«Hay 18 horas de apagón promedio en todos los circuitos apagables de Cuba»

MIAMI, Estados Unidos. – El promedio de cortes eléctricos en Cuba durante el mes de mayo alcanzó las 18 horas al día en los circuitos apagables, confirmó el director general de la Unión Eléctrica (UNE), Alfredo López, durante su participación en el pódcast oficial Desde la Presidencia, en el que también intervinieron el gobernante cubano, Miguel Díaz-Canel, y el ministro de Energía y Minas, Vicente de la O Levy.

“Hay 18 horas de apagón promedio en todos los circuitos apagables de Cuba”, reconoció López, quien atribuyó el 66% de estas interrupciones a la “escasez de combustible”. También aseguró que se trabaja para que en julio, cuando el consumo aumenta debido a las altas temperaturas, “haya menos apagón”.

Durante la emisión, Díaz-Canel señaló que el incremento en el consumo diario es otra de las causas de la actual crisis. “Los niveles están disparados”, afirmó. Luego añadió que el país ha importado menos combustible de sus proveedores habituales —Venezuela, México y Rusia—, lo cual afecta el funcionamiento del sistema eléctrico, compuesto en su mayoría por plantas termoeléctricas de más de cuarenta años de explotación.

Por su parte, Vicente de la O Levy detalló que en lo que va de año, el país no ha contado con diésel durante 2,2 meses, y que en 1,4 meses no se aseguró “ni un solo litro de fueloil”.

Como parte de las medidas paliativas, el Gobierno ha apostado por la instalación de paneles solares. Díaz-Canel informó que los parques fotovoltaicos en funcionamiento generan más de 1.400 megavatios hora (MWh), lo que representa apenas un 2% del consumo diario, estimado en más de 60.000 MWh. “Para los que piensan que la inversión en paneles fotovoltaicos no era la adecuada… les decimos que sí es la adecuada y la vamos a continuar”, aseguró el gobernante.

El reconocimiento oficial del deterioro del sistema eléctrico coincide con un nuevo ciclo de protestas ciudadanas registradas en el oriente cubano durante el mes de mayo. Según reportes de CubaNet, comunidades como Micro 9, San Feliz, Santa Isabel y Jabaquito, así como la localidad de Santa Rita, en Jiguaní, han protagonizado manifestaciones ante los prolongados cortes de electricidad, las altas temperaturas y la escasez de alimentos.

En esos contextos, los apagones han sido señalados como un catalizador clave de las expresiones de descontento, que siguen siendo poco comunes en el país. El propio Gobierno reconoció que desde mediados del año pasado han ocurrido cuatro apagones nacionales, el más reciente en marzo.

En provincias del interior, las interrupciones alcanzan o incluso superan las 20 horas diarias, mientras que en La Habana los cortes programados se sitúan entre cuatro y seis horas. Estas condiciones no solo afectan la vida cotidiana, sino que paralizan la actividad económica y alimentan el descontento social.

El Gobierno cubano atribuye parte de la crisis a las sanciones estadounidenses, mientras que cálculos independientes estiman que la Isla necesitaría entre 8.000 y 10.000 millones de dólares para reflotar su sistema eléctrico. 

Antes del apagón total del 18 de octubre de 2024, la mayoría de las provincias de la Isla solo disponían de tres horas de servicio eléctrico al día, una situación a la que han regresado la mayoría de los territorios cubanos, a excepción de La Habana, las cabeceras provinciales y algunas localidades vinculadas a servicios esenciales. 

Tras una leve mejoría, los apagones volvieron a repuntar y llegaron a afectar hasta casi el 60% del país simultáneamente. No obstante, las actuales afectaciones no superan las de octubre de 2024, cuando se produjo la “desconexión total” del Sistema Electroenergético Nacional (SEN) por varios días. 

Los apagones complican aún más la ya tensa situación energética del país y no solo deterioran el rendimiento económico de Cuba, que lleva años sumida en una grave crisis, sino que también han sido el detonante de protestas antigubernamentales. Las más notables ocurrieron el 11 de julio de 2021, las mayores en décadas, y el 17 de marzo de 2024 en Santiago de Cuba y otras localidades.