
Las noches cubanas dejaron de ser sutiles
- Cuba
- agosto 6, 2025
- No Comment
- 4
Nuestras noches se distinguen por un calor que hace pensar en el infierno, ese que es también muy caluroso y oscurísimo.
LA HABANA, Cuba. – Las noches habaneras siempre tuvieron encantos a montón, pero eso fue hace ya mucho tiempo. Las noches de ahora en nada se parecen a las de antaño, esas que invitaban al paseo, al sano esparcimiento; ya nada es igual. Las noches de hoy tienen un distingo muy particular. Leer en la noche y en la cama resulta un imposible.
Leer en la noche, antes de dormir fue costumbre de no pocos cubanos; marcar la última página leída era garantía de continuidad, de goce enorme. Reiniciar la lectura era fiesta grande, pero no siempre se consigue ahora, en estos tiempos. La fluidez de la lectura se deshace en un santiamén, y la culpa, la mayoría de las veces tiene que ver con la oscuridad que fluye invadiendo todos los espacios.
Cerrar el libro en la última página leída, o por terminar de leer, podría ser un imposible, toda una desgracia porque la mayoría de las veces no conseguimos encontrar el marcador que habíamos dejado cerca para indicar la página del reinicio de la lectura, y lo mismo suele suceder a quien mira un serial televisivo o una película en la televisión. Todo oscuro, adiós función.
La noche habanera ya no es buena para el sano esparcimiento: “La calle está mala”. La vida citadina se hace cada vez más peligrosa. La delincuencia crece y se enseñorea, y no son pocas las víctimas que encuentran su peor desgracia en los sitios más visibles de la urbe, incluso en el mismísimo barrio, cuando ya casi conseguían abrir la puerta de la casa. Casi a punto de salvarte aparece alguien que te tira al suelo y te pide, con la mayor tranquilidad, que le entregues todo cuanto tienes. Y tú sin conseguir la solidaridad que antes se hacía más común.
Las noches habaneras son peligrosas, lo mismo si vas a la farmacia que si haces el camino hasta el teatro que perdió la luz en el momento en que debía abrirse el telón y comenzar la función, o a solo 15 minutos de que se cerraran los telones. Las noches habaneras son muy peligrosas, y mucho más si andamos solos y a la vista de los tantísimos atracadores que andan corriendo en desespero para encontrar a su próxima víctima, esa que podría ser un jovenzuelo que volvía a casa después de visitar a la novia.
Nuestras noches se distinguen por un calor que hace pensar en el infierno, ese que es también muy caluroso y oscurísimo. Nuestras noches ya no son para las películas. Nuestras noches son para mirar el reloj y saber cuántos minutos, incluso segundos, tendremos luz o alguna imagen en la pantalla del televisor. Las noches cubanas son rotundamente oscuras. Nuestras noches, nuestras vidas, ya no muestran ninguna sutileza. Nuestras noches son oscuras, sudorosas.
ARTÍCULO DE OPINIÓN Las opiniones expresadas en este artículo son de exclusiva responsabilidad de quien las emite y no necesariamente representan la opinión de CubaNet.
Sigue nuestro canal de WhatsApp. Recibe la información de CubaNet en tu celular a través de Telegram.