Fallece el percusionista cubano Pedrito López, uno de los creadores del guarapachangueo

MIAMI, Estados Unidos. — Pedro (Pedrito) López Rodríguez, percusionista autodidacta y uno de los creadores del estilo rumbero conocido como guarapachangueo, falleció la pasada semana en La Habana, según informó en Facebook el músico Miguelito León, director del grupo Rumba All-Stars. 

“Pedrito López, creador del guarapachangueo, innovador de la manera en que se monta el tambor batá hoy en día, hombre genuino y humilde, siempre te recordaremos porque las leyendas no se olvidan”, escribió León. “Agradezco los momentos que pude compartir contigo y la sabiduría que me pudiste transmitir. Descansa en paz, maestro”, agregó.

Miembro de una familia de músicos conocida como Los Chinitos de La Corea, López creció en el barrio habanero de La Corea, en el municipio San Miguel del Padrón. Junto a sus hermanos Irían, Adalberto y Reinaldo, fue parte esencial en la creación del guarapachangueo en 1973, una variante de la rumba que transformó la percusión afrocubana y que más tarde se convertiría en referencia a nivel internacional.

Desde sus inicios, la agrupación familiar combinó la tradición rumbera con una búsqueda incesante de nuevos sonidos. En los encuentros familiares o durante festividades como el Día de las Madres y el Primero de Enero, los hermanos ensayaban ritmos que con el tiempo se convirtieron en una nueva forma de entender la rumba. “En los inicios Pedro creó el cajón guarapachangueo con dos tapas a los lados. Y ahí comienza a buscar la base rítmica dentro de ese estilo”, explicó su hermano Irián en declaraciones recogidas por la prensa oficial.

El reconocimiento a su legado no fue inmediato. Durante años tocaron como aficionados, hasta que en 1980 se integraron profesionalmente a la empresa musical Antonio María Romeu. En el camino contaron con el respaldo de figuras como Pancho Quinto, quien los visibilizó públicamente, así como con la influencia musical de leyendas como Chano Pozo, Silvano Shueg Chori y Pito El Gago.

¿Qué es el guarapachangueo?

El guarapachangueo es una vertiente rítmica de la rumba cubana que nació en los años 70 en el entorno familiar de Los Chinitos, marcada por la experimentación con instrumentos alternativos como cajones de madera reciclados y piezas caseras. Según explicó Irián López, el estilo surgió inicialmente “al utilizar un cajón de madera que con el tiempo se hizo mayor”, y su desarrollo fue posible porque eran cuatro hermanos músicos, aseguró.

En el núcleo del estilo, Pedro y su hermano se turnaban en el quinto y el guarapachangueo, mientras que Reinaldo llevaba la clave y otro de los hermanos los palitos. El uso innovador del cajón con dos tapas y la creación de patrones rítmicos polirrítmicos dio origen a una sonoridad nueva. “Vivir, disfrutar, compartir, eso es el guarapachangueo”, resumieron los hermanos.

El nombre surgió de forma espontánea. Fue el rumbero tradicional Lázaro Martínez, apodado El Llanero, quien dijo al escucharlos que aquello era un “guarapachangueo”. El término, nacido como apodo improvisado, terminó nombrando un estilo que ha influido en la forma de hacer rumba tanto en Cuba como en el extranjero.

Desde los años 80, el guarapachangueo se difundió a través de agrupaciones como Yoruba Andabo y Clave y Guaguancó, y posteriormente se internacionalizó gracias a músicos emigrados que lo llevaron a escenarios de Nueva York, Miami, París y Barcelona. Percusionistas como Pedrito Martínez, Román Díaz y Miguel Angá Díaz lo han utilizado en contextos que van desde el jazz hasta la música experimental.

El estilo también ha encontrado su lugar en la pedagogía: se enseña en conservatorios y escuelas de música en Europa, Estados Unidos y América Latina, donde se estudia no solo como fenómeno rítmico, sino como expresión de la identidad cultural cubana.