
José Daniel Ferrer sale al exilio forzado
- Cuba
- octubre 13, 2025
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El exprisionero político se dirige a Estados Unidos, tras aceptar el destierro forzado que le impuso el régimen cubano como condición para su liberación.
MIAMI, Estados Unidos. – El líder opositor José Daniel Ferrer partió esta mañana al exilio, según confirmó a Cubanet su propia hermana Ana Belkis Ferrer.
El exprisionero político se dirige a Estados Unidos, tras aceptar el destierro forzado que le impuso el régimen cubano como condición para su liberación. Ferrer salió directamente desde la cárcel al aeropuerto, rodeado de un fuerte operativo policial, en el trayecto fue acompañado por personal de la embajada de Estados Unidos en Cuba, detalló Martí Notcias.
El también promotor de Cuba Decide viaja en estos momentos hacia Miami.
El pasado 3 de octubre se hizo pública una carta de José Daniel Ferrer, escrita en la prisión de Mar Verde y difundida por su familia en Facebook, en la cual el líder de la UNPACU afirma que había aceptado salir al exilio para proteger a su esposa e hijos, pero también denuncia presiones y condiciones “humillantes” del régimen.
“He sido víctima de tratos crueles inhumanos y degradantes”, escribió. “De Cuba solo salgo con mi dignidad y honor en alto”, añadió.
En un comunicado oficial, la Fundación Nacional Cubano Americana (FNCA) anunció con profunda emoción y respeto la llegada a Miami, ex prisionero político, reconocido símbolo de la resistencia cívica en Cuba y defensor incansable de los derechos humanos.
El comunicado añade que su arribo a Estados Unidos marca un nuevo capítulo en su lucha por la libertad de Cuba y representa una victoria moral para el movimiento democrático cubano y para todos aquellos que continúan resistiendo dentro de la isla.
El Ministerio de Relaciones Exteriores de Cuba (MINREX) informó, mediante un comunicado oficial, la salida hacia Estados Unidos de José Daniel Ferrer García y varios miembros de su familia. Según el texto, la decisión respondió a una solicitud formal del gobierno estadounidense y a la “aceptación expresa” de Ferrer, dentro del marco legal vigente entre ambos países. El régimen asegura que el proceso se realizó conforme al debido proceso, tras una evaluación de la Fiscalía y la aplicación de las facultades legales correspondientes.
Sin embargo, el comunicado omite toda referencia a las arbitrariedades sufridas por Ferrer durante sus años de encarcelamiento, incluyendo las denuncias de torturas, la negación sistemática de visitas familiares y médicas, y el carácter político de su reclusión. En cambio, el documento busca proyectar una imagen de legalidad y soberanía, reafirmando el supuesto compromiso del Estado cubano con “la aplicación de la ley” y la “protección de los derechos de todas las personas”, mientras elude cualquier mención a las graves violaciones de derechos humanos documentadas por organismos internacionales en su caso.
Violencia política contra Ferrer
El 6 de octubre, las autoridades de Mar Verde negaron la visita conyugal a su esposa, la doctora Nelva Ismarays Ortega Tamayo, y le impidieron verlo. Tras la negativa, ella se plantó frente al penal, según denuncias publicadas por su cuñada, Ana Belkis Ferrer, y por organizaciones de la sociedad civil. Días después se reportaron nuevas restricciones, como la prohibición de llamadas telefónicas.
Ferrer había sido excarcelado de forma condicionada a mediados de enero, en el marco de un proceso mediado por el Vaticano que alcanzó a centenares de presos. Sin embargo, el 29 de abril, tras la muerte del papa Francisco, las autoridades revocaron esa medida y lo devolvieron a prisión.
En su carta desde prisión, Ferrer afirma que los agentes de la Seguridad del Estado intentaron forzarlo a promover “un diálogo que conduzca a la vergonzosa ‘negociación’ de otras veces: liberación de presos políticos a cambio de levantamiento de sanciones y otras facilidades a la dictadura”. También advierte: “Si mi vida y la de mi familia depende de que pida tales cosas, prefiero mi muerte en este campo de concentración al estilo nazi”. En otro pasaje subraya: “Estoy listo para morir, pero no para vivir sin honor, sin dignidad”.
Antes de ser recluido nuevamente en abril pasado, Ferrer había reanudado labores comunitarias en Santiago de Cuba, como la atención alimentaria a personas vulnerables, en medio de un ambiente de vigilancia y hostigamiento.
Detenido en la llamada Primavera Negra de 2003 y condenado a 25 años, fue excarcelado en 2011; ese mismo año fundó la Unión Patriótica de Cuba (UNPACU). En 2019 el Parlamento Europeo aprobó una resolución que condenaba su detención arbitraria, mientras Amnistía Internacional emitió acciones urgentes y, en 2020, denunció un juicio con irregularidades que terminó en una sanción de arresto domiciliario.
El 11 de julio de 2021, Ferrer fue detenido nuevamente en Santiago de Cuba durante las históricas protestas que se extendieron por toda la Isla ese día.
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