El péndulo del petrismo: ¿lograrán que la consulta popular pase el umbral?

La consulta popular impulsada por el presidente Gustavo Petro enfrenta un panorama incierto. Dentro del Gobierno ya se hacen cálculos sobre si podrán alcanzar el umbral mínimo de 13’700.000 votantes, mientras que la oposición refuerza su estrategia: no acudir a las urnas y deslegitimar el proceso. ¿Por qué?

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El expresidente de la Corte Constitucional, Manuel José Cepeda, lo dejó claro en una entrevista con Semana: “Si votas, aunque sea por el NO, estarás ayudando a que la consulta supere el umbral y se valide”. El mensaje de la oposición es contundente: la clave es no votar. Solo así el Gobierno tendrá que admitir que no tiene las mayorías necesarias ni el poder de convocatoria que dice tener.

En los pasillos del poder, la preocupación es evidente. Si la consulta no logra la participación mínima requerida, la iniciativa de Petro quedará en el aire, y su capacidad para impulsar reformas en el Congreso se debilitará. Los estrategas del Gobierno intentan medir hasta dónde pueden llegar.

El bloque opositor, conformado por los partidos Liberal, Conservador, de la U y Nuevo Liberalismo, iniciaron movimientos para reforzar este mensaje. En una reunión clave el 17 de marzo de 2025, líderes como César Gaviria, Juan Manuel Galán y Efraín Cepeda coincidieron en que la abstención es la mejor arma para frenar la consulta.

Según el exmagistrado del Consejo Nacional Electoral (CNE) Luis Guillermo Pérez, el Gobierno necesita que al menos 13.654.457 personas participen en la consulta para validarla. De ellos, más de 6.827.229 deben votar afirmativamente por cada pregunta. Sin esa cifra, el ejercicio no tendrá efecto y será un revés para el petrismo.

La oposición empezó a mover su maquinaria con un mensaje unificado: “la única forma de frenar esta consulta es quedándose en casa”. No votar es impedir que Petro logre su objetivo de pasar por encima del Congreso y forzar sus reformas.

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La senadora María José Pizarro del Pacto Histórico arremetió contra aquellos que desde ya se oponen a la consulta y podrían frenar su trámite en el Senado. “Nos acaban de decir ya varias bancadas que lo van a hundir y ni siquiera conocen el contenido y las preguntas que van a presentar el presidente y sus ministros. Aunque ellos buscan notificar al Gobierno que no se le dará trámite a la consulta popular, lo cierto es que queda notificada la sociedad colombiana que los congresistas no los escuchan, no los representan en su anhelo de alcanzar mejores derechos laborales”.

Por ahora, el presidente Petro solo ha revelado que la primera pregunta del eventual cuestionario es si están de acuerdo con que “el día termina a las 6:00 p.m. de la tarde”, respecto a la jornada laboral. Según el jefe de Estado, “la pregunta es simple: si el día termina a las 6:00 p.m. Si es un asalariado son horas extra luego de esa hora e incluirá sábados y domingos (…) Que todo trabajo que se realice después las 6:00 de la tarde deba tener un recargo, porque son horas extras (…) Lo mismo si se trabaja sábado y domingo”.

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Basta recordar que en la segunda vuelta de 2022 Petro alcanzó poco más de 11,2 millones de votos y ahora necesita que participen en su cruzada 2,4 millones de personas más. Además, la célebre Consulta Anticorrupción de 2018 –el último proceso de este calibre– no se concretó porque no alcanzó el umbral. De hecho, otro factor a tener en cuenta es la abstención: en Colombia apenas tres de cada cinco ciudadanos votan (60 % en promedio).

La pregunta es: ¿podrán convencer a los colombianos de que salgan a votar, o la estrategia de la abstención los derrotará antes de empezar?