Escritor cubano denuncia manipulación oficial sobre crisis energética: «Nos engañaron»

MIAMI, Estados Unidos. – El ensayista y narrador espirituano Pedro de Jesús López Acosta acusó públicamente este lunes al Ministerio de Energía y Minas (MINEM) y a la Unión Eléctrica (UNE) de ocultar y distorsionar información relacionada con la grave crisis energética que atraviesa Cuba desde hace más de ocho meses.

En una publicación en Facebook titulada “Para mentir y comer pescao… hay que tener mucho cuidao”, el escritor residente en el municipio de Fomento aseguró que los prolongados apagones sufridos por la población cubana no solo fueron previsibles, sino también parte de una política energética deliberada y oculta al público. “Este infierno que estamos viviendo era UN INFIERNO PLANIFICADO, y no se nos dio cuenta clara de él. NOS ENGAÑARON”, escribió.

López Acosta sostiene que, contrario a las declaraciones oficiales, las autoridades sabían que el retiro para mantenimiento de cinco unidades termoeléctricas en octubre y noviembre de 2023, en medio de una crisis de combustible, provocaría apagones prolongados. “El ministro [de Energía y Minas, Vicente de la O Levy] sabía que semejante decisión, en una situación deficitaria de combustible para la generación distribuida, provocaría extensos apagones. Porque no había reserva. Y no le tembló la voz para mentirnos”, apuntó.

Según el narrador y ensayista, autor de obras como Sibilas en Mercaderes (novela), la situación no ha mejorado. “Llevamos ocho meses sufriendo cortes del servicio eléctrico por 16, 18, veinte, 22 horas diarias… (con un ligero alivio a inicios de enero)”, denunció.

López Acosta también refutó cifras oficiales expuestas por el director de la UNE en el programa de la televisión estatal Mesa Redonda (edición del 21 de mayo). En este, el funcionario afirmó que el país contaba con 1.020 megavatios (MW) en generación distribuida. Sin embargo, el escritor citó un gráfico mostrado ese mismo día por el viceministro del MINEM, donde se observa que “la generación con ambos derivados petrolíferos (…) apenas llegó a 320 MW en los lapsos de mayor aporte”. Al sumar esa cifra con los 388 MW declarados como indisponibles por falta de combustible, concluyó que “la cuenta da 708 MW” y se preguntó “¿Dónde están los 312 MW que faltan?”. “Sea lo uno o lo otro, MIENTEN”, acotó.

También cuestionó la información sobre las llamadas patanas eléctricas. Según el ministro del MINEM, solo quedaban dos en el país. No obstante, el gráfico presentado en la Mesa Redonda mostró un aporte mayor a 400 MW en su punto más alto, lo que no se corresponde con la suma de los valores oficiales atribuidos a las patanas de Melones (200 MW) y Regla (menos de 60 MW). “¿De dónde salen tantos megawatts? ¿Hay una tercera patana? ¿Dónde está operando? ¿O la potencia de las patanas (…) es superior a lo que han dicho?”, cuestionó.

Asimismo, el escritor señaló irregularidades editoriales en la cobertura del tema por parte del periódico oficial Granma, el cual eliminó en su versión digital dos párrafos publicados originalmente en la edición impresa del 21 de mayo. “Quizá les pareció demasiado inquietante para la ciudadanía la posibilidad de que, por incapacidad financiera del país, se perdieran tantos megawatts de un día para otro”, señaló.

Finalmente, expresó su desconfianza ante las proyecciones optimistas del Gobierno respecto a la cobertura de la demanda eléctrica en los próximos meses: “Las noticias que se leen en los canales de algunas empresas eléctricas provinciales despiertan muchas dudas de que, efectivamente, se cumpla lo que prometió el ministro del MINEM ante los diputados de la ANPP [Asamblea Nacional del Poder Popular] en diciembre último: que a partir de junio podría cubrirse, al menos, la demanda eléctrica del horario diurno”.

Y concluye: “SON UNOS MENTIROSOS”.

Crisis energética: cada vez peor

En provincias del interior de la Isla, como Sancti Spíritus, las interrupciones del servicio eléctrico alcanzan o incluso superan las 20 horas diarias, mientras que en La Habana los cortes programados se sitúan entre cuatro y seis horas. Estas condiciones no solo afectan la vida cotidiana, sino que paralizan la actividad económica y alimentan el descontento social.

El Gobierno cubano atribuye parte de la crisis a las sanciones estadounidenses, mientras que cálculos independientes estiman que la Isla necesitaría entre 8.000 y 10.000 millones de dólares para reflotar su sistema eléctrico. 

Antes del apagón total del 18 de octubre de 2024, la mayoría de las provincias de la Isla solo disponían de tres horas de servicio eléctrico al día, una situación a la que han regresado la mayoría de los territorios cubanos, a excepción de La Habana, las cabeceras provinciales y algunas localidades vinculadas a servicios esenciales. 

Tras una leve mejoría, los apagones volvieron a repuntar y llegaron a afectar hasta casi el 60% del país simultáneamente. No obstante, las actuales afectaciones no superan las de octubre de 2024, cuando se produjo la “desconexión total” del Sistema Eléctrico Nacional (SEN) por varios días. 

Los apagones complican aún más la ya tensa situación energética del país y no solo deterioran el rendimiento económico de Cuba, que lleva años sumida en una grave crisis, sino que también han sido el detonante de protestas antigubernamentales. Las más notables ocurrieron el 11 de julio de 2021, las mayores en décadas, y el 17 de marzo de 2024 en Santiago de Cuba y otras localidades.