El régimen cubano intenta contrarrestar la labor humanitaria de la UNPACU con una marcha ante su sede

El régimen cubano, incapaz de sacar al país de la crisis que genera miseria y apagones, hizo desfilar a residentes en Santiago de Cuba ante la sede de la Unión Patriótica de Cuba (UNPACU), dos días después de que salieran a relucir las cifras de la ayuda humanitaria que ha proporcionado la organización a más de 2.000 personas necesitadas, en los dos meses transcurridos desde la excarcelación de su líder, José Daniel Ferrer, y pese al acoso de la policía política.

Un video compartido en Facebook por Ferrer el pasado 22 de marzo muestra a decenas de cubanos caminando delante de su vivienda, sede de la UNPACU.

De acuerdo con el líder opositor excarcelado, se trata de militantes del Partido Comunista de Cuba (PCC), profesores y estudiantes de la Universidad de Oriente, casi todos con unas jabaas blancas de tela colgadas al hombro.

El hecho de que la mayoría de los participantes lleve esas jabas, todas iguales, hace suponer que, pese a la escasez que reina en Cuba y obliga a muchas personas a buscar comida en la basura o a mendigar, las autoridades tuvieron recursos para «premiar» a los participantes en la marcha ante la sede de la UNPACU.

El líder de la organización destacó el hecho de que las autoridades no pueden atraer a los residentes de los barrios aledaños a la vivienda, por lo que deben ir a los centros de trabajo estatales y centros estudiantiles, donde las personas suelen tener miedo a negarse a participar en esas acciones.

El desfile organizado por el régimen se suma a la represión que han sufrido los activistas de la UNPACU por brindar alimentos a cubanos vulnerables. La Seguridad del Estado incluso ha amenazado a beneficiarios de la labor humanitaria de la organización con penas de cárcel, si acuden a la vivienda de Ferrer.

El pasado 20 de marzo, la ONG Prisoners Defenders (PD) reveló en un informe que en tan solo dos meses y desde el primer día en que José Daniel Ferrer salió de prisión, el 16 de enero de 2025, la UNPACU ha distribuido 14.045 servicios de ayuda humanitaria —entre desayunos, comidas, cenas y atención médica— a más de 2.000 cubanos necesitados y a un ritmo creciente de más de 400 personas diarias.

Como dijo Ferrer en una reciente entrevista con DIARIO DE CUBA, aunque empezó atendiendo ese mismo día a 16 personas, una semana después eran ya 196 los servicios de atención social (65 desayunos, 105 almuerzos y 26 pacientes del consultorio médico). Desde entonces, el total de beneficiarios (distintos) que se han ido sumando ha alcanzado los 2.098 hasta el 14 de marzo de 2025.

Antes de las protestas antigubernamentales del 11 de julio de 2021 —a las que intentó sumarse Ferrer, por lo que fue enviado a prisión por tercera vez— la UNPACU había realizado labores humanitarias similares en Santiago de Cuba que fueron reprimidas por la Seguridad del Estado.

Ferrer entró por primera vez en prisión política en 2003, durante la llamada Primavera Negra, con una condena de 25 años. Pasó ocho años y cinco meses en la cárcel por haber participado en la recogida de firmas para el Proyecto Varela. Fue excarcelado con una licencia extrapenal en 2011 y se negó a partir al exilio. 

El opositor cubano cvolvió a prisión en 2019, con 48 años. Entonces fue condenado a cuatro años y medio de privación de libertad, subsidiada con «libertad limitada», debido a la presión de Naciones Unidas y la Unión Europea. Fue detenido de nuevo cuando intentaba participar en las protestas conocidas como 11J, y excarcelado el 16 de enero de 2025 tras un acuerdo entre el Vaticano y La Habana.

Tras ser excarcelado el 16 de enero, cientos de personas fueron a saludar a Ferrer. Las condiciones físicas y de salud de muchas de ellas lo llevaron a retomar, desde el primer día y en contra de sus propios planes, servicios humanitarios por la población, dijo PD en su informe.