Dos monos tití que se conocieron en cautiverio volvieron a la libertad como pareja en una histórica reserva en Antioquia
- Colombia
- octubre 27, 2025
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La última etapa de un largo proceso estuvo llena de incertidumbre. Todo lo que biólogos y veterinarios habían hecho durante meses tendría sentido en ese último paso. El sonido del bosque fue lo primero que los recibió. Tras la apertura de la puerta del recinto temporal que los acogió varios días, dentro del bosque, los dos titis grises se acercaron a la puerta, exploraron su entorno y comenzaron a desplazarse hacia los árboles cercanos. Fue el momento entonces de cantar victoria: así inició para estos primates su vida en libertad.
Para llegar a este momento el camino fue largo y cuidadosamente planeado. La historia de estos dos primates se cruzó después de padecer la crueldad humana. El macho llegó al CAVR del Área Metropolitana tras ser entregado voluntariamente en diciembre de 2022, con bajo peso y el pelaje deteriorado. La hembra, una cría, llegó en enero de 2024, en buenas condiciones, pero sin la experiencia propia de la vida silvestre.
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En el CAVR del Área Metropolitana del Valle de Aburrá un equipo interdisciplinario logró estabilizarlos y posteriormente trasladarlos a Corpocaldas, entidad encargada de su rehabilitación y de la evaluación genética que confirmó su origen en la región del Bajo Cauca antioqueño y el Sur de Bolívar. Ese dato permitió conformar un grupo social compatible, requisito esencial para su futura reintroducción.
Con el proceso de rehabilitación completado, los titís fueron entregados de nuevo al Área Metropolitana del Valle de Aburrá, que asumió la fase de liberación blanda en articulación con Corantioquia. Esta técnica de reintroducción controlada permite que los animales se adapten gradualmente a las condiciones del entorno natural antes de recuperar su total independencia.
“Logramos esta liberación de esta pareja de tití gris, en un trabajo articulado entre Corpocaldas, Corantioquia y el Área Metropolitana Valle de Aburrá, una liberación que empezó con el trabajo de atención de nuestro CAVR”, señaló Alejandro Vásquez Campuzano, subdirector ambiental del Área Metropolitana del Valle de Aburrá.
Un hogar temporal en el corazón del bosque
Antes de devolverlos a la libertad, el equipo técnico construyó un recinto temporal dentro de la Reserva Ecológica Popales, un espacio diseñado especialmente para observar su adaptación al entorno natural. “Este es uno de los predios que hace parte de nuestro programa de reubicadores. En este caso, creamos un espacio de aclimatación para el grupo de titís grises”, explicó Luis Guillermo Sierra, biólogo de liberaciones de Corantioquia.
Previo a la liberación se hizo una visita de reconocimiento del territorio, donde se evaluaron variables como disponibilidad de alimento y agua, cobertura vegetal, conectividad del bosque y presencia de otros grupos de titíes.
El acompañamiento de los guardabosques de la zona fue clave en la instalación de cámaras trampa y en la vigilancia del entorno durante todo el proceso.
Por varios días, un equipo de etólogos realizó registro detallado de sus comportamientos. Lo que necesitaban corroborar era si buscaban alimentos, si se comunicaban vocalmente de manera fluida, si se acicalaban, si jugaban y socializaban. Cada gesto observado confirmaba que estaban listos para volver a su hogar.
“En esta actividad ponemos, desde la Universidad, la capacidad técnica y científica de nuestros profesionales para el acompañamiento de este proceso de liberación. Todo el personal de la operación se centra en un proceso maravilloso, que es el de rehabilitar una especie para posteriormente liberarla a su espacio natural”, indicó John Didier Ruiz Buitrago, decano de la Facultad de Medicina Veterinaria y Zootecnia de la Universidad CES.
La Reserva Ecológica Popales, que fue declarada como área de protección por la alcaldía de Segovia desde 1966, fue elegida como sitio de liberación por su cercanía al Bajo Cauca antioqueño y su riqueza en corredores ecológicos, lo que garantiza las condiciones ideales para la supervivencia de esta especie amenazada. Este proceso refleja el compromiso institucional con la rehabilitación, recuperación y conservación de la fauna silvestre del Valle de Aburrá y del país.