
Estados Unidos: «La corrupción cubana, no el mundo exterior, es lo que espanta al dinero»
- Cuba
- julio 23, 2025
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Washington advierte que la crisis económica en Cuba es producto de un modelo diseñado para beneficiar a la élite del régimen, no al pueblo.
MIAMI, Estados Unidos. – La Oficina de Asuntos del Hemisferio Occidental del Departamento de Estado de Estados Unidos denunció este miércoles que la economía cubana está estructuralmente manipulada en favor de los altos funcionarios del régimen, lo que disuade la inversión extranjera y agudiza la crisis interna que sufre la Isla.
En una publicación en la red social X, la entidad declaró: “Cuba no está abierta a los negocios —está amañada para beneficiar a los compinches del régimen”.
La publicación subraya que “Cuba obliga a las empresas extranjeras privadas a asociarse con el régimen, se queda con al menos el 60% de las ganancias y mantiene el resto como rehén. Y rara vez paga sus deudas”. En conclusión, añade: “La corrupción cubana, no el mundo exterior, es lo que espanta al dinero”.
Cuba isn’t open for business—it’s rigged for the regime cronies. Cuba forces private foreign companies into joint ventures with the regime, takes at least 60% of the profits, and holds the rest hostage. And it rarely pays its bills. No investor wants that. Cuban corruption, not… pic.twitter.com/InTiZTAk3Q
— Bureau of Western Hemisphere Affairs (@WHAAsstSecty) July 23, 2025
Estas afirmaciones acompañaron la difusión de un artículo de ShareAmerica, una plataforma de comunicación del Departamento de Estado, titulado “Los regímenes de Cuba y Venezuela anteponen a los funcionarios por encima de los ciudadanos”, publicado el pasado lunes. El texto sostiene que los problemas económicos de ambos países no son producto de sanciones externas, sino de una corrupción endémica y un modelo de gestión diseñado para sostener el poder autoritario.
“Estas no son fallas aisladas, sino síntomas de un diseño mayor. Las crisis económicas en Cuba y Venezuela no fueron importadas. Son de fabricación local”, asegura el informe.
Según el texto, Cuba, otrora conocida por su sistema de salud y sus exportaciones de azúcar, “ahora importa azúcar, sufre apagones constantes y escasez de atención médica”. No obstante, en 2024, el régimen destinó más del 37% de su inversión total al sector turístico y hotelero, una cifra más de once veces superior a la invertida en salud y educación combinadas, según datos de la agencia española EFE citados en el artículo.
A pesar de que los hoteles ya existentes registran ocupaciones en torno al 30%, el Gobierno continúa construyendo nuevos complejos turísticos. El artículo pregunta: “¿Quién se beneficia?”, y responde: “Conglomerados militares cubanos como GAESA, FINCIMEX y CIMEX, y los funcionarios del régimen que los dirigen”. Estas entidades, indica, controlan los sectores del turismo, las remesas y el comercio minorista, y “sirven a la élite del régimen, no al público”.
Mientras tanto, “los cubanos enfrentan escasez de combustible, alimentos y electricidad, mientras los recursos se desvían hacia complejos turísticos de playa y proyectos de vanidad ligados al régimen”. Estos activos, añade el documento, podrían ser privatizados a favor de los mismos gestores cuando el sistema colapse, como sucedió con algunas propiedades estatales en la antigua Unión Soviética.
El modelo venezolano: más gasto militar, menos leche
El texto compara la situación cubana con la de Venezuela, señalando que el régimen de Nicolás Maduro opera un modelo similar, sostenido en parte por servicios de seguridad cubanos que vigilan a las fuerzas armadas venezolanas.
Según Bloomberg News, en 2024 el Gobierno venezolano gastó más de 2.000 millones de dólares en apenas unos meses, coincidiendo con el periodo electoral presidencial. Aunque ese mismo mes se recaudaron 1.700 millones de dólares en impuestos, el salario mínimo se mantuvo por debajo de los dos dólares mensuales, menos de lo que cuesta un kilo de queso, precisa el texto.
El portal teleSUR también es citado para señalar que, aunque el régimen anunció un presupuesto nacional para 2024 de más de 20.500 millones de dólares, solo 180 millones —menos del 1%— fueron destinados al sector salud. En contraste, casi 1.000 millones se asignaron a inteligencia militar, mientras apenas 18 millones se destinaron a la alimentación de más de 5 millones de escolares, lo que equivale a 3,49 dólares por estudiante al año.
En materia de infraestructura, el documento recuerda que un acuerdo ferroviario de 7.500 millones de dólares firmado con China en 2009 no dejó más que “sitios de construcción abandonados”, aunque la deuda sigue pagándose con petróleo a precio reducido. “En Venezuela, los apagones sumen con regularidad a grandes zonas del país en la oscuridad”, añade el texto.
Un ejemplo citado es el apagón de 2024 reportado por el medio venezolano El Impulso, que afectó a 16 estados, seguido de otro que dejó a 20 estados sin electricidad por más de 12 horas. Según el informe, “años de negligencia, robo y corrupción por parte del régimen son los responsables”.
Modelo de control y represión
Lejos de errores administrativos, el artículo argumenta que lo descrito en ambos países forma parte de una estrategia deliberada: “No se trata de errores de política, sino de características de sistemas económicos construidos para preservar el poder autoritario”. En Cuba, las empresas manejadas por el ejército dominan la economía, y las inversiones no se destinan según necesidades sociales, sino en función de los beneficios que puedan obtener los funcionarios.
En Venezuela, el gasto público masivo sostiene elecciones fraudulentas y campañas de propaganda, mientras se abandonan hospitales, escuelas y se generan deudas que hipotecan el futuro.
“El pueblo cubano y el venezolano son ingeniosos y resilientes, pero ninguna cantidad de creatividad puede superar sistemas que priorizan la propaganda, el poder y el beneficio personal de líderes corruptos por encima del bienestar público”, sentencia el artículo.
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