
Luisito Comunica entra a una tabaquería cubana y critica el «adoctrinamiento»
- Cuba
- mayo 13, 2025
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En la tercera entrega de su serie sobre Cuba, el youtuber mexicano describe en detalle la producción del tabaco cubano y denuncia la transmisión de propaganda política en los centros de trabajo estatales.
MIAMI, Estados Unidos. – El youtuber mexicano Luisito Comunica publicó este martes el tercer video de su serie dedicada a Cuba, en el que explora el proceso de producción del tabaco desde el cultivo hasta el empaquetado.
Aunque el tono general del video es descriptivo y admirativo del trabajo artesanal, el creador de contenido también cuestiona abiertamente el uso de espacios laborales estatales como plataformas de difusión ideológica.
Durante su visita a una prefábrica de habanos, Luisito destacó el papel histórico de las mujeres en el proceso de despalillado de las hojas de tabaco, así como la tradición del lector o lectora que lee en voz alta a los trabajadores durante la jornada laboral. Aunque presentó la práctica como un elemento cultural valioso, subrayó que la literatura y las noticias compartidas están cuidadosamente seleccionadas por un comité. “A la hora de la chamba (…) te están leyendo más sobre Fidel Castro y más sobre el Che Guevara y puras noticias positivas de Cuba”, explicó.
“Esto es una muestra del adoctrinamiento que aplican las autoridades cubanas a su gente”, afirmó en otro momento. Asimismo, envió un mensaje a sus seguidores: “Quiero aprovechar para decirle, sobre todo a la gente joven que esté viendo este video, que usted no tiene que pensar cómo se les dicta, usted puede leer otro tipo de literatura, pueden ver otro tipo de películas, escuchar otro tipo de noticias. No tiene que pensar necesariamente como tu abuelito o tu abuelita”.
En el video, el youtuber describe en detalle las distintas etapas del proceso: desde el cultivo en fincas rurales como la de un campesino identificado como Humbertico —quien explicó que el 90% de la cosecha debe venderse obligatoriamente al Estado— hasta la fermentación, secado, selección, prensado y empaque del tabaco. También entrevistó a la directora de la prefábrica que visitó, quien narró su ascenso desde obrera hasta directiva y destacó que “más de 54 países tienen contratos con Cuba y consumen tabaco cubano”.
Luisito Comunica elogió la dedicación de los trabajadores y calificó la labor como “admirable”, aunque también llamó la atención sobre el control estatal en cada etapa del proceso productivo. “Solamente el Gobierno puede hacer las marcas”, le respondió un campesino al preguntarle por la posibilidad de comercializar tabaco con sello propio.
Esta entrega contrasta parcialmente con las anteriores. En su primer video, el influencer denunció abiertamente la precariedad de los servicios públicos, las restricciones tecnológicas y las difíciles condiciones de vida en la Isla. “Todo, absolutamente todo, es sumamente complicado”, dijo entonces. La segunda parte, más enfocada en aspectos culturales, fue criticada por el periodista cubano José Raúl Gallego, quien afirmó que Luisito “asimiló y reprodujo toda la propaganda que le pusieron delante”.
En este tercer capítulo, si bien Luisito vuelve a destacar la calidez de la población cubana, introduce un matiz crítico al referirse al uso político del espacio laboral. “Esto sí que quiero compartírselos”, comenta antes de mostrar los horarios detallados de lectura en voz alta.
Al final del video, el youtuber realiza su primer intento de fumar un habano cubano, guiado por productores locales. Aunque el segmento resalta el valor cultural del producto, no omite reflexionar sobre el control estatal que permea incluso en la industria tabacalera, considerada una de las más emblemáticas del país.
Con más de 44 millones de seguidores, los videos de Luisito Comunica sobre Cuba tienen amplio alcance y han generado reacciones tanto de apoyo como de crítica. Mientras algunos celebran que el influencer “muestre la otra cara de Cuba”, otros consideran que su contenido, aunque bienintencionado, contribuye a reforzar narrativas oficiales al no abordar con mayor profundidad temas como la represión política, la censura y la falta de libertades civiles.