Guantánamo perdió más de 40 mil habitantes en cinco años

MADRID, España.- Guantánamo ha perdido más de 40 mil habitantes desde 2019, una cifra alarmante que refleja con crudeza el impacto del éxodo migratorio que afecta a todo el país. De acuerdo con datos divulgados recientemente por el Consejo Provincial de Ciencias Sociales y la Oficina Nacional de Estadística e Información (ONEI), al menos 38 mil de esas personas se encontraban en edad laboral activa, lo que evidencia un desangramiento humano con graves consecuencias económicas y sociales para la región más oriental de Cuba.

Aunque las autoridades locales reconocen la “grave disminución demográfica”, no hablan de medidas concretas para revertir la tendencia. Tampoco se ha dado a conocer un plan efectivo que frene la emigración ni que incentive la permanencia de la población joven en una provincia golpeada por el abandono rural, el desempleo y la precariedad estructural.

El informe oficial, comentado por Venceremos, menciona como causa principal el aumento sostenido de la migración interna y externa, con un patrón que se repite: jóvenes y adultos en edad productiva que abandonan zonas rurales cada vez más despobladas. La búsqueda de mejores condiciones de vida, dentro o fuera del país, ha convertido a Guantánamo en un territorio de paso o de huida.

Cuba se vacía: datos nacionales confirman la tendencia

El caso de Guantánamo no es aislado. La población total de Cuba cayó por debajo de los 9,8 millones de habitantes en 2023, según admitió la propia ONEI. Aunque el régimen evita precisar la cifra exacta, reportes independientes estiman que el número real de habitantes podría estar entre 8,5 y 9 millones, si se descuenta el efecto de la emigración masiva que ha caracterizado los últimos cinco años.

Más de 250 mil cubanos salieron del país solo en 2024, según cifras oficiales y datos recopilados por medios internacionales. Al mismo tiempo, la tasa de natalidad se mantiene en niveles mínimos, insuficientes para reemplazar a la población perdida. Expertos como el demógrafo Juan Carlos Albizu-Campos advierten que Cuba vive una emergencia demográfica sin precedentes en su historia moderna.

Pese a la gravedad de los datos, no hay un debate público ni parlamentario sobre las consecuencias estructurales de esta crisis. Las provincias orientales como Guantánamo son las más golpeadas, pero el declive afecta a todo el país: envejecimiento acelerado, caída de la productividad, escuelas vacías, hospitales con menos personal, y una economía cada vez más dependiente de las remesas enviadas por quienes se han ido.