Los desafíos que enfrenta Colombia en su nueva relación con Estados Unidos

En entrevista con la agencia de noticias Xinhua, la directora del Doctorado en Estudios Políticos y Relaciones Internacionales de la Universidad Nacional de Colombia, Diana Andrea Gómez, señaló que en esta administración estadounidense, uno de los asuntos más preocupantes para Colombia es la migración que se acrecentó en años recientes y en 2022 “tuvo un pico muy importante”.

“El año pasado más de 300.000 colombianos no regresaron, siendo el destino principal Estados Unidos, pero con el Gobierno actual de una política antimigratoria tan severa tendremos que lidiar con más deportados y con más tensiones respecto a los casos de colombianos que caigan en las redadas al interior de Estados Unidos”, dijo.

De igual forma, la experta mencionó que los recortes anunciados por Estados Unidos afectarán directamente el área de la implementación del Acuerdo de Paz, ya que alrededor del 76 por ciento de la ayuda humanitaria que recibe Colombia llega de Estados Unidos, de los fondos de la Agencia de los Estados Unidos para el Desarrollo Internacional (USAID).

“Todo esto se cae en gran medida porque obviamente organizaciones como USAID a algunas ONG, apoyos a la JEP (Jurisdicción Especial para la Paz) que es tan importante para Colombia en todo este proceso, terminan sin recursos, terminan sin apoyo y esto estaba contribuyendo a ayudar a todo este proceso de paz, ya muy diezmado obviamente con la presidencia de (Iván) Duque”, señaló.

Además, advirtió que Colombia también perderá gran parte del apoyo de Estados Unidos en materia de lucha ambiental, teniendo en cuenta que el presidente estadounidense es negacionista del cambio climático.

“Frente a estos temas que eran de prioridad del Gobierno colombiano, del presidente (Gustavo) Petro y de su política exterior, pues quedan realmente hechos polvo. Entonces, en ese contexto es que se van a mover las relaciones entre Colombia y Estados Unidos”, resumió la profesora.

Respecto a la amenaza latente de aumento de aranceles por parte de Estados Unidos, Gómez consideró que implicaría un duro golpe para la economía nacional que está articulada e interrelacionada con la del país norteamericano, aunque aclaró que esta amenaza puede promover la búsqueda de otros mercados, pero esto tomaría tiempo y exigiría un cambio en la política exterior y comercial.

“Es la oportunidad de oro para Colombia de acercarse a mercados del Asia Pacífico. ¿Cómo no? A mercados como el chino”, sostuvo. “Unidos a una visión de diversificación de las exportaciones, tanto lo que son las materias primas como ya productos como el café, como las esmeraldas, las flores, las frutas, pero de una manera diversificada”, precisó, al tiempo que adelantó que se requiere una planeación a mediano plazo en relación con los productos nacionales más representativos.

Por su parte, el profesor investigador de Relaciones Internacionales de la Universidad Externado de Colombia, Rafael Piñeros, coincidió en que “no es fácil la apertura de mercados”, pero China podría ser una gran opción.

En ese sentido, destacó que la reciente inauguración de la ruta marítima entre Buenaventura y Shanghai, en el océano Pacífico, puede contribuir a fortalecer el comercio entre Colombia y China.

El profesor señaló que Colombia también puede reforzar la presencia en el sudeste asiático y apostar por mercados como Oceanía, con Nueva Zelanda y Australia, que también se han acercado a Colombia.

Para Piñeros, en este tiempo de desafíos a nivel global, además de intensificar la búsqueda de nuevos mercados, el país sudamericano requiere invertir más en ciencia, tecnología e innovación, mejorar la oferta exportable y fortalecer su infraestructura interna.