El arribo de turistas a Cuba decae un 30% entre enero y febrero, lo que confirma el ‘funesto desempeño del sector’

La temporada alta del turismo en Cuba, periodo que cubre entre octubre y marzo, y en los que el país recibe la cantidad más abundante de veraneantes, podría ser funesta este 2025, toda vez que, solo entre enero y febrero, el número de vacacionistas en arribar a la Isla decreció en un 30%, de acuerdo con datos oficiales publicados este viernes por la Oficina Nacional de Estadística e Información (ONEI).

Así, hasta el 28 de febrero, llegaron a Cuba 496.858 viajeros, una cifra que representa el 77,9% respecto a igual período de 2024. No obstante, un número menor, 374.267, fueron visitantes internacionales, lo que representa el 70,9% en comparación con el cierre de febrero del año anterior. De ellos, 196.004 llegaron en enero y 178.263 lo hicieron en febrero.

En cuanto a los mercados emisores, Canadá ocupa el primer puesto, con 173.611 visitantes, mientras la comunidad cubana en el exterior ocupa la segunda plaza con 38.757 visitantes. EEUU, Rusia, Alemania y Francia ocupan las siguientes posiciones, sin embargo, en todos los mercados hubo una contracción, dijo el economista cubano Pedro Monreal en su perfil de X.

«En enero-febrero de 2025 se registraron caídas en los diez primeros emisores, destacando la contracción de casi 50% respecto a igual periodo del año anterior de Rusia, hasta hace poco presentada como una especie de nuevo ‘motor’ de la malograda ‘locomotora’ turística», detalló.

Para Monreal, estos datos «confirman el funesto desempeño del sector en los dos primeros meses, con apenas 40% del promedio de visitantes de igual etapa de 2017-2019 e incluso menor que los acumulados de enero-febrero de 2023 y 2024″.

En tal sentido, subrayó que «el descenso de principios de 2025 se enmarca en la notable divergencia entre la dinámica de la capacidad de alojamiento 2018-2024, que ha crecido sin cesar, y la dinámica de visitantes que no se recupera del desplome 2020-2021, con nivel en 2024 que apenas era la mitad de 2018″.

«El muy cuestionable desenfreno en la inversión turística no solamente amplió capacidades en medio de una sequía de turistas que no justifica más plazas-camas, sino que es aún más controvertible al concentrarse la inversión en capacidades de lujo», agregó.

En un análisis para DIARIO DE CUBA, el economista Emilio Morales advirtió que «esta debacle muestra claramente la mala gestión del Gobierno de Díaz-Canel en el manejo de la economía. Todo indica que, por cuarto año consecutivo, el país va a incumplir sus propios planes. La meta de alcanzar los 2,6 millones de turistas, fijada para el 2025, es una nueva utopía».

«Remontar el declive de la industria turística cubana ya no depende de un cambio de gestión de la propia industria, ni de una mejora de sus problemas internos de mal servicio y malas ofertas, depende en gran medida de un cambio de sistema. Depende de resolver todos los problemas internos que hoy presentan las otras industrias estratégicas del país, y que directamente tienen sinergia con la industria turística. Para ello, es imprescindible resolver el agudo y profundo problema de generación de energía, el de la seguridad sanitaria, el déficit de transporte, la escasez de alimentos y medicamentos, así como recuperar la seguridad en las calles», señaló.

Y subrayó: «Fuera de esa fórmula será imposible retornar a un lugar de liderazgo en la industria turística en la región del Caribe. Pasarán varios años para que Cuba pueda rebasar nuevamente el umbral de los 4,7 millones de turistas que alcanzó en 2018. La realidad es clara: la ‘locomotora de la economía cubana’ se está apagando como mismo se apagó su industria azucarera y su matriz energética.