Los matan, lastiman y extorsionan: así crecen las alertas en la población LGBTIQ+ por violencia en Antioquia
- Colombia
- abril 20, 2025
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Mujeres trans y hombres gais son los de mayor riesgo, según denuncias. Hasta les ponen citas por apps que son trampas. Yan van 15 homicidios en Antioquia.
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Este mural fue pintado en días recientes luego de que la ciudad y el país se indignaran con la tortura y asesinato de Sara Millerey, una mujer trans del municipio de Bello. FOTO ESNEYDER GUTIÉRREZ CARDONA
A Selena la citaron a través de una red social, el pasado 6 de abril. Le enviaron un vehículo de aplicación para que la recogiera en el barrio Colombia, de Medellín, y la llevara a un apartamento en La Estrella, al sur del Valle de Aburrá. Pero al llegar, no había apartamento; en el lugar, un hombre la abordó y le dijo que fueran por comida. Pocos minutos después, la apuñaló y huyó. A ella la auxiliaron personas del sector y la llevaron a un hospital donde le salvaron la vida. De no haber sido así, Selena habría sido la segunda mujer trans asesinada hace 15 días en Antioquia, porque ese mismo fin de semana torturaron, humillaron y mataron a Sara Millerey González Borja, en Bello.
Para las organizaciones LGBTIQ+ ni la agresión ni el homicidio son casos aislados. Afirman que son prácticas sistemáticas de violencia contra esta población, que tienen prendidas las alarmas y que refuerzan el llamado al Estado para que actúe con mayor contundencia. No en vano las expectativas son muy altas para que las autoridades capturen a los responsables del crimen de Sara Millerey. Tampoco son gratuitas las críticas al secretario de Seguridad de Bello por referirse a la víctima como un hombre, porque esos detalles sí importan, son asunto de derechos humanos, de identidad de género, y, por eso, la alcaldía tuvo que pedir disculpas.
Importan más ante la seguidilla de muertes violentas de personas LGBTIQ+. El último homicidio fue el de Ángel Miro Guisao, el pasado miércoles, en su propia casa, en el barrio La Playita, de Chigorodó (Urabá). Solo un día antes, también en el apartamento donde vivía, en el corregimiento San Cristóbal de Medellín, encontraron asesinado a Juan Gonzalo Henao Montoya.
Según la ONG Caribe Afirmativo, del primero de enero al 16 de abril de este año, en Antioquia fueron asesinadas 15 personas LGBTIQ+ entre las 30 registradas en todo el país en ese periodo, lo que convierte al departamento en el de más homicidios contra esta población. De los 15 casos 8 fueron hombres gais, 3 mujeres trans, 2 mujeres lesbianas y 2 hombres trans.
Wilson Castañeda, director de Caribe Afirmativo, señala que la violencia ejercida revela patrones que aumentan la presunción de que son crímenes cometidos en razón de la orientación y la identidad de género de las víctimas y que ello tiene un elemento visible en la forma como muchas veces se encuentran los cuerpos: “El modus operandi hace pensar que es violencia por prejuicio, que es lo que tiene que determinar la Fiscalía”.
Medellín registra la mayoría de agresiones y homicidios en Antioquia, por su número de habitantes y por ser zona estratégica y central del Valle de Aburrá. Para Édgar Yepes, gerente de Diversidades Sexuales e Identidades de Género de la Alcaldía de Medellín, “las personas con mayor visibilidad de su identidad u orientación sexual, como las mujeres trans —quienes transitan su identidad en su propio cuerpo— o los hombres gais con expresión de género femenina, tienden a ser más expuestas a agresiones”.
“Nos tienen acorraladas”
Harley Córdoba, director de Derechos Humanos de la Alianza Social LGBTI de Antioquia, recuerda que históricamente las mujeres trans han sido unas de las más violentadas de esta población, en especial aquellas en otras condiciones de vulnerabilidad, como la prostitución o la habitanza en calle. Y, coincidiendo con Caribe Afirmativo, anota que los grupos delincuenciales organizados son preponderantes en las agresiones y muertes de personas LGBTIQ+ como parte del control territorial y social en el que esta población es estigmatizada y señalada como “dañina para la sociedad”.
Entonces, para Córdoba, un caso como el de Sara Millerey, al golpearla, fracturarle los brazos y las piernas, arrojarla a una quebrada e impedir que otras personas la ayudaran, podría tomarse como una práctica de “violencia correctiva, una dinámica de tortura, de limpieza social”.
Curiosamente, la última Mesa de casos urgentes que lideró el Gobierno Nacional en Antioquia para tratar estos temas se realizó en Bello, en agosto pasado. Allí, las organizaciones dieron cuenta de que en ese municipio, al igual que en zonas como Boston, Centro de Medellín, se presenta una alta incidencia de mujeres trans que ejercen la prostitución por falta de oportunidades, y que están en alto riesgo de violencia.
Mujeres trans en ejercicio de prostitución en el Centro de Medellín contaron para este artículo, con reserva de identidad, que el caso de Sara Millerey y la reciente agresión a Selena han causado mayor temor y muchas ni siquiera se atreven a salir de sus casas. Una de ellas afirmó que han aumentado llamadas de supuestos clientes que las encuentran en plataformas o por aplicaciones de citas, para citarlas en diferentes lugares: “Preguntan, ‘¿haces domicilios a Bello?’ O preguntan si pueden ir a la casa de nosotras y nos dicen, ‘vamos de Bello’”.
