Más de 40 propuestas para más de 40 ladrones

LA HABANA, Cuba. – El grupito de “dirigentes” de la FEU que se fue a “dialogar” con ETECSA terminó con 40 propuestas insustanciales, que no responden a las demandas de los estudiantes que dicen representar, y concluyó sobre todo con una linda foto grupal que pretende decirle al mundo que todo está OK con una empresa que no solo ha estafado, sino que reiteradamente ha mentido, ha ocultado información y que, en una verdadera democracia, ya hubiera sido debidamente auditada hasta el tuétano, demandada y sancionada por violación de contratos y por otros delitos que, según la ley vigente, se pagarían con penas de prisión para varios de sus directivos, y hasta con la destitución de unos cuantos jefazos del Ministerio de Comunicaciones, comenzando por su titular.

Cuarenta propuestas que hacen honor a ese número de ladrones de la historia de Alí Babá, y por tanto funciona como mensaje subliminal (o inconsciente) de que las reuniones apenas han sido un complot entre bandidos, orquestado por un Gobierno y una “sociedad anónima” que, en primera y última instancias, responden a los intereses de quienes manejan el negocio de las comunicaciones desde el Ministerio de las Fuerzas Armadas, y desde el Ministerio del Interior, de modo que el Ministerio de Comunicaciones es como una extensión de ambos, una entidad accesoria, incapaz de ofrecer respuestas o implementar “propuestas” sin que alguien con verdadero poder de decisión les dé el visto bueno.

En realidad, esos “dirigentes” de la FEU se han ido con 40 justificaciones que no por casualidad fueron “aceptadas” el mismo día en que Humberto López apareció en televisión para continuar el circo de la victimización de ETECSA, que aún no responde por qué, si desde hace años, sabía de los fraudes que presuntamente la desangraban, no advirtió desde el primer momento, al menos a los clientes, de lo que estaba sucediendo, ni emprendió el operativo policial por el cual hace unos días fueron detenidos varios individuos “vinculados a esquemas fraudulentos” con las recargas internacionales, a los cuales dicen haberles incautado más de 40 millones de pesos en efectivo. 

¿Por qué, solo luego de las protestas estudiantiles y las reacciones contra el tarifazo, es que la Policía decidió actuar contra estas “ilegalidades”? ¿Por qué sabiendo dónde ir a buscar a los “infractores”, teniendo los medios para identificarlos, es precisamente en los últimos días que acometen las redadas? ¿O es que acaso los tantos “ejercicios” de Gobierno para enfrentar las ilegalidades no han servido para nada (solo para cerrar mipymes de emprendedores políticamente molestos), y ni siquiera tenían en cuenta ese desfalco millonario que supuestamente condujo al tarifazo de ETECSA? 

La conclusión se cae de la mata: o alguien dentro de la dirección de ETECSA o en la mismísima estructura principal que la dirige desde GAESA se ha beneficiado de tales “esquemas fraudulentos” (incluso participando mediante testaferros en el exterior) o el asunto de las estafas con las recargas internacionales se lo han inventado en el último minuto para, una vez más, traspasar la culpa a entes externos, al “bloqueo”, a los “odiadores” y así continuar desde el papel de víctima no solo desfalcando al ciudadano sino también criminalizando todo tipo de protesta que llegue desde las verdaderas víctimas, que son los estudiantes, jubilados, trabajadores estatales y emigrados, a los que descaradamente han traspasado la responsabilidad de resarcir a ETECSA por los daños causados por “terceros”.

Si la razón realmente hubieran sido los esquemas fraudulentos externos, entonces los operativos policiales habrían precedido al tarifazo, pero es evidente que nadie en ETECSA, por no decir en GAESA, deseaba abundar demasiado en ese detalle que no es el único que conectaría al conglomerado militar, como principal beneficiario, con otros esquemas fraudulentos desde el exterior, y que van más allá de las telecomunicaciones, como serían las importaciones de autos y partes, el trasiego de cargas, la apertura de cientos de off-shore en cuanto paraíso fiscal existe en el planeta.

Centrando los debates en la supuesta “crisis” interna de ETECSA y buscando soluciones que en nada benefician a los perjudicados, puesto que no revierten el injustificado tarifazo, el régimen no solo busca salirse con la suya sino, además, desviar el asunto de lo que es realmente esencial una vez que la mala gestión de la empresa, la corrupción interna, y la falta de transparencia han salido a la luz para colocarse en el centro de lo que debiera ser un verdadero debate nacional.

Un debate en profundidad, en tono bien fuerte, de protesta en las calles, que conduzca no solo a una reestructuración de la empresa en cuestión, a una diversificación de las opciones, a la destitución de sus directivos incluso más allá de la propia ETECSA, ya por corrupción o por ineptitud, sino además a transformar radicalmente, al menos por ahora, las organizaciones estudiantiles, a diversificarlas, a retornar a la necesaria autonomía universitaria y, por supuesto, exigir el derecho a la manifestación pacífica. 

El régimen sabe muy bien que, buscando probar fuerzas, con el zarpazo de ETECSA ha despertado a una fiera difícil de calmar, y eso son los estudiantes, que son también parte de una generación que no desea envejecer y morir en dictadura, que construyó su refugio temporal en internet a falta de otro en la realidad física, pero cuando aquel le resulte pequeño para sus sueños y ambiciones, tomará por la fuerza las calles y las universidades, que si de verdad son de los “revolucionarios” —y el régimen cubano ya no lo es, hace mucho tiempo que dejó de serlo—, entonces deberán ser nuevamente de todos los que deseamos “Patria y Vida”, no dictadura, abusos y muerte.