos durante las noches: “Estos pequeños pero insistentes insectos pueden convertir las caminatas nocturnas en un problema real. Cada noche enfrentábamos un verdadero enjambre de mosquitos que, naturalmente, entraban en nuestras habitaciones”.
La familia gastó aproximadamente 415.000 rublos (casi 4.200 dólares estadounidenses) en total, incluyendo boletos, alojamiento y excursiones. De esta suma, unos 270.000 rublos fueron destinados al paquete turístico, mientras que alrededor de 100.000 se invirtieron en excursiones adicionales.