
La Habana vuelve a caer en el saco de la programación de apagones
- Cuba
- marzo 24, 2025
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La estatal Empresa Eléctrica de La Habana publicó una programación de apagones desde este lunes 24 de marzo hasta el 30 de marzo por el déficit de generación que sigue consumiendo el Sistema Electroenergético Nacional (SEN) y para cuya recuperación el Gobierno apuesta por las energías renovables, aunque el ministro de Energía y Minas (MINEM) ha admitido que solo con parques fotovoltaicos no se saldrá de la crisis.
A través de su perfil oficial en Facebook, la entidad informó de una división en cuatro bloques para cortes que afectan a la totalidad de los municipios.
En su parte diario, la Unión Eléctrica informó que el domingo se estimaba un déficit de 500 MW para horas del mediodía, mientras que en la noche se proyectaba una disponibilidad de 1.960 MW y una demanda de 3.020 MW. En esas condiciones la estimación fue de un déficit de 1.060 MW y una afectación de 1.130 MW.
El viernes, según informó el diario oficial Granma, quedó inaugurado el tercero de los 92 parques solares fotovoltaicos previstos para sincronizarse con el Sistema Eléctrico Nacional hasta 2028.
Bajo el nombre La Sabana, la estructura —con una potencia de 21,8 megawatts (MW)— es parte de las inversiones iniciadas este año en la provincia Granma para elevar las capacidades de generación mediante fuentes renovables, con la ejecución, además, de otros tres de estos parques en los municipios de Niquero, Manzanillo y Río Cauto.
Este domingo Vicente de la O Levy, ministro cubano de Energía y Minas, en una entrevista a Granma, aclaró que «la recuperación» del SEN «no es con los parques solares fotovoltaicos solamente». Estos son «lo más connotado o lo más novedoso, lo diferente», pero hay otras cuestiones que golpean.
«Hay un tema que es combustible, porque la producción de combustible –igual que se deprimía el Sistema Eléctrico Nacional– también venía decreciendo; al extremo de que se analizó que iba a llegar un momento en que no íbamos a tener combustible ni para las termoeléctricas. Hablamos del crudo nacional, y del gas acompañante para generar corriente», dijo.
El ministro añadió que el país siempre ha sido dependiente de la importación de combustibles, «al punto de que la factura petrolera es la mayor de Cuba; más que los alimentos, más que los medicamentos, más que todo«.
También recordó que, del combustible importado para sostener la economía completa, la generación de electricidad es el mayor consumidor: más de la mitad de todo el combustible que usa el país es para generar corriente.
Además, «estaba decreciendo la producción nacional de combustible, mientras la tendencia era que el consumo de las termoeléctricas, en petróleo y gas, iba a ser superior a la producción nacional. Eso, por un lado. El tema eléctrico empezó a complicarse no solo por el estado técnico de las termoeléctricas (también el combustible, su extracción nacional). Tenía que ver con las mismas causas que afectaron a las termoeléctricas: deterioro, falta de recursos, de piezas de repuesto«, añadió.
De la O Levy dijo que «perforar un pozo es una inversión, pero mantener después ese pozo lleva recursos, que hay que ponerle todos los días», y la carencia obligó al régimen «a ir cerrando pozos, cerrando y cerrando», porque no tenían los insumos para mantenerlos activos.
Admitió que, para el mantenimiento de la generación, si el sistema eléctrico estuviera funcionando bien, todos los años habría que ponerle entre 250 y 350 millones de dólares.
«Un año que le dejes de poner esos recursos, no se recupera; y no ha sido solo un año. Esa es la factura que estamos pagando. No ha sido posible, el país no ha tenido los ingresos suficientes», afirmó.
Dijo que, al decrecer la producción de petróleo, al no tener el Gobierno finanzas para importar otra vez los millones de toneladas que necesita la economía; «lo primero es frenar ese decrecimiento, a la par de disminuir el consumo de combustible, mientras se amplían las capacidades de generación» y «ahí es cuando se decide avanzar en los paneles solares fotovoltaicos, y más que en los paneles, en ampliar los planes del uso de las fuentes renovables de energía».
Según el ministro, los paneles pasan a ser el proyecto más grande, porque las inversiones son menos costosas, porque se hacen más rápido y porque se pueden repartir por todo el país, pero el Gobierno insiste en que también es necesario producir más petróleo.
Al cierre de 2024, la falta de recursos materiales y financiamiento provocó que la producción del crudo nacional disminuyera en unas 138.028 toneladas. Actualmente se producen diariamente 40.000 barriles, pero solo cubren la tercera parte del consumo. Los pozos cubanos solo producen el 6% del crudo que hay en el subsuelo. El ministro abogó por «investigar cómo incrementar ese valor, al 10% o el 11%, lo que duplicaría la producción.