
Diferentes congregaciones denuncian violaciones a la libertad religiosa en Cuba
- Cuba
- marzo 21, 2025
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El sacerdote católico Alberto Reyes denunció en sus redes sociales la negativa del régimen cubano a aceptar el recorrido solicitado para la procesión del 19 de marzo de San José, patrono del municipio camagüeyano de Esmeralda, y que consideró una violación del derecho a la libertad religiosa.
«Al final de la misa no tendremos la procesión que habíamos previsto con la imagen de San José, porque las autoridades, si bien han aceptado que se realice la procesión, la han restringido al recorrido que ellos han considerado pertinente, negando el recorrido que la comunidad católica de Esmeralda había solicitado», dijo en su perfil de Facebook.
«Consideramos que esta negativa es una violación del derecho a la libertad religiosa. Lamentamos profundamente que nuestras autoridades no sean capaces de comprender lo que significa el concepto de libertad religiosa, y el derecho propio que tiene la Iglesia de expresar públicamente su fe en los ámbitos que ella considere, siempre dentro del respeto a las sanas normas de convivencia social», escribió el sacerdote.
«Hoy rezaremos por todos aquellos habitantes de nuestro pueblo que se encomiendan a la protección de San José, y rezaremos para que llegue el tiempo en el cual nuestra tierra pueda disfrutar de la libertad necesaria en todos sus ámbitos, incluida la libertad de expresar y proclamar nuestra fe no solo de modo privado sino en todos los ámbitos públicos a los cuales tiene derecho por su naturaleza propia», zanjó.
El Observatorio Cubano de Derechos Humanos (OCDH) denunció que en Cuba se reportaron casi 1.000 actos contra la libertad religiosa durante 2024.
Esta semana el pastor Jorge Travieso, líder del Ministerio Viento Recio en Las Tunas, denunció que la casa utilizada por su congregación será decomisada y entregada a una persona con supuestas necesidades sociales, según le comunicaron dos funcionarios de Vivienda.
En declaraciones al programa de radio Cubano Confesante, que conduce y dirige el presbítero Mario Felix Lleonart, Travieso dijo que la vivienda, adquirida mediante una compra ilegal en 2002, fue pagada en mensualidades al Gobierno durante más de 20 años en calidad de usufructo. Pero cuando se aprobó la ley que entregaba títulos de propiedad a usufructuarios, esta fue la única que no recibió la documentación correspondiente en su área, según el religioso.
Travieso dijo que la vivienda se utiliza de manera regular para actividades religiosas e infantiles los domingos. En ella permanece una persona encargada de cuidarla y proteger algunos bienes de la congregación.
«Nos quitan la casa de una manera arbitraria, violando la propia ley que pusieron ellos, en la cual no dejaron que nos dieran la propiedad», dijo.
El pastor solicitó apoyo de otros religiosos, defendió la naturaleza pacífica de su denuncia y su voluntad de no renunciar a evitar el desalojo: «No somos violentos, somos pacificadores. No vamos a fajarnos con nadie, pero sí vamos a reclamar nuestros derechos, porque realmente los tenemos».
«¡Basta ya! Es el grito que susurra nuestra nación»
El 18 de marzo, a través de un mensaje en sus redes sociales, la monja Sor Nadieska Almeida Miguel, superiora de las Hijas de la Caridad en Cuba, denunció la crisis que atraviesa la Isla y exigió al régimen cubano cambios efectivos que saquen a los ciudadanos del permanente grito de desesperación en que viven.
«¡Basta ya! es el grito que susurra nuestra nación. ¡Basta ya! gritan las madres que no tienen comida para sus hijos, las familias de los presos injustamente encarcelados, los enfermos doloridos, sin luz toda la madrugada, y muchos sin medicamentos; los médicos y enfermeras sin insumos y sin fuerzas; los niños sin desayuno; los ancianos postrados sin familia y sin agua; los jóvenes sin horizonte ni futuro; los campesinos sin semillas ni fertilizantes; las distintas iglesias sin libertad religiosa», lamentó Almeida Miguel.
La religiosa católica también expuso la situación de «los choferes sin combustible, los obreros sin protección, los jóvenes que se resisten a ir al servicio militar obligatorio, los adultos mayores con amenaza de desalojo, los habitantes de la calle sin cabida en ningún sitio, los trabajadores con salarios miserables, los artistas a quienes les censuran y matan sus sueños, los familiares de quienes han fallecido y no han tenido un trato respetuoso y un entierro digno, de nuestros niños a quienes les han robado su infancia, los pacientes con trastornos psiquiátricos sin tratamiento porque se convierten en amenaza dolorosa para su familia, los jubilados que dieron todo por esta tierra y los profesionales que soñaron que con sus carreras garantizarían una vida digna a sus familias».
«¡Basta ya! Gritamos quienes en conciencia nos rebelamos contra tanta mentira, contra tantas promesas incumplidas, contra tanta injusticia, contra tanto querer hacernos creer que vendrán tiempos mejores con reordenamientos y corrección de distorsiones», añadió Sor Nadieska, y pidió el fin de las «burlas, los insultos, de irrespeto, sometimientos, de leyes mordazas y de amenazas de cárcel y muerte».
«Basta, de una vez y por todas. Este pueblo tiene derecho a la vida, a la alegría, a no permanecer en la pobreza. Queremos la paz que brota de sentirnos protegidos y dueños de la tierra en la que nacimos, a la que amamos y queremos servir porque se lo debemos, porque es nuestra y queremos que vuelva a ser la tierra más bella que ojos humanos hayan contemplado», concluyó.