En pleno apagón nacional, Raúl Castro y Díaz-Canel celebran a los militares cubanos en un bien iluminado teatro

Mientras los cubanos sufrían con incertidumbre las primeras 24 horas del apagón nacional, luego del cuarto colapso del sistema eléctrico en menos de seis meses, el régimen de la Isla celebró una reunión y ceremonia para alabar a sus militares, con la presencia de Raúl Castro, Miguel Díaz-Canel y los principales mandos de las Fuerzas Armadas y el Ministerio del Interior.

Según reportes del sitio oficial de la Presidencia de Cuba, el sábado 15 de marzo concluyó en La Habana la sexta conferencia de la Asociación de Combatientes de la Revolución Cubana (ACRC), organización que agrupa a los militares veteranos.

La reunión y su clausura tuvieron lugar en una muy iluminada Sala Universal del Ministerio de las Fuerzas Armadas Revolucionarias, en La Habana, en un ambiente ajeno a las privaciones del resto de la población.

Según los reportes, además de Castro y Díaz-Canel, a la ceremonia asistieron Esteban Lazo, presidente de la Asamblea Nacional del Poder Popular y del Consejo de Estado; Roberto Morales Ojeda, secretario de Organización del Comité Central del Partido; el general de Cuerpo de Ejército Álvaro López Miera, ministro de las Fuerzas Armadas Revolucionarias; el general de División Lázaro Alberto Álvarez Casas, ministro del Interior; y el general de Brigada José Amado Ricardo Guerra, secretario del Consejo de Ministros. Se sumaron a la lista los históricos del régimen Ramiro Valdés y José Ramón Machado Ventura.

Los delegados de la ACRC de todo el país reunidos para la cita entregaron a Raúl Castro un reconocimiento, que este recibió de manos del general de División José Antonio Carrillo Gómez, ratificado durante la conferencia como presidente nacional de la organización.

En el discurso de clausura, Díaz-Canel no escatimó elogios para la organización «formada por curtidos combatientes de ambos sexos y de todas las generaciones, cuyas hojas de servicio a la patria nos enorgullecen profundamente», dijo.

Celebró también a Raúl Castro, de quien aseguró que sigue «firme entre nosotros y con el pie en el estribo, esa frase suya que dice con otras palabras lo que está demostrando en la vida: que un combatiente revolucionario jamás se retira».

El gobernante comentó que «la Revolución se fortalece con ustedes en las comunidades, que es su principal radio de acción, por el prestigio que tienen y por la legitimidad que ganaron en combates reales por la independencia y la soberanía de la patria y de otras naciones hermanas» y añadió que «la Asociación es un poderoso ejército moral con el que contamos».

«El pueblo siente seguridad y confianza cuando ve a un viejo combatiente o a un joven uniformado al frente de una tarea o formando parte de ella», aseguró Díaz-Canel, pese a que muchos de los veteranos forman parte activa de las organizaciones de vigilancia y delación del régimen.

De hecho, en su discurso, el gobernante convocó a los delegados a «reforzar la vigilancia revolucionaria de cada palmo de suelo cubano (…) en un escenario en el que se acrecientan los planes enemigos de todo tipo, enfocados en la subversión interna en cualquiera de esos espacios físicos», y los llamó a «a trabajar por corregir tendencias negativas de la sociedad como el delito, la corrupción y las indisciplinas sociales».

En todo su discurso, Díaz-Canel no mencionó ni en una sola ocasión el apagón nacional.

Fundada el 7 de diciembre de 1993 por Fidel Castro, quien la concibió como una organización para la atención de los veteranos de guerra y militares en precaria situación económica, ha servido fundamentalmente para el adoctrinamiento en las escuelas cubanas a través de charlas y la organización ceremonias de alabanza a los dirigentes del régimen.