
La primera línea de Petro: “yes men” y funcionarios con investigaciones por corrupción
- Colombia
- junio 1, 2025
- No Comment
- 8
La última semana del presidente Gustavo Petro se asemejó a una serie de Netflix. Hay quienes dirían que todo el periodo de Gobierno ha tenido drama, suspenso y puntos de giro. Ese estado de crisis en el que se ha consolidado la administración se ha mantenido intacto desde que estalló el primer gran escándalo con la exempleada de Laura Sarabia, Marelbys Meza.
Desde entonces, un listado de funcionarios ha sido protagonista de uno tras otro escándalo que parecen haberse convertido en un teflón político para el presidente. Ninguno lo ha tocado directamente, pero sí le han hecho un daño incalculable al proyecto político de la izquierda.
La semana que termina es un capítulo más de contradicciones, revelaciones y cambios en historias del poder. David Racero, Ricardo Roa, Armando Benedetti y Laura Sarabia son algunos de los alfiles de Petro que han estado involucrados.
El otro punto de giro es la derrota de las calles. Aunque el mandatario dijo que no estaba detrás del paro convocado por los sindicatos, hay por lo menos dos grandes discursos suyos llamando a movilizaciones permanentes y “cabildos abiertos”. Ese término no se adecúa a lo que el presidente hizo en Barranquilla.
Como lo explicó Rodrigo Uprimny, un cabildo abierto en la Constitución es una reunión de comunidades con la participación de autoridades locales para resolver conflictos específicos. Los eventos del presidente tienen características de carrera electoral con narrativas populistas y logística de campaña.
Fabio Arias, presidente de la CUT, había dicho en Blu Radio que esperaba que esta semana salieran cuatro millones de personas a las calles. Eso no ocurrió y en Bogotá no alcanzaron a salir ni 2.000, de acuerdo con los cálculos de la Alcaldía y la reportería de EL COLOMBIANO que estuvo en los principales puntos del paro y en la Plaza de Bolívar los dos días. En total, en todo el país salieron alrededor de 25.000 personas.
Petro trató de desmarcarse del paro diciendo que el Gobierno no lo convocó pero lo cierto es que sus meses de llamados a las calles no tuvieron éxito.
Y, terminada la semana, el presidente no asistió a la Cumbre de Mandatarios de Estados del Caribe en Montería. La canciller Sarabia tuvo que excusarlo asegurando que eran motivos de “fuerza mayor”.
Pero Petro volvió a reaparecer ayer en la mañana defendiendo a Ricardo Roa del megaescándalo en Ecopetrol por la consultoría que se estructuró con la firma Covington and Burling por 5,8 millones de dólares para revisar si las investigaciones a Roa estaban teniendo incidencia en los mercados para la petrolera. Allí se habla de una supuesta intención de hacer interceptaciones a miembros de la junta directiva y Mónica de Greiff renunció al organismo sin explicación.
El presidente tomó una decisión progresiva. Desde que una noche sin aviso dio una alocución para anunciar la salida del Gobierno de José Antonio Ocampo, Cecilia López y Alejandro Gaviria, Petro ha decidido renunciar a los liderazgos más técnicos para rodearse de activistas, “yes men”, y sus alfiles de confianza que hoy tienen investigaciones serias por casos de corrupción o conductas personales.
EL COLOMBIANO hizo una revisión de los perfiles que hoy tienen más poder en el Gobierno y en el Congreso, y los que más escándalos agotan en la prensa e investigaciones que magistrados en la Corte Suprema adelantan por casos graves de posible abuso de poder, excesos personales, atribuciones indescifrables y dinero sin explicación. Esta es la primera línea de Petro en su último año de Gobierno.
Armando Benedetti, ministro del Interior. FOTO:(Colprensa – Cristian Bayona).