Hace tres semanas, aseguró una, fue citada a un hotel y, cuando llegó, en la habitación había tres hombres: “Me trataron de encerrar, me tocó forcejear mucho, partí el televisor, como pude me defendí, pero pude salir”. Ella misma cuenta que hace mucho no trabaja en la calle porque allí, en especial en el Centro de Medellín, también las asfixia la violencia de los combos, las amenazan, las extorsionan (deben pagar vacuna) para dejarlas ejercer la prostitución, les cobran multas si no pagan, les quitan las pertenencias, las hacen ir del barrio o las agreden: “Nos tienen acorraladas, eso nos perjudica a las que nos vemos obligadas por necesidad a ejercer el trabajo sexual”.
Desde la Gerencia de Diversidades Sexuales de la Alcaldía de Medellín afirman que la comuna 10, La Candelaria, presenta alta incidencia de agresiones a esta población, no solo porque el centro es área de tránsito, sino también porque históricamente ha sido un espacio para su encuentro y esparcimiento. “Una de cada cuatro denuncias de violencia en contra de la población LGBTIQ+ ocurre en el centro de la ciudad”, informan.
“Los buscan por apps de citas”
Los hombres gais son el otro grupo en mayor riesgo. Córdoba recuerda que, incluso, las agresiones contra personas LGBTIQ+ empezaron a ser más visibles y a más en la esfera pública desde 2022, cuando ocurrieron varios asesinatos de hombres gais, de clase media, que eran contactados por aplicaciones de citas. El tema fue otro de los que se trató en la Mesa de casos urgentes convocada por el Gobierno Nacional en agosto de 2024, así como en la última liderada por la Alcaldía de Medellín, el 31 de enero pasado.
En ambos espacios se enfatizó en casos de hombres gais citados por estas aplicaciones para sostener encuentros íntimos, a quienes luego dejaron en estado de indefensión, los amarraron, les robaron, los extorsionaron o, en varios casos, los asesinaron y dejaron sus cuerpos con signos de violencia con sevicia. Córdoba indica que esa sigue siendo una forma de los delincuentes focalizar a personas LGBTIQ+ para cometer delitos en su contra.
Al respecto, el gerente Yepes señala que la mayoría de casos de lesiones, constreñimiento, hurto y violencia sexual contra esta población tiene relación con apps de citas, que muchas veces usan para engañar a personas LGBTIQ+. “Esta modalidad, que combina violencia por prejuicio con delitos comunes, pone en evidencia la vulnerabilidad en la que se encuentran muchas personas de la población”, dice el funcionario.
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Córdoba cree que la gravedad mayor es la escalada de estos delitos que terminan en asesinatos, situación que para él debe ser materia de análisis especial de las autoridades y no quedarse en asuntos pasionales o personales. “¿Por qué personas de un grupo criminal escogen a una persona LGBTIQ+ y no a una heterosexual? ¿Por qué deciden utilizar la búsqueda de sexo como elemento de arrastre de la víctima? ¿Por qué si el objetivo de la estructura ilegal es hurtar y extorsionar terminan asesinándolas? ¿Por qué la forma en que lastiman esa vida es con sevicia, propiciando golpizas correctivas, ahorcándolos, atándolos con cables de televisor, dejándolos amarrados de pies y manos, con marcas en el cuerpo, en las bañeras?”, se pregunta el líder social.
Para Castañeda, los prejuicios sociales hacia personas LGBTIQ+ son un factor que perpetúa la violencia. Todavía se presentan casos en los que a parejas homosexuales las agreden de forma verbal o física por demostraciones de afecto en público. El director de Caribe Afirmativo expresa que pese a los avances en la defensa de los derechos humanos, sectores conservadores siguen alimentando discursos de odio, estigmas y actitudes de discriminación, que se suman a un clima de impunidad que legitima agresiones. De hecho, según la organización, el 63% de los homicidios registrados en el país este año no se ha resuelto.
Mientras que los líderes critican la falta de acciones contundentes y concretas para evitar que sigan estos delito, desde la Alcaldía de Medellín indicaron que también están poniendo foco especial en los hogares de las personas LGBTIQ+, pues muchas veces son el principal expulsor. Por ello, empezaron a acompañar a 163 familias para que sean entornos protectores de sus seres queridos con orientaciones sexuales diversas.
Además, han realizado 74 procesos formativos en colegios públicos sobre estos temas; han orientado a 4.586 personas LGBTIQ+ y sus familias para acceder a derechos; han acompañado a otras 1.289 en educación, empleabilidad, emprendimiento y proyecto de vida; han brindado asesoría jurídica a 394 más; han acompañado a 14 empresas para lograr entornos laborales libres de violencia y discriminación a las personas LGBTIQ+; han ejecutado 17 acciones enfocadas en sensibilizar, capacitar y formar a operadores jurídicos, garantes de derechos y estudiantes de Ciencias Jurídicas, Políticas y afines en conceptos sobre diversidades sexuales y de género, así como 15 acciones para la atención integral en salud a esta población; han hecho actividades pedagógicas y de movilización con 5.487 personas.
No obstante, Castañeda, Córdoba, las mujeres trans del Centro, familiares y amigos de las víctimas y diversas organizaciones siguen alzando la voz para exigir medidas urgentes ante una grave situación que no da espera. “La diversidad nos está costando la vida”, dicen.
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