
Iglesia católica denuncia confiscación de histórico colegio en Nicaragua – Nicaragua Investiga
- Nicaragua
- agosto 14, 2025
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La dictadura de Nicaragua avanza en su campaña de hostigamiento contra las instituciones católicas con una nueva expropiación que ha generado condenas internacionales y evidencia el deterioro de las libertades religiosas en el país.
«El gobierno nicaragüense de Daniel Ortega y Rosario Murillo ha expropiado oficialmente el internado San José de Jinotepe, en el departamento de Carazo, con 40 años de historia a sus espaldas y administrado por la Congregación de las Hermanas Josefinas» publicó el portal oficial de la Santa Sede.
Dictadora confirma confiscación del colegio San José de Jinotepe
La decisión fue anunciada por la copresidenta Rosario Murillo, quien acusó a las religiosas de presuntos «delitos» durante las manifestaciones de 2018. Murillo afirmó que en el centro educativo se «torturó y asesinó» a sandinistas durante las protestas antigubernamentales que iniciaron en abril de ese año. Como consecuencia de esta expropiación, el internado será renombrado como centro educativo «Bismarck Martínez», en memoria de un militante sandinista que perdió la vida durante dichas manifestaciones.
La investigadora de temas religiosos Martha Patricia Molina condenó enérgicamente la medida y defendió la labor de las Hermanas Josefinas. Según reportó el portal independiente Despacho 505, Molina acusó al gobierno de difamar a la congregación religiosa, destacando que estas monjas «desde que se establecieron en Nicaragua en febrero de 1915, han educado a niños y niñas en valores cristianos y humanistas basados en el amor al prójimo y la práctica de la caridad».
EEUU también condena
La confiscación provocó una inmediata respuesta desde Washington. La Oficina de Asuntos del Hemisferio Occidental del Departamento de Estado de Estados Unidos calificó mediante su cuenta de X la decisión gubernamental como «una prueba más de que la perversidad de la dictadura de Murillo-Ortega no tiene límites».
Esta expropiación se enmarca en un patrón sistemático de persecución religiosa. «No es la primera vez que Managua expropia una estructura perteneciente a una orden religiosa o a la Iglesia católica. El pasado mes de enero, dos edificios propiedad de la Iglesia católica en Nicaragua: el seminario San Luis Gonzaga en la diócesis de Matagalpa, al norte del país, y el centro de retiros espiritual La Cartuja fueron expropiados por el gobierno Ortega-Murillo» recordó el medio de Roma.
La escalada represiva contra la Iglesia católica nicaragüense incluye además múltiples detenciones y expulsiones de obispos y sacerdotes, junto con la prohibición de diversas actividades religiosas y procesiones tradicionales. Esta política gubernamental ha convertido a Nicaragua en uno de los países con mayor persecución religiosa en América Latina.
El internado San José, con más de cuatro décadas de servicio educativo en Jinotepe, se convierte así en el más reciente símbolo de la ofensiva del régimen sandinista contra las instituciones católicas del país.