Armando Benedetti, con seis investigaciones en la Corte, y adicto a las drogas, cogobierna
Benedetti ha tenido más de siete vidas en el Gobierno Petro. En el último Consejo de Ministros, en el que funcionarios de alto nivel como Susana Muhamad, Gustavo Bolívar y Francia Márquez lo confrontaron, todos ellos perdieron.
Muhamad y Bolívar salieron del Gobierno por razones distintas, pero con el adiós del presidente. Y a Francia Márquez la movieron del Ministerio de la Igualdad. Benedetti aceptó en una entrevista en la Revista Cambio que es adicto a las drogas y ha hecho tratamientos de rehabilitación; tiene seis investigaciones abiertas en la Corte Suprema.
Una de ellas por el caso Fonade, en el que el “Ñoño” Elías y Musa Besaile, sus excolegas del Congreso, fueron condenados. La otra, porque no logró explicar con suficiencia por qué Euclides Torres le prestó 3.500 millones de pesos en efectivo para comprar una casa en Puerto Colombia.
Hoy, el ministro es el hombre detrás del poder. Junto a Angie Rodríguez, directora del Dapre, decide la agenda del presidente, le da golpes a la mesa directiva del Congreso y amenaza con decretar una consulta, aunque el Senado votó negativo. Benedetti insulta a periodistas y medios, las mujeres que lo rodean se han quejado antes de maltrato y es un político tradicional que además tiene audios en los que habla de financiación ilegal por 15.000 millones de pesos para la campaña del 2022. Hoy esa es la mano derecha de Petro.
Guillermo Jaramillo, ministro de Salud. FOTO: (Colprensa – Camila Diaz)
Guillermo Jaramillo, tiene a varios familiares y amigos de su hermano en puestos
Aunque Guillermo Jaramillo es médico y especialista de profesión, hoy sus acciones y resultados están lejos de beneficiar al personal médico y a los pacientes del país.
Su obsesión con tomar decisiones unilaterales sin concertar con los actores del sistema le han significado regaños de la Corte Constitucional, que le ha ordenado que los presupuestos máximos y la Unidad de Pago por Capitación se establezcan en mesas de reuniones con consenso.
Jaramillo decidió, además, frenar el pago de deudas retrasadas del Gobierno con las EPS y las intervenciones no han funcionado como se esperaba. Las tutelas a la Nueva EPS por falta de entrega de medicamentos crecieron mucho más en el último año con la intervención que en años anteriores sin ella.
El manejo de las reservas técnicas de Famisanar y Sanitas tienen serios cuestionamientos y Jaramillo quiso acelerar el cambio del modelo del sistema de salud de los maestros (Fomag) que ha sido catastrófico, sin control de precios y con protestas de los maestros en las regiones.
A la familia de Jaramillo además le ha ido bien en el Estado. Su esposa, Beatriz Consuegra, es superintendente delegada y dicen que tiene más poder que el superintendente actual. Y su hijo, Alejandro Jaramillo, fue designado director de la Oficina de ProColombia en Londres.
Laura Sarabia, la canciller a la que las sombras del suicidio del coronel Dávila persiguen
Laura Sarabia es la mujer más poderosa del Gobierno. Aunque en el sector público y privado reconocen su disciplina para trabajar, la canciller está envuelta en una guerra frontal con su exjefe, el ministro del Interior, que le ha significado problemas de gobernabilidad y reputación a la administración.
Tiene varios escándalos pasados a cuestas: la persecución a Marelbys Meza, su exempleada, quien terminó en un polígrafo contra su voluntad, y en un expediente falso del Clan del Golfo para que pudieran interceptarla irregularmente.
La semana que termina se conoció que la Comisión de Disciplina Judicial inició una investigación para determinar por qué 10 funcionarios de Medicina Legal entraron al expediente del caso del coronel Óscar Dávila y si hubo una manipulación a las conclusiones del informe de su muerte, algo que la institución negó.
Dávila murió en un suicidio sospechoso en una camioneta oficial frente a su casa, luego de dejar a su familia en el aeropuerto. Era el hombre de seguridad en Presidencia que estaba a cargo de la sala del polígrafo. Y era ficha clave en el caso Marelbys.
