La oferta de vehículos ‘recuperables’ del Gobierno de Cuba no es ‘una oportunidad’ y podría salir muy cara

El ministro de Transporte de Cuba, Eduardo Rodríguez Dávila, aclaró este miércoles que la entrega de vehículos recuperables del sector estatal por medios antiguos, anunciada por el Gobierno la semana pasada, no constituye una oportunidad para reponer y modernizar un vehículo envejecido. De hecho, las personas interesadas podrían tener que invertir altas sumas de dinero para recuperar esos «vehículos (de) baja técnica en mal estado, que concluyen su período de explotación en la renta del turismo», según la explicación que ofreció el funcionario en su página de Facebook.

Aunque el ministro no ofreció un estimado de lo que podría costar la reparación de esos medios de transporte, la reciente denuncia del campeón olímpico cubano de boxeo Erislandy Álvarez podría dar una idea de lo que tendrán que gastar quienes adquieran.

Rodríguez Dávila explicó que «lo que muchos han interpretado como una oportunidad para reponer y modernizar un vehículo envejecido, de los que existen decenas de miles en Cuba, en realidad no es más que un procedimiento existente desde poco más de un año, ajustado a partir de las peticiones de la población para permitir que los vehículos baja técnica que antes se desarmaban dado su deterioro, puedan ser recuperados por quienes los adquieran y tengan la posibilidad de hacerlo».

De esa forma, el ministro cubano rebajó las expectativas generadas por el anuncio y dejó claro que quienes adquieran esos vehículos deberán tener recursos para repararlos.

La buena noticia es que la compra se hace en moneda nacional, ya que «estos vehículos amortizan su costo en divisas durante la explotación en la renta», explicó Rodríguez Dávila.

La venta en moneda nacional también se explica por el hecho de que son vehículos dados de baja técnica y en mal estado. Pese a ello, además de pagar una suma en moneda nacional —que se calcula considerando impuestos y márgenes comerciales regulados por el Ministerio de Finanzas, según explicó el portal oficial Cubadebate la semana pasada—, las personas tendrán que entregar su auto o moto envejecido.

La venta de esos vehículos en mal estado tampoco es masiva y se organiza «teniendo en cuenta la alta demanda y la poca disponibilidad», señaló Rodríguez Dávila.

«La alternativa, es una opción más, aprovechando lo que tenemos, mientras que el país no disponga de recursos financieros en divisas suficientes para poder organizar un proceso de modernización masivo, a precios asequibles y facilidades de pago, como correspondería emprender, dado el envejecimiento generalizado y la magnitud del parque automotor del país», añadió.

El ministro de Transporte de Cuba explicó que el procedimiento no se lleva a cabo «para emprender una reposición masiva», sino que es «una posibilidad más derivada de los ajustes realizados a la política de comercialización de vehículos, un mecanismo para darle un uso útil a vehículos que antes se desarmaban, pudiendo ser aprovechados por parte de la población, mientras esta no disponga de recursos financieros para adquirirlos nuevos o en una mejor condición, pero sí para reparar y completar estos, que son más modernos que los que poseen».

Sin embargo, la queja del único campeón olímpico del boxeo cubano en París 2024, Erislandy Álvarez, sobre el carro con el que lo «premió» recientemente el Gobierno, hace suponer que quienes adquieran esos vehículos «que antes se desarmaban» tendrán que desembolsar varios miles de dólares para poder usarlos.

Álvarez fue uno de los atletas a los que el Instituto de Deportes, Educación Física y Recreación (INDER) otorgó un auto el pasado 3 de marzo, como reconocimiento a sus resultados deportivos.

El Gobierno cubano no oculta que esos carros son de uso. De hecho, el propio Rodríguez Dávila dijo a finales de diciembre que los vehículos que concluyen su explotación en el alquiler al turismo en buen estado, tienen como prioridad las ventas en MLC y luego, según lo previsto en el Plan de la Economía, van a la reposición de los taxis, del seguro, de entidades estatales y estímulo a médicos y deportistas.

Sin embargo, Álvarez afirmó en una publicación en Facebook —borrada posteriormente, aunque fue capturada por el medio deportivo Swing Completo— que lo que le dieron «fue una mierda, lo único que sirve es el motor», y que ya había gastado en el carro «casi 5.000 dólares y lo que le falta». Menos de 15 días después de haber recibido el auto, ya le había explotado una goma, según el post.

¿Si eso sucede con uno de los autos que se destinan al «estímulo» de los atletas de Cuba, tras concluir su explotación en el sector del turismo «en buen estado», según el ministro, qué pueden esperar quienes adquieran un vehículo dado de baja técnica y en mal estado?

De todas formas, los interesados en la reposición deberán esperar un poco más de lo previsto para inscribirse en el sitio web de la empresa Servicios Automotores SA (SASA), como consecuencia del más reciente de los cuatro apagones generalizados que ha sufrido Cuba en apenas seis meses.

Inicialmente, se había informado que podrían hacerlo a partir del próximo 21 de marzo. Sin embargo, este martes, Rodríguez Dávila informó en Facebook que «debido a la desconexión del SEN se ha decidido posponer esta habilitación para nuevos casos y dar un tiempo más, para que todos aquellos que poseen expedientes aprobados según el procedimiento vigente antes del 31 de diciembre de 2024 y no se hayan registrado en el sistema, tengan la oportunidad de concluir el proceso de registro, antes de que comience el acceso de nuevos interesados».