La verdad detrás del título de «Comandante» de Daniel Ortega – Nicaragua Investiga

Un análisis de Nicaragua Investiga en Youtube ha puesto en tela de juicio el tan arraigado título de «comandante» atribuido al dictador Daniel Ortega Saavedra, figura central de la política nicaragüense. El reportaje, titulado «¡Revelado! Daniel Ortega es un COMANDANTE sin combates», profundiza en la cronología de Ortega para exponer lo que sus realizadores denominan un «engaño histórico».

El video desvela que la trayectoria de Daniel Ortega dista de la imagen de un estratega militar forjado en el fragor de la batalla. Su incursión en la actividad política, que comenzó a la temprana edad de 14 años, se centró inicialmente en actos de protesta, vandalismo y sabotaje contra intereses vinculados al gobierno de Somoza y la embajada estadounidense.

No fue hasta los 19 años, mientras iniciaba sus estudios de derecho, que Ortega fue reclutado por el Frente Sandinista de Liberación Nacional (FSLN). Su participación se inclinó entonces hacia la financiación de la guerrilla a través de robos a bancos y pequeños negocios, no a enfrentamientos armados directos. El informe subraya que estas acciones, aunque destinadas a adquirir armamento, a menudo resultaron en lesiones o la muerte de guardias de seguridad y civiles inocentes.

Un punto crucial que resalta el reportaje es el período de encarcelamiento de Ortega. Fue arrestado en 1967 a la edad de 21 años por su implicación en uno de estos robos, permaneciendo en prisión desde ese año hasta 1974. Durante este tiempo, la investigación enfatiza que Ortega estuvo «ausente de acciones militares o guerrilleras», coincidiendo con etapas «intensas y decisivas» de la insurgencia sandinista.

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La liberación de Ortega en 1974 tampoco estuvo ligada a méritos militares. Se produjo como parte de un intercambio de prisioneros tras el asalto sandinista a la casa de José María Castillo, donde se tomó como rehenes a personal diplomático. Tras su liberación, Ortega fue trasladado a Cuba y posteriormente exiliado en Costa Rica, no regresando a Nicaragua hasta el 20 de julio de 1979, el día después de la huida de Somoza.

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El origen de su título de «comandante» es uno de los hallazgos más reveladores. Esta denominación era históricamente conferida a los miembros de la dirección nacional del FSLN, sirviendo como reconocimiento de su «posición política y de liderazgo dentro de la organización», y no necesariamente como un rango ganado en el campo de batalla. Incluso se sugiere que su ascenso a esta posición fue en gran medida facilitado por un acuerdo de su hermano, Humberto Ortega, para evitar confrontaciones entre otros comandantes que aspiraban al cargo, al considerar a Daniel una figura «manipulable».

La pregunta que resuena es clara: ¿Posee Daniel Ortega verdaderamente los méritos militares para ostentar el título de «comandante»?. Este análisis invita a una profunda reflexión sobre la narrativa histórica y la construcción de figuras políticas en el contexto de la revolución sandinista.