Díaz-Canel llama a protestar… por los problemas de los argentinos: los de Cuba no son culpa del Gobierno, dice
- Cuba
- marzo 26, 2025
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Miguel Díaz-Canel llamó recientemente a protestar por los problemas que enfrentan los argentinos, durante un encuentro con participantes en el IV Coloquio Patria —celebrado entre el 17 y el 19 de marzo, con sede en la Universidad de La Habana—, en el que reconoció que la situación en Cuba —donde la protesta es criminalizada— es «muy dura», pero negó cualquier responsabilidad del Gobierno que encabeza.
En su discurso a los delegados, transmitido este lunes en el programa de propaganda del régimen cubano Mesa Redonda, como ya es habitual, el gobernante culpó de la profunda crisis económica que atraviesa la Isla al «recrudecimiento» del embargo estadounidense y a la inclusión de La Habana en la lista de estados patrocinadores del terrorismo.
Sin explicar por qué el régimen cubano aparece en esa lista elaborada anualmente por el Departamento de Estado estadounidense, Díaz-Canel se quejó de las consecuencias: «todas las agencias bancarias, todas las agencias financieras, todas las instituciones financieras, que son dependientes de Estados Unidos (…) te cierran».
Tras lamentar la falta de créditos y de mecanismos financieros, el también primer secretario del Partido Comunista de Cuba (PCC) sostuvo que «hay carencias y la situación del pueblo cubano es muy dura«, para inmediatamente echar mano al discurso oficial de la resistencia creativa y afirmar que si el apagón nacional que se produjo el 15 de marzo —cuarto acontecimiento de ese tipo en Cuba en menos de seis meses— se hubiera extendido hasta la fecha en que debía realizarse el Coloquio Patria, «este evento se hubiera dado».
Según el gobernante, se hubieran encontrado las maneras de realizar el coloquio y «se hubiera ido al barrio, incluso con velas». Sin embargo, mientras los barrios cubanos estaban a oscuras, el Ministerio de Turismo, aseguró que los hoteles tenían electricidad, algo que pudo apreciarse en imágenes difundidas en redes sociales.
Sobre la crisis energética que provoca largos apagones diarios en el país y que ha tocado fondo con cuatro apagones masivos, Díaz-Canel afirmó que no son responsabilidad del Gobierno, aunque se delató al revelar la cifra que cada año requeriría el sistema electroenergético nacional (SEN).
«Los problemas que tenemos hoy no son un problema de gestión del Gobierno cubano, como lo quiere presentar el imperio, de que es un gobierno ineficiente (…). Simplemente no hemos tenido el dinero durante años para mantener las termoeléctricas para hacer las reparaciones», dijo el primer secretario del PCC, tras achacar las dificultades, una vez más, al «recrudecimiento» del embargo de EEUU.
«Se necesitan como mínimo más de 500 millones anuales, solo para eso», dijo Díaz-Canel. Sin embargo, ese monto es menos de la mitad de lo que invirtió el Gobierno cubano en 2024 (1.535 millones de dólares, al cambio oficial para personas jurídicas) en Servicios empresariales, actividades inmobiliarias y de alquiler —que incluye la construcción de hoteles o el aumento de habitaciones disponibles— así como en Hoteles y Restaurantes, de los 98.569,5 millones (4.107 millones de dólares) ejecutados el ejercicio pasado, según un reporte de EFE que citó datos de la estatal Oficina Nacional de Estadística e Información (ONEI) publicados este lunes.
En contraste con la cifra destinada al Turismo y pese a que los hoteles cubanos continúan vacíos, el gobernante reconoció que los buques de petróleo «a veces llegan y están semanas sin poder descargar, porque no tenemos dinero para pagar el flete del barco».
Díaz-Canel también prometió más de 1.000 MW generados con parques fotovoltaicos en 2025. No obstante, el ministro cubano de Energía y Minas, Vicente de la O Levy, admitió que solo con parques fotovoltaicos no se saldrá de la crisis, algo que ya habían advertido economistas.
El primer secretario del PCC también se refirió en su discurso a los participantes en el IV Coloquio Patria a la exportación de profesionales por parte del régimen cubano y lamentó los intentos de «desprestigiar» «una cosa tan noble como las brigadas médicas», con acusaciones al régimen de explotar el trabajo de los profesionales y de incurrir en trata de personas.
Díaz-Canel afirmó que las llamadas son expresión de los «principios de la revolución, que son principios martianos, fidelistas» y que los médicos participan de manera voluntaria.
No explicó en qué se basan las acusaciones, ni qué porciento de lo que pagan los países receptores de las misiones a los médicos cubanos les quita el régimen. Tampoco mencionó las restricciones de su libertad de expresión y movimiento a las que están sometidos los profesionales exportados por el régimen, reguladas a través de la Resolución 168/2010 del Ministerio del Comercio Exterior y la Inversión Extranjera.
De acuerdo con Díaz-Canel, existen intentos de «separar al pueblo del gobierno», lo que consideró «imposible», porque en Cuba, según él, «la gente no llega a gobernar porque son una casta, los que tienen cargos y gobiernan representan al pueblo y sin parte del pueblo».
«Defendemos la unidad», dijo. Citando a Raúl Castro, afirmó que «hay que cuidar nuestra unidad como a la niña de nuestros ojos» y que la Revolución cubana se mantiene porque hay unidad, sin hacer alusión a la represión que sufren quienes expresan abiertamente su descenso.
Pero Díaz-Canel no se conformó con la unidad que supuestamente existe en Cuba. Llamó a la «unidad regional» y a crear «un frente antimperialista, un frente antihegemónico», que, según él, lleva un concepto de resistencia antihegemónica en la comunicación política, social e institucional.
Como muestra de esa unidad, dijo que «todos tenemos que salir a condenar con todas nuestras fuerzas cualquier agresión, para defender las causas justas».
Entre las causas justas, estarían los reclamos de los argentinos que protestan por los recortes de las pensiones, que se han producido bajo el Gobierno de Javier Milei.
«Si el pueblo argentino se va en marcha en estos días, ante las cosas que están sufriendo, todos tenemos que salir como si fuéramos todos argentinos», llamó Díaz-Canel, mientras a los jubilados cubanos no les alcanzan sus pensiones para comer.
En Cuba cada vez son más frecuentes las imágenes de ancianos que buscan comida en la basura o mendigan. Recientemente, el régimen amenazó con el Código Penal, en respuesta al incremento de la mendicidad.