El desayuno que Cimex propone a los cubanos

MADRID, España.- En un país donde miles de familias comienzan el día sin leche, pan o café, la corporación militar CIMEX ha lanzado una campaña promocional en redes sociales invitando a los cubanos a “desayunar con malta y sándwich”.

Bajo el eslogan “Una parejita muy feliz, un amor de verano”, la oferta se presenta como una experiencia ligera y romántica, disponible desde las 9:00 a.m. en el Café Cubita de la Tienda Encanto, en Camagüey. Lejos de provocar entusiasmo, la publicación ha desatado una oleada de indignación en redes sociales.

“Qué vergüenza! Y los niños y los ancianos sin leche!! algún día pagarán tanto cinismo”, “Nunca han tenido vergüenza, pero el cinismo de estos es demasiado, un país donde la mayoría, sobre todo los niños, no tienen ni leche para desayunar, y estos… publican cosas como estas”; son el tipo de comentarios que se leen en la publicación de CIMEX.

Las reacciones no sorprenden debido al contexto social y económico de Cuba. La imagen del desayuno ideal propuesto por CIMEX es una burla a la vida diaria de millones de cubanos que no logran cubrir ni las necesidades alimentarias más básicas.

Según el séptimo estudio “El estado de los derechos sociales en Cuba”, presentado en julio de 2023 por el Observatorio Cubano de Derechos Humanos (OCDH), la crisis alimentaria fue señalada como el principal problema del país (72%), superando incluso a los apagones y la inflación. El informe reveló que siete de cada diez personas habían tenido que saltarse alguna comida —desayuno, almuerzo o cena— por falta de dinero o alimentos. Solo un 15% de los cubanos podía realizar tres comidas diarias sin interrupción.

Mientras que el informe “En Cuba hay hambre” (2024), elaborado por el Food Monitor Program, muestra un panorama aún más desolador: el 29% de los cubanos come solo dos veces al día, y un 4% apenas una vez. Provincias como Artemisa, Mayabeque, Guantánamo o la Isla de la Juventud reflejan los peores índices. Además, el 25% de los encuestados reconoció haberse ido a dormir con hambre por falta de alimentos en sus hogares.

Mientras la inseguridad alimentaria se agrava y la mayoría lucha por conseguir algo para poner en la mesa, los almacenes de las corporaciones militares —como Cimex— siguen ofreciendo productos exclusivos y desayunos inaccesibles para la mayoría. La promoción no solo ha sido interpretada como un ejercicio de desconexión, sino también como una provocación que expone, una vez más, la desigualdad estructural y la insensibilidad del aparato económico controlado por las fuerzas armadas.