Gobierno promete “destruir” a los disidentes que permanecen en el Cañón del Micay: así será la guerra ahora
- Colombia
- marzo 14, 2025
- No Comment
- 2
El imperio de los disidentes de las Farc en el Cañón del Micay (Cauca) todavía está vigente. Han pasado cinco meses desde que el presidente Gustavo Petro ordenó el envío de 1.400 soldados a esa zona y la victoria militar todavía no está garantizada. Por el contrario, los ilegales comandados por Iván Mordisco atestaron duros golpes que obligaron a las fuerzas oficiales a replantear la estrategia de sus operaciones en ese enclave cocalero.
Este 12 de marzo –cuando las comunidades apenas se reponían del susto que generó el ataque con explosivos a un Convoy militar, que dejó cinco soldados muertos y 16 heridos– los disidentes difundieron un panfleto en el que obligaron a los campesinos a permanecer en toque de queda.
La orden de los ilegales es clara: quedan prohibidas las reuniones, bailes, bingos y bazares en las noches. Advirtieron que sus balas no tendrán distinción de la población civil al momento de las confrontaciones.
“Nuestras acciones no distinguirán al momento de hacer respetar el territorio y de qué lado se encuentran, por lo que se invita a los pobladores a mantener en lugares seguros, para que no sean afectados por campos minados o por nuestras balas”, se lee en el panfleto difundido por el Bloque Occidental Comandante Jacobo Arenas de esta disidencia.
La orden de los disidentes cobijó a los pobladores de las veredas Honduras, Betania, La Hacienda, El Pepinal, Agua Clara y los corregimientos de Huisitó y El Plateado.
“Advertimos que no deben apoyar a los paramilitares, y deben pedir y exigir la salida de la fuerza pública, para que la paz y tranquilidad vuelva al territorio”, añadieron los disidentes.
Mientras tanto, la fuerza oficial trata, palmo a palmo, de hacerse con el control territorial del Micay. En la zona permanece el comandante del Ejército, el general Luis Emilio Cardozo como cabeza de las operaciones que buscan garantizar la victoria bélica.
Para saber más: La “paz total” implosionó: estas son las nuevas guerras que tendrá que atender el Gobierno
¿Cómo es el plan para ganarle la guerra a los disidentes?
“La destrucción de la columna narcotraficante Carlos Patiño, es hoy una orden en pos de la soberanía de Colombia”, fue la orden del presidente Petro a las tropas cuando conoció del atentado al convoy militar.
La tarea parece complicada. Los disidentes de las FARC tienen presencia en 41 de los 42 municipios del Cauca (ver mapa) y el Cañón del Micay, particularmente, es un clúster de ilegalidad que los disidentes no están dispuestos a soltar: allá hay 13.000 hectáreas de hojas de coca sembradas y existen las rutas que facilitan la salida de los narcóticos por los puertos del océano Pacífico.
El ministro de Defensa, Pedro Sánchez, reconoció que el grupo de disidentes ya no opera como una guerrilla y que, por tanto, la estrategia militar para enfrentarlos debe ser replanteada.
“Allá hay una cultura traqueta y la amenaza es diferente a la que antes enfrentábamos. (…) Ahora son traquetos que visten de civil, se mueven en moto, se camuflan entre la población y generan una intimidación enorme tipo sicariato sobre nuestros líderes campesinos. Incluso, han reemplazado líderes sociales para tener redes de apoyo al terrorismo”, señaló el ministro Sánchez.
En este punto, este diario conoció un informe de inteligencia militar en el que se indicaba que los disidentes confinaron a 1.000 campesinos en las veredas La Hacienda y Honduras para provocar otra asonada contra los uniformados oficiales: similar a la que ocurrió el fin de semana pasa cuando –un grupo de 5.000 civiles, aparentemente presionados– retuvieron y cercaron a 28 policías y un mayor del Ejército.
El plan de la Fuerza Pública, explicó el ministro Sánchez, ahora se centrará en debilitar las economías que han permitido la rápida recuperación de los ilegales.
“Son cuatro grandes males que ya hemos mencionado: narcotráfico, minería ilegal, contrabando y corrupción. Allá estará el enfoque de todos nosotros para debilitarlos y que no tengan esa capacidad de recuperación criminal tan rápida como la tienen”, puntualizó Sánchez.
Desde el ministerio de Defensa ofrecieron una recompensa de hasta 300 millones de pesos por información que conduzca a la captura de alias “Farley”, tercer cabecilla del Frente Carlos Patiño y señalado autor del bombazo al camión militar el 11 de marzo. Las autoridades también buscan a alias Rayo, Tabares, Giovanny Armero, Edwar Ramírez, Zamora y Nelson Gafas.