Murillo se toma la Policía sandinista «con permiso de Ortega»

La reforma aprobada por la Asamblea Nacional el miércoles, 27 de agosto, que habilita a Presidencia a nombrar dos jefes de la Policía Nacional, se comprende como una forma de ejercer control de parte de Rosario Murillo, esposa y codictadora de Daniel Ortega, según explicó en entrevista con Nicaragua Actual el abogado y analista político Eliseo Núñez.

“Ya lo hizo en el Instituto Nacional de Turismo (INTUR), en el Sistema Nacional de Prevención de Desastres (SINAPRED); todavía no lo había hecho en los cuerpos armados porque no tenía el control de esto, pero es el modelo de ella de poner dos jefes“, señaló Núñez.

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Según el experto, el objetivo es doble. Primero, se trata de una medida cosmética, buscando alimentar la idea de “equidad de género” con cargos públicos repartidos mitad hombre mitad mujer; en segundo lugar, “quiere tener un control cruzado: dos personas en el mismo nivel que le permiten mantener una tensión interna que le da la seguridad de que quien esté ahí no la va a traicionar“.

La doble jefatura fue extendida a la propia presidencia a finales de 2024 con la aprobación de una serie de reformas a la constitución sandinista. Otros organismos, como la Contraloría General de la República, fueron restructuradas siguiendo esta idea de mando dual.

“La Policía es de ella totalmente. La Policía no tiene bando con Ortega. Es más, yo dudo que esa división Ortega/Murillo exista. Yo creo que ellos dos son dos caras de una misma moneda. Dividirlos creo que es un error de análisis”, agregó Núñez.

De tal forma, es el Ejército de Nicaragua el único cuerpo armado del país que elude al control de Murillo, aunque ha demostrado lealtad hacia el régimen, a través de la figura de Ortega y en base a concesiones, privilegios y cuotas de poder en el régimen.

Pero a juicio de Núñez, es inevitable que también que el Ejército sucumba a las presiones de Murillo. “Eventualmente lo va a tocar. Ella, por el momento, no lo hace porque no tiene todavía todas las herramientas. Pero ya está avanzando en ese sentido,” señaló el experto.

“Ortega está de acuerdo con esto y es porque Rosario desconfía de la jefatura actual de la Policía“, dirigida desde julio de 2018 por Francisco Díaz, consuegro de Ortega, “y va a desconfiar de la que pongan, por eso requiere de dos”, continuó el análisis.

De tal modo, explicó Núñez, “Ortega le está heredando” el liderazgo del régimen sandinista y su objetivo es “control absoluto” del país.