‘Le atenderemos si trae su propia electricidad’: condición para acceder a ciertos servicios públicos en Caibarién
- Cuba
- marzo 11, 2025
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«Le atenderemos si trae su propia electricidad«, esa es la respuesta que encuentran quienes intentan acceder a algunos servicios de instituciones estatales en Caibarién, Villa Clara, afectado por largos apagones en horario laboral, como gran parte de Cuba.
Las oficinas del Banco Popular de Ahorro (BPA), la Notaría, el Registro de la Vivienda y del Catastro, la Oficoda y el Registro de la Propiedad, fundamentalmente, están aceptando que cuando los clientes precisen de ciertos servicios lleven consigo plantas eléctricas de su pertenencia para conseguirlos.
La medida no apareció en anuncio de ninguno de estos organismos, «aunque fue debidamente consultada y autorizada por las instancias superiores» de cada ministerio, expresó una empleada del BPA de Caibarién a la cola que se armó súbitamente cuando los usuarios hastiados de esperar días por el milagro de la luz, vieron reactivado el local. La solución surgió como una alternativa a la ausencia permanente de corriente en este territorio, que recibe electricidad principalmente de madrugada, y solo dos o tres horas continuas cuando se trata del horario diurno.
Trasladada la inquietud al número 18888 —habilitado por la estatal Unión Eléctrica (UNE) en la provincia para reportes, aclaraciones y quejas del pueblo—, la operadora que atiende a veces el teléfono explicó que «la decisión de dar la orden de poner o quitar el servicio a los 156 circuitos apagables de Villa Clara es responsabilidad exclusiva del Departamento de Despacho de Carga».
Lo peor no es que no funcionen los cajeros automáticos por falta de energía o de dinero líquido, sino que el Banco de Crédito y Comercio (BANDEC) o el BPA, únicos activos, tampoco puedan asignar a las tarjetas magnéticas de jubilados y pensionados el monto correspondiente a las mensualidades que otrora fluían en tiempo.
Helen Sánchez, una española que recién se casó con un caibarienense dijo que compró «con euros la gasolina» para que su suegra «pudiera tramitar la venta de su casa». Un vecino «prestó» su planta eléctrica, que «gasta dos litros (de combustible) por hora».
«La administradora del banco nos da preferencia porque, hasta que ellos no arreglen su planta (que está rota desde hace años) o traigan una nueva y le den suficiente combustible para encenderla, entonces el servicio dependerá de gente como nosotros», añadió la española.
Una trabajadora de la Notaría, que no dio su nombre por temor al despido, dijo a DIARIO DE CUBA: «Los novios que vienen a casarse a la carrera, y no porque estén demasiado enamorados, sino porque están planeando emigrar juntos, se frustran si no tienen una generadora que aportar».
Cuestionada sobre la posibilidad de hacer el casamiento en el Registro Civil colindante, la trabajadora aclaró que «no se puede tramitar el acto de inscripción allí pues, aunque traigan la planta eléctrica, hace falta que haya luz en los municipios de Remedios y Camajuaní al unísono, porque la transmisión de datos no fluye si no tenemos una conexión conjunta a internet».
Esta misma explicación —muy difícil de entender para el mortal común—, ofreció al público desesperado por la obtención de pasaportes la empleada de la Dirección de Extranjería y Trámites de Identidad del MININT. Agregó que, en medio de la oscuridad reinante en la sala de espera, sí se podría entregar el Carné de Identidad a quienes realizaban ese trámite. «Pero los pasaportes, aunque estén confeccionados, no se pueden dar por razones de asentamiento en el registro», dijo, dejando entrever que, una vez pagado el documento que cuesta 2.500 pesos, el propietario puede aparecer como «regulado» por las autoridades y no poder usarlo.
Ante la duda surgida entre algunos presentes que dijeron haber perdido pasajes de vuelo porque llevaban desde diciembre esperando por el documento cuya fecha de entrega «ya sobrepasa los dos meses de atraso», la funcionaria, vestida de verde olivo, respondió: «Lo siento, pero los pasaportes se confeccionan en Santi Spíritus, no en Villa Clara, y ustedes saben bien las dificultades que enfrenta el país para resolver los problemas del transporte. Hay que tener paciencia».
En las oficinas de ministerios élite como ese —últimamente muy concurridas por cubanos que quieren abandonar la Isla— se aprecia la merma del personal que atiende al pueblo porque han pedido la baja casi masivamente lo mismo empleados que policías. A esas dependencias nadie se ofrece a llevar su generador de energía para paliar la carencia. No tendría sentido porque ocurre como en el Registro Civil y todo organismo que trabaje con el Sistema Único de Información Ciudadana (SUIC), se necesita del servicio eléctrico estable en los tres municipios que a la vez se conectan con la central capital —Santa Clara—. Y esa coincidencia imprescindible para poder operar sin intermitencias es actualmente una quimera.