
Exoficial del MININT temido por sus métodos represivos entró a EE.UU. con ‘parole’ humanitario
- Cuba
- julio 24, 2025
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Jorge Luis Vega García, ex teniente coronel del MININT, estuvo al frente de las prisiones de Agüica y Canaleta, en Matanzas.
MIAMI, Estados Unidos. — Jorge Luis Vega García, identificado por exprisioneros políticos como uno de los oficiales más temidos del sistema penitenciario cubano, logró ingresar legalmente a Estados Unidos el 20 de enero de 2024 por el Aeropuerto Internacional de Tampa, Florida, acogido al programa de parole humanitario, según confirmaron a Martí Noticias varias fuentes cercanas al caso, que solicitaron el anonimato.
En Cuba, Vega García ostentaba el rango de teniente coronel del Ministerio del Interior (MININT) y estuvo al frente de dos de las prisiones más temidas del país: Agüica y Canaleta, ambas ubicadas en la provincia de Matanzas. Según múltiples testimonios, su historial está marcado por denuncias de abusos físicos, torturas psicológicas y castigos extremos contra presos políticos.
El primer medio en denunciar su llegada fue Cubanos por el Mundo. Posteriormente, en marzo de este año, el congresista republicano Carlos Giménez envió su nombre a la secretaria de Seguridad Nacional, Kristi Noem, solicitando formalmente su deportación.
Documentos y testimonios lo vinculan con represión carcelaria
Martí Noticias obtuvo dos documentos firmados por Jorge Luis Vega García, con rúbricas casi idénticas: uno, fechado en 2010 en Cuba, corresponde a la liberación del preso político Benito Ortega Suárez; el otro, fue firmado en 2024 ya en suelo estadounidense. Ambos papeles respaldan su vinculación directa con el sistema penitenciario de la Isla y con el proceso migratorio reciente.
Además, dos fuentes con acceso a información clasificada en Cuba aseguraron a Martí Noticias, bajo condición de anonimato, que el expediente personal de Vega había sido “borrado” del sistema de la Dirección de Identificación, Inmigración y Extranjería, una táctica habitual del régimen para permitir la salida discreta de exoficiales considerados “de confianza”.
La capitana Lainersy Ávila Castro, quien se desempeñó como jefa del Registro Legal en la prisión de Canaleta, confirmó por vía telefónica a Martí Noticias que Vega García se mantuvo activo en el sistema durante años, fue ascendido y finalmente se jubiló del MININT antes de emigrar.
Sin embargo, durante una breve conversación telefónica con la redacción de Martí Noticias, el propio Vega García negó haber trabajado en el sistema penitenciario cubano. La llamada se interrumpió abruptamente y, pese a múltiples intentos posteriores, no volvió a responder mensajes ni llamadas. Poco después de llegar a Estados Unidos, eliminó también su perfil de Facebook.
Un pasado marcado por la violencia
Numerosos exprisioneros políticos reconocen sin lugar a dudas a Jorge Luis Vega García como “Veguita”, sobrenombre con el que lo conocían dentro de las prisiones.
“Fue entrenado por Emilio Cruz, el mayor sicario de la prisión de Agüica. Era frío, metódico, represivo. Comandaba destacamentos con presos comunes para provocarnos, robarnos nuestras cosas y encerrarnos por cualquier motivo”, declaró Benito Ortega Suárez.
Pablo Pacheco Ávila, periodista independiente y uno de los miembros del Grupo de los 75 encarcelado durante la Primavera Negra, lo describió con crudeza: “Hay caras que se te tatúan en el alma. Veguita es una de ellas”. Pacheco recordó además el caso de un joven recluso que, al enterarse de que sería golpeado por Vega García y Emilio Cruz, se arrojó desde un tercer piso en Agüica para evitar la golpiza.
“Veguita era el segundo jefe de la prisión. Nos mantenían en aislamiento, sin ver el sol durante meses. Sacaban a los presos políticos a visita una vez cada tres meses. Eso era tortura pura”, añadió Pacheco.
Otro exprisionero, Fidel Suárez Cruz, quien fue condenado a 20 años de prisión, denunció que sufrió agresiones físicas que le dejaron secuelas permanentes. “Veguita me lo decía en la cara: ‘Tú nunca vas a salir de aquí’”, recordó.
Blas Giraldo Reyes, también condenado a 25 años de cárcel por motivos políticos, señaló que las acciones represivas de Vega no se limitaban a los reclusos. “Le hizo la vida imposible a todo el que pensara diferente”, aseguró, incluyendo a familiares durante las visitas.
Entrada sin revisión a Estados Unidos
A pesar del volumen de denuncias, el exoficial logró ingresar al país norteamericano junto a su esposa e hijo menor sin ser identificado como represor, gracias a las deficiencias estructurales del programa de parole humanitario.
Tricia McLaughlin, secretaria adjunta del Departamento de Seguridad Nacional, reconoció en un comunicado publicado en junio que dicho programa permitió “la entrada de más de medio millón de extranjeros mal investigados”.
En Estados Unidos, Vega y su familia solicitaron residencia bajo la Ley de Ajuste Cubano. Hasta la fecha, no han recibido respuesta de las autoridades migratorias, según confirmaron fuentes cercanas al proceso.
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