
«Había que inventar los pacientes»: doctor revela corrupción en misión médica de Cuba en Bolivia
- Cuba
- agosto 7, 2025
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Un médico cubano cuenta que debía atender a un mínimo de 35 pacientes diarios en Bolivia, aunque la mayoría eran ficticios.
MIAMI, Estados Unidos. – Un testimonio remitido a la ONG Archivo Cuba y cuya autoría ha sido protegida por razones de seguridad revela prácticas sistemáticas de corrupción, explotación laboral y simulación dentro de la misión médica cubana en Bolivia. El relato coincide con denuncias previas de otros integrantes de estas brigadas y con informaciones publicadas por medios bolivianos.
El médico, que laboró durante años en el Centro Oftalmológico “El Alto”, en La Paz, describió un entramado de control político y manipulación estadística a favor del régimen cubano. Al llegar a Bolivia, apenas descendían del avión, agentes de la Seguridad del Estado les retiraban el pasaporte. “Nos prohibían tener vínculos afectivos o amistosos con nacionales, visitar sus casas o hacer cualquier cosa sin aprobación”, afirmó.
El autor señala que debía atender a un mínimo de 35 pacientes diarios, aunque la mayoría eran ficticios: “Había que inventar los pacientes para justificar a todos los cubanos que figuraban como parte de las misiones y no tenían nada que ver con medicina”.
Los altos cargos de la misión —coordinadores, funcionarios del Partido Comunista de Cuba, familiares e incluso amantes— vivían en mansiones lujosas y figuraban como “médicos” o “técnicos” sin serlo. “Tenían cocineros privados, custodios, choferes, servicios de lavandería, mantenimiento, amas de llaves, asesores, domésticas, secretarias y personal de apoyo: todos eran cubanos y fungían como médicos”.
También denunció la manipulación de estadísticas médicas para obtener mayores pagos del Gobierno boliviano. “Se hacían operaciones oculares sin necesidad para ‘comprar las estadísticas’, o sea, sacarle el pago a Bolivia. (…) Muchas veces ponían al personal de enfermería a romper jeringas (…) para decir que se estaban usando con los pacientes. Se tiraba a la basura analgésicos (…) para decir que se le estaba dando a los pacientes”.
El médico reveló que por cada colaborador el Estado boliviano pagaba cerca de 4.000 dólares mensuales, pero a los profesionales se les entregaban solo 670. De ese monto, 100 dólares se les descontaban por concepto de renta y servicios básicos, aunque estos ya eran cubiertos por el gobierno boliviano. “Se lo deben haber estado robando los jefes de la misión”, aseguró.
Señaló también que el entonces embajador cubano en Bolivia, Benigno Pérez Fernández, enviaba a la Isla grandes cajas bajo la categoría de “Valija Diplomática”, mientras que los médicos apenas podían transportar 40 libras de equipaje. “Los pilotos y las aeromozas se reían mucho de nosotros (…) mientras que la élite podía mandar cuanto quisiera”, apuntó.
El testigo también relató que, en ocasiones, pasaban hasta cinco meses sin recibir salario. “Gracias a Dios que algunos comercios (no afines al gobierno de Evo), nos permitían sacar alimentos sin pagar hasta que tuviéramos dinero. Gracias a ellos, podíamos sobrevivir”.
Otro de los nombres mencionados es el del jefe de la misión, Pavel Noa, junto a Elizabeth Leiva y el entonces representante de la OPS/OMS en Bolivia, Fernando Leanes, quien —según el médico— estaba al tanto de todos los abusos. “Sabía todo, conocía perfectamente lo que vivíamos (…). Sabía que éramos sometidos a todo tipo de controles y arbitrariedades, como esclavos”.
El médico, que estuvo “regulado” en Cuba tras su regreso —es decir, impedido de salir del país—, finalmente logró emigrar por otros medios. Asegura que no desertó en Bolivia porque no quería perder el derecho de visitar a sus familiares, como castiga el régimen cubano a quienes abandonan las misiones. “En Bolivia abandonaron la misión muchos cubanos. Irónicamente, muchos eran los mismos jefes —los muy revolucionarios, unos descarados”.
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