Laureano Ortega el burgués “del pueblo” – Nicaragua Investiga

Laureano Ortega es después de Daniel Ortega y Rosario Murillo la figura de más poder dentro de la estructura dictatorial.

Es sin lugar a duda, el heredero del poder que se han tomado por la fuerza sus padres. Viaja a Rusia y a China a firmar importantes convenios y préstamos, aparece al lado de sus padres en los eventos oficiales y ofrece discursos contra el capitalismo salvaje para vender al Frente Sandinista como un partido “para los pobres”.

Pero absurdamente disfruta de una lujosa vida que no se esfuerza por ocultar. Es la más clara representación del doble discurso del sandinismo, el repentino “burgués” que se enriquece del “capitalismo salvaje”.

Laureano Ortega usa ropa de alta costura y se le ha visto exhibir una colección de relojes rolex de oro. Además, de ostentar equipos tecnológicos de la marca Apple, una de las más importantes y simbólicas empresas de Estados Unidos, a quienes ellos califican como “imperialistas”.

El palacete del heredero

Recientemente se filtró información a través del periodista Miguel Mendoza de la mega construcción que realizó Laureano Ortega en una de las zonas de más plusvalía de Managua, al sur de Villa Fontana.

Es un palacete de dos pisos con seis habitaciones y seis baños, con pisos de mármol importado de Italia, con sistema de blindaje y en un terreno de tres manzanas con un costo aproximado de 11 millones de dólares.

El periodista Fabián Medina reaccionó en sus redes sociales: “Para pagarse su mansión de 11 millones, Laureano Ortega tendría que haber trabajado desde el día que nació, ganando 21,500 dólares mensuales y sin gastar un solo centavo en otra cosa”, señaló.

Laureano Ortega sigue acumulando poderes para firmar acuerdos internacionales

De acuerdo con la ley vigente, ningún funcionario puede ganar más que el presidente, el cual está estipulado en 3,100 dólares mensuales, con lo que este palacete bien aplicaría para ser objeto de una investigación por parte de la Procuraduría General de Justicia “Todos contra la corrupción”, que anunció entusiasta Rosario Murillo hace una semana.

William Grigsby, vocero de la dictadura, dijo en un programa hace unos días atrás que la lucha contra la corrupción es necesaria para controlar los abusos de los servidores públicos.

“De pronto era una compañera o un compañera que acababa de terminar sus estudios, acaba de ingresar al servicio público y en cosa de dos años, ya tiene dos carros, se compró una casa en un residencial, y gana 30 mil pesos, y de dónde sacó y compró esa mansión, esa es otra manera (de detectar la corrupción), enriquecimiento abrupto, repentino”, dijo el oficioso propagandista.