Dictadores ascienden a más militares leales a la dictadura

La dictadura sandinista de Daniel Ortega y Rosario Murillo ascendieron a seis altos mandos del Ejército de Nicaragua en el contexto del XLVI aniversario de la fundación de esa institución, nacida bajo el nombre de Ejército Popular Sandinista (EPS) tras el golpe militar del sandinismo en 1979.

Los ascensos fueron consumados vía acuerdo presidencial (137-2025) luego de que Murillo lo anunciase en su alocución oficial el lunes, 1 de septiembre. El acuerdo tomó validez una vez fue publicado en La Gaceta, diario oficial del Estado nicaragüense, el martes 2 de septiembre.

Los ascendidos son tres generales de brigada, elevados a mayores generales:

• Spiro José Bassi Aguilar, segundo jefe del Estado Mayor General
• Carlos Eduardo Duarte Orozco, jefe de la Dirección de Operaciones y Planes
• Leonel José Gutiérrez López, efe de Inteligencia y Contrainteligencia Militar

Y tres coroneles elevados a generales de brigada:

• Léster Joaquín Cuadra López, jefe de Secretaría General
• Néstor Rodolfo Martínez, segundo jefe de la Dirección de Inteligencia y Contrainteligencia Militar
• Freddy Domingo Cerrato González, agregado de Defensa, Militar, Naval y Aéreo del Ejército de Nicaragua en Rusia

Según el decreto, estos individuos fueron ascendidos para “mantener la correspondencia jerárquica de los cargos de mando superior con el grado militar efectivo de los titulares que los desempeñan” en un supuesto proceso de modernización de la institución. Una ceremonia de ascenso tendrá lugar este martes con la presencia de los co-dictadores.

Cabe destacar que uno de los ascendidos, el ahora mayor general Leonel Gutiérrez, es señalado por el Grupo de Expertos en Derechos Humanos sobre Nicaragua (GHREN) de Naciones Unidas como uno de los responsables por la violenta represión desatada por el Estado sandinista durante el estallido social de 2018, que dejó un saldo de más de 350 asesinatos.

El último informe del GHREN, publicado el 3 de abril de este año, ubica a Gutiérrez a cargo de la Dirección de Inteligencia y Contrainteligencia Militar al momento del estallido. En cooperación con otros departamentos del Ejército, Gutiérrez encabezó una operación de vigilancia y perfilamiento de manifestantes pacíficos, asumiendo responsabilidades en “el control operativo de la represión de las manifestaciones”.

Su sección estuvo encargada además del entrenamiento de oficiales con misiones de infiltración con fines de espionaje entre manifestantes. “Los oficiales captados para inteligencia eran de todas las unidades y oficiales retirados. Los militares salían, se dejaban crecer la barba y el pelo para evitar ser identificados, andaban de civil y armados. También había civiles“, reveló una fuente para el informe del GHREN.

Por ello Gutiérrez es incluido en la lista oficial de 54 personas identificadas como posibles responsables de violaciones, abusos y crímenes de lesa humanidad en el país. “Nuestro Ejército estará cumpliendo exitosamente todas sus misiones y recibiendo reconocimiento del pueblo y de las instituciones del Estado”, declaró Murillo en relación a los ascensos.