Dos manifestantes del 11J permanecen en celda de castigo sin agua ni ventilación 

MIAMI, Estados Unidos. – Los presos políticos Luis Giraldo Martínez Sierra, de Artemisa, y Alberto Padrón Labrada, de Guanabacoa, ambos sancionados por su participación en las protestas del 11 de julio de 2021 (11J), se encuentran recluidos en condiciones extremas en una celda de castigo en la prisión de Guanajay, confirmó un colaborador de CubaNet en La Habana que tuvo contacto con fuentes familiares.

Ambos presos políticos están confinados en la celda número 9 del pasillo 25 de la prisión de Guanajay, bajo régimen de castigo. Según denunció la madre de otro preso del centro penitenciario, el lugar carece de agua y ventilación.

Ambos prisioneros fueron sancionados por las autoridades penitenciarias tras un altercado con reclusos comunes, que —según la denuncia— fueron colocados intencionalmente en su entorno para provocar enfrentamientos. “A ellos les echaron a presos comunes para que les buscara problemas y ellos se fajaron, y ahora se encuentran en celda de castigo”, relató la fuente.

Luis Giraldo Martínez Sierra (31 años) fue condenado a 12 años de cárcel, la pena más alta impuesta en el grupo de 13 personas juzgadas en Artemisa por su participación en las protestas pacíficas del 11 de julio de 2021. La sentencia, emitida por el Tribunal Provincial Popular, lo acusó de “desórdenes públicos, desacato, atentado y ultraje a los símbolos de la patria”. Según el fallo, Martínez Sierra arrebató una bandera cubana a una funcionaria durante la manifestación, lo que fue interpretado como una muestra de “total irreverencia”.

En el caso de Alberto Padrón Labrada, no se han divulgado públicamente los detalles de su sentencia, pero comparte reclusión con Martínez Sierra y enfrenta las mismas condiciones de castigo.

Las denuncias sobre las condiciones en que se encuentran los manifestantes del 11J en las cárceles cubanas se han multiplicado desde las sentencias dictadas en 2021. Varias fuentes han alertado sobre situaciones que podrían constituir tratos crueles, inhumanos o degradantes, especialmente en celdas de aislamiento como la que ahora ocupan Martínez y Padrón.