Representante a la Cámara David Racero. FOTO: (Colprensa – John Paz)
David Racero, el elegido por Petro para ser presidente de la Cámara, se ha dedicado al nepotismo y a dar empleos en condiciones indignas
David Racero pasó de ser uno de los símbolos del cambio a uno de los activos tóxicos del proyecto del presidente Gustavo Petro. Su caso podría ser de estudio en el marketing político. Racero era visto como un joven que en los próximos años podría ser presidente. Hoy esa posibilidad no existe.
El congresista dinamitó su reputación en la política con las prácticas clientelistas y el trato que le daba a sus empleados en audios que envió a personas cercanas.
A Racero no se le puede entender en su carrera política si no es al lado de José Luis Mayorca, su tío, quien hizo política antes que él y que fue accionista de la poderosa EPS Medimás.
Esta terminó intervenida y liquidada por numerosos escándalos de corrupción. Hoy representa la incoherencia del Gobierno y del discurso del cambio. El daño que su caso le hizo a su partido y a los objetivos de la administración es grande.
Hollman Morris, gerente de RTVC: Photo by: Cristian Bayona/Long Visual Press/Universal Images Group via Getty Images
Hollman Morris, el estratega de comunicaciones que instaló un modelo de acoso laboral en RTVC
Hollman Morris es el asesor de comunicaciones del presidente. Morris, igual que Petro, logró llegar a un teflón en el que ningún escándalo le hace daño por grave que sea. Las investigaciones de EL COLOMBIANO sobre las conductas sistemáticas de acoso laboral, censura y otras prácticas que serán reveladas en los próximos días, son otra de las contradicciones del Gobierno.
A un buen número de contratistas en RTVC se les renueva su contrato cada tres meses para que Morris pueda vigilar qué tan comprometidos están o no con el proyecto del Cambio, según dijeron más de 15 fuentes consultadas.
Hay un caso específico de un periodista al que retiraron del noticiero porque entrevistó a Jennifer Pedraza, quien denunció las historias de agresión de Morris a las mujeres. El aparato de medios del Estado hoy no lo es. El conglomerado de medios públicos funciona en todos sus espacios únicamente para la defensa a ultranza del Gobierno y su promoción.
Con ello se rompió la tendencia de independencia del medio con el Gobierno, que está para la información y la pedagogía no gobiernista de todos los ciudadanos. Morris, además, usa al medio como plataforma política personal y de sus cercanos.
Ricardo Roa Barragán, presidente de Ecopetrol. FOTO: (Colprensa – Cristian Bayona).
Ricardo Roa, el gerente de Ecopetrol y de la campaña que ha estado más ocupado reaccionando a crisis que administrando la petrolera
Ricardo Roa llegó a Ecopetrol luego de administrar la campaña presidencial de Gustavo Petro y ser su gerente. Es el principal acusado de la financiación presuntamente irregular por las cuentas incongruentes de viajes en avión con la empresa SADI, relacionada con un narcotraficante; el pago a testigos electorales; la compra de pauta en televisión; y el relacionamiento con una empresa de Bitcóin que terminó siendo una estafadora para centenares de inversionistas.
Roa ha tenido que salir a responder muchas más veces a los medios por escándalos propios que para contar cuáles son los resultados de Ecopetrol. El gerente también fue señalado de supuestamente haber beneficiado desde Ecopetrol a un empresario del sector, Serafino Iacono, a quien le compró su apartamento actual.
También de permitir que el difunto empresario antioqueño, William Vélez, le remodelara su apartamento, y la influencia de su pareja, Julián Caicedo, en la empresa y en contratos con otras entidades del Estado.
El caso más reciente es el de la intención de contratar una consultoría estadounidense por 5,8 millones de dólares para que revisara si sus escándalos tenían incidencia en la empresa. Hay una acusación de presunta interceptación a varios funcionarios de Ecopetrol.