
Cuba, el segundo peor país de América Latina en materia de libertad de prensa
- Cuba
- mayo 2, 2025
- No Comment
- 5
«Arrestos, detenciones arbitrarias, amenazas de encarcelamiento, persecución y acoso, allanamientos ilegales y confiscación de equipos aguardan a los periodistas que no siguen la línea del PCC».
MIAMI, Estados Unidos. – Cuba fue ubicada en el puesto 165 (de un total de 180) del Índice Mundial de Libertad de Prensa 2025, elaborado por Reporteros Sin Fronteras (RSF). Con una puntuación global de 26,03 sobre 100, la Isla se ubica como el segundo peor país de América Latina en materia de libertad de prensa, solo por encima de Nicaragua.
Según RSF, “Cuba sigue siendo, año tras año, el peor país para la libertad de prensa en América Latina. La Constitución [cubana] establece que los medios de comunicación son propiedad del Estado, lo que convierte al periodismo —fuera de la prensa oficial— en un ejercicio de facto clandestino”. Esta situación se ha intensificado desde 2021, cuando el breve periodo de relativa apertura mediática impulsado por el auge de medios digitales independientes fue sofocado por una creciente represión.
El informe ubica a Cuba por detrás de países como Emiratos Árabes Unidos (164), Palestina (163) y Arabia Saudita (162), y solo por encima de regímenes como Bielorrusia (166), Nicaragua (172), Irán (176), Corea del Norte (179) y Eritrea (180), entre otros.
Los indicadores específicos reflejan graves limitaciones en todos los ámbitos evaluados. En el aspecto político, Cuba ocupa el puesto 172, con una puntuación de apenas 13,75; en el económico, el puesto 174 (19,07); en el legislativo, también el 174 (18,24); en el social, el 152 (35,46); y en el de seguridad, el 136 (43,64). Aunque el indicador de seguridad ha mejorado levemente, la situación general sigue siendo crítica.
RSF señala que “televisoras, radios y periódicos están bajo vigilancia estrecha del Gobierno. La Constitución prohíbe los medios de comunicación privados. Tele Rebelde y Cubavisión lideran la televisión estatal, Radio Reloj es la emisora más escuchada y Granma es el periódico más distribuido, todos bajo control gubernamental”.
Además, aunque algunos medios independientes surgieron en la última década impulsados por el acceso a internet, muchos han sido reprimidos o forzados al exilio. RSF subraya que “los medios gestionados por periodistas disidentes exiliados —principalmente con sede en Estados Unidos— siguen activos y continúan produciendo información prohibida en los canales oficiales cubanos”.
En el plano jurídico, el marco legal cubano restringe severamente la libertad de expresión. La nueva Ley de Comunicación Social (2024) establece que los medios solo pueden operar si están vinculados a una actividad principal registrada y bajo estrictas condiciones de transparencia. Además, el Código Penal aprobado en 2022 amplía las herramientas de represión, con delitos vagamente definidos como “perturbación del orden”, “desacato” y “peligro para el orden constitucional”, que se utilizan con frecuencia contra periodistas.
En cuanto al contexto económico, RSF advierte que “Cuba atraviesa una situación económica difícil, marcada por la escasez de bienes esenciales, la alta inflación y el limitado acceso a divisas extranjeras”. A pesar de que la Constitución de 2019 autorizó la propiedad privada y la inversión extranjera, la recuperación sigue siendo débil debido al impacto de la pandemia, medidas internas y el embargo estadounidense.
En el plano social, las tensiones han sido evidentes: “Más de medio millón de personas han emigrado en un período de dos años y el estallido de protestas refleja un profundo descontento social”, indica el informe. Las manifestaciones masivas de julio de 2021 y marzo de 2024, duramente reprimidas, ejemplifican ese malestar.
Finalmente, el entorno para los periodistas es descrito como abiertamente hostil: “Arrestos, detenciones arbitrarias, amenazas de encarcelamiento, persecución y acoso, allanamientos ilegales y confiscación de equipos aguardan a los periodistas que no siguen la línea del Partido Comunista Cubano”.
El Índice Mundial de Libertad de Prensa 2025 está encabezado por Noruega, Estonia y Países Bajos, mientras que Eritrea, Corea del Norte y China ocupan las últimas posiciones. RSF evalúa anualmente a los países en cinco categorías: contexto político, económico, legal, social y de seguridad, otorgando una puntuación sobre 100 y una posición global.