
Estados Unidos condena muerte de Mauricio Alonso: «crueldad intolerable» – Nicaragua Investiga
- Nicaragua
- agosto 25, 2025
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El gobierno de Estados Unidos expresó su indignación por la muerte del dirigente opositor nicaragüense Mauricio Alonso Prieto, quien falleció mientras se encontraba detenido por las autoridades del régimen de Daniel Ortega y Rosario Murillo. El cuerpo del dirigente político fue entregado a su familia tras un mes de detención en condiciones de incomunicación.
«Horrorizados por la inhumanidad de la dictadura de Murillo-Ortega, las autoridades devolvieron hoy a su familia el cuerpo sin vida de Mauricio Alonso, un defensor nicaragüense de la libertad religiosa» declaró el gobierno estadounidense.
«La dictadura detuvo injustamente a Alonso y lo mantuvo incomunicado durante un mes, hasta su muerte. Esta tragedia ocurrió bajo la mirada de Murillo-Ortega. Estados Unidos no tolerará tal crueldad ni olvidará este crimen» publicó en X la Oficina de Asuntos del Hemisferio Occidental.
Muere «Pitín Lacayo», quien fue por décadas la mano derecha de Ortega
Mauricio Alonso Prieto, expresidente del Movimiento Renovador Sandinista (MRS) —ahora conocido como Unamos—, representaba a una generación de nicaragüenses que evolucionó desde el apoyo inicial al sandinismo hacia una posición opositora crítica. Su trayectoria política lo posicionó como uno de los referentes del sandinismo disidente que desde los años 2000 comenzó a cuestionar las tendencias autoritarias del Frente Sandinista bajo el liderazgo de Ortega.
Detención familiar y contexto represivo
El incidente se enmarca dentro de las redadas masivas ejecutadas el 18 de julio pasado, fecha que precede a la conmemoración del triunfo sandinista del 19 de julio. Durante estos operativos, Alonso fue capturado junto a su esposa y su hijo, quien se desempeña como líder de adoración en la Iglesia La Roca de Nicaragua en Jinotepe.
Horrified by the Murillo-Ortega dictatorship’s inhumanity, as authorities returned the lifeless body of Mauricio Alonso, a Nicaraguan defender of religious freedom, to his family today. The dictatorship unjustly detained and held Alonso incommunicado for a month, until his death.…
— Bureau of Western Hemisphere Affairs (@WHAAsstSecty) August 25, 2025
La detención familiar evidencia dos dimensiones de la estrategia represiva gubernamental: la persecución política sistemática contra opositores y el hostigamiento hacia líderes religiosos, particularmente de iglesias evangélicas y católicas que mantienen espacios de libertad de expresión.
Reacción internacional
El Instituto Segovia para el Liderazgo ha calificado el fallecimiento de Alonso como un crimen de lesa humanidad, categoría jurídica que bajo el Estatuto de Roma incluye asesinatos, desapariciones forzadas y actos inhumanos cuando forman parte de ataques sistemáticos contra población civil.
Esta clasificación se fundamenta en el patrón documentado de muertes bajo custodia que organizaciones de derechos humanos han registrado como parte de la represión estatal sistemática en Nicaragua desde abril de 2018.