Economistas oficialistas defienden ‘cambios estructurales’ en Cuba… para ‘salvar el modelo socialista’

El programa oficialista Cuadrando la Caja se propuso debatir sobre «cambios estructurales» en el sistema económico de Cuba, pero lo hizo anclado en la necesidad de «salvar» el modelo socialista basado en el marxismo y el leninismo y sin ir a la raíz de la crisis que sacude a la Isla y sufre en toda su dimensión el pueblo cubano.

Bajo la conducción de Marxlenin Pérez Valdés, los economistas oficialistas José Luis Rodríguez, Ramón Labañino y Rafael Montejo negaron que los cambios estructurales tengan que ver con un cambio de régimen. Según Labañino, uno de los cinco espías que cumplieron prisión en Estados Unidos, se trata de una «matriz» que «se está tratando de imponer en las redes y, sobre todo, en la subversión», lo cual consideró «una falsedad».

José Luis Rodríguez por su parte consideró que «hay que definir bien cuáles son los cambios estructurales que necesita nuestro socialismo para fortalecerlo, salvarlo, y cuáles son los cambios estructurales que nos llevan al capitalismo y no podemos aceptar«.

Sobre la posible expansión del mercado en la economía cubana, Rodríguez advirtió de que este «tiene sus propias leyes que conducen a la propiedad privada y a la concentración de esa propiedad y de la riqueza», lo cual puede conducir «al capitalismo».

Sin embargo, dijo que «se puede abrir un espacio al mercado, porque es necesario», siempre que sea «conducido» para evitar lo que llamó «un retroceso ideológico».

En una publicación en su red social X, el economista Pedro Monreal criticó que el programa se saltó «el problema esencial: la actual crisis estructural» y señaló que «si hoy se habla de cambio estructural es porque previamente el Gobierno impuso cambio estructural fallido que culminó en crisis«.

En opinión de Monreal, el debate «intentó desviar la atención aludiendo a ‘ciertos gurúes’ que proponen cambios estructurales supuestamente abstractos, pero ignora convenientemente a los gurúes oficiales que prometen bienestar, pero concretamente entregan penurias«.

«No pocos economistas han explicado de manera específica —desde diversos puntos de vista ‘no oficiales’— transformaciones estructurales sobre bases diferentes a las que el Gobierno propuso antes y a las que oficialmente siguen planteando de manera borrosa como ‘proyecciones'», añadió el analista.

Sobre la afirmación de que «un cambio estructural no implica necesariamente un cambio de régimen», Monreal apuntó que «les faltó agregar ‘político'» y argumentó: «Existe evidencia histórica de eso, pero también sobre el hecho de que mantener un régimen político puede impedir el cambio estructural necesario«.

Monreal llamó la atención sobre el hecho de «que la racionalidad de las presentaciones parece coincidir en un esquema de cambio estructural asentado en un tipo de heterogeneidad estructural (sector estatal y sector no estatal) con primacía estatal» y que «no mencionaron ni ‘productividad’ ni ‘ingresos’, a pesar de que son factores cruciales en el proceso de desarrollo, que es un tipo muy específico de transformación estructural».

Por último, el analista lamentó que «no queda claro exactamente de qué manera la utilización del término ‘modelo socialista’ conceptualiza una realidad con regularidades empíricas, o si es meramente utilizado como artefacto ideológico».