El mismo hombre en dos magnicidios: ‘El Viejo’ y su relación con los casos Luis Carlos Galán y Miguel Uribe
- Colombia
- octubre 28, 2025
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Simeón Pérez Marroquín, alias El Viejo, vuelve a aparecer en la escena de la violencia política en Colombia tras su reciente captura en la vereda Brisas del Guejar, en Puerto Lleras, Meta. Aunque esta detención se centra en su presunta participación como intermediario entre los determinadores y el grupo que ejecutó el atentado contra el senador y precandidato presidencial Miguel Uribe Turbay el pasado 8 de agosto en el occidente de Bogotá, su historial lo conecta con uno de los episodios más emblemáticos de la historia criminal del país.
El hombre de 50 años no solo es señalado de haber coordinado la logística del atentado contra Uribe, sino que su nombre aparece en investigaciones que lo relacionan con el magnicidio de Luis Carlos Galán ocurrido en 1989.
Según el expediente judicial, revelado por El Tiempo, en 1994, Pérez Marroquín, junto a Luis Alberto y Arnoldo Malagón González, fue recapturado en La Modelo tras ser señalado de asesinar a los sicarios que participaron en el asesinato de Galán, específicamente a Luis Enrique Rueda Linares y a su primo Omar Rueda Silva.
Su vínculo con el caso Galán se originó tras ser señalado y condenado por el asesinato de los sicarios que participaron en el magnicidio del líder liberal. No obstante, tras recuperar la libertad retomó actividades delictivas y, años después, su nombre vuelve a aparecer asociado a un hecho violento de alto impacto nacional.
Este antecedente revela un patrón de participación indirecta en hechos de alta repercusión política y violencia organizada, consolidando su figura como un actor de largo alcance dentro de redes criminales vinculadas a asesinatos de alto perfil.
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De acuerdo con las autoridades, en el caso del atentado contra Miguel Uribe, Pérez Marroquín jugó un papel clave en la comunicación y coordinación de quienes planearon la acción sicarial, un rol que las investigaciones de la Fiscalía de la Unidad de Vida de Bogotá consideran estratégico para desentrañar la red que permitió ejecutar el ataque.
Se espera que en las próximas horas se le imputen los delitos de homicidio agravado, concierto para delinquir, uso de menores de edad para la comisión de delitos y porte ilegal de armas de fuego, señalando no solo su participación directa sino también posibles vínculos con estructuras de violencia más amplias.
Aunque fue capturado en el Meta, su traslado a Bogotá permitirá a las autoridades profundizar en las conexiones entre los atentados recientes y su trayectoria delictiva, abriendo la puerta a esclarecer posibles nexos con otras redes criminales que operan en la región y que podrían haber influido en la planificación y ejecución del crimen.
La detención de Pérez Marroquín no solo reabre la memoria de casos emblemáticos como el de Luis Carlos Galán, sino que también pone de relieve la persistencia de figuras que, aunque no siempre actúan de manera directa, facilitan la comisión de hechos que marcan la historia política del